No es novedad que Monchi en cada mercado, consiga sacar brillo a diamantes que aún están en bruto para crear una nueva joya, y Lucas Ocampos, por la temporada que lleva, se apunta directamente a la lista de maravillas del de San Fernando.
El extremo de Quilmes salió de las inferiores de River Plate para ir a Europa con 18 años en dirección a Mónaco, donde no terminó de cuajar, y tras varias cesiones tanto en Francia, como en la Serie A, se terminó asentando en Marsella. Fue aquí dónde el extremo argentino llamó la atención del ‘León’ de San Fernando, que terminaría por pagar la cantidad de 15 millones de euros por sus servicios y cerró su clausula de rescisión en aproximadamente 65 millones de euros.
Como otros tantos y grandes futbolistas, es en Sevilla donde ha explotado, dando su mejor versión y centrándose en él, nada más y nada menos, que el 30% de los goles sevillistas. Con 12 goles, esta temporada es de las más goleadoras que se le recuerda, y aunque sea de las que menos asistencia está dando, con tan solo tres asistencias, no deja de ser una gran temporada que está ayudando al Sevilla a asentarse en puestos de Liga de Campeones.
Para ser extremo, sus números en la anotación son muy reseñables, en cambio, no son tantos los goles que anota, como las ocasiones que genera, ya que, el argentino atrae una gran cantidad de defensores, y por tanto genera infinidad de espacios.
La grada del Sánchez-Pizjuan recuerda en él, la figura del mejor Victor Machín “Vitolo” que tantas grandes tardes dejaría en la afición hispalense. Siendo puro veneno y electricidad, no para de atacar variando constantemente sus recursos ofensivos. Quizás, en comparación directa con Vitolo, le falte ese punto de temple y relajación con el balón en los pies que le permita tomar mejores decisiones y que junto con su gran acumulación de balón son sus puntos débiles.
Se destacan partidos como el 3-1 ante el Levante, con gol y asistencia, o la última jornada de liga disputada en el Metropolitano provocando y anotando el penalti que le dio un punto de oro al Sevilla Fútbol Club. Como consecuencia de estos grandes partidos, Lucas Ocampos ha conseguido ganarse el título de superclase para muchos aficionados.
En su llegada a Nervión, la afición sevillista no dejaba de hablar de la pareja ofensiva que podría formar en la banda derecha junto a Jesús Navas. Sin embargo, el bajón físico y de nivel de juego del jugador palaciego en esta temporada no está consiguiendo cumplir los deseos de la grada. Todo lo contario habría ocurrido con Oliver Torres que, a pesar de haber empezado la temporada disfrutando de poca continuidad, está realizando verdaderas diabluras entendiéndose a la perfección con el extremo quilmeño.
Por el contrario, tras el mercado invernal y con la llegada de Suso para ocupar el extremo, Lucas Ocampos se ha visto obligado a traspasar su posición a su banda natural, es decir, la izquierda, dónde, aunque ha anotado goles, la chispa y la alegría jugando parece haberse perdido, siendo notable su menor influencia en el juego.
No tardará en llegar el interés de los grandes clubes de Europa por el futbolista argentino, dando pie a un nuevo culebrón veraniego que seguro que llena una vez más las arcas sevillistas y que cumpla los sueños de Monchi en una nueva planificación para la temporada que viene.