Hace unos días conocíamos, por medio de un periódico local vigués, que las obras de la futura ciudad deportiva del Celta de Vigo en Mos, pese al decretado estado de alarma, iban a seguir su curso natural.
Aparentemente, el sector de la construcción no se iba a ver afectado por el parón laboral y desde el club de Vigo se confiaba en poder levantar el único edificio de esta fase inicial para después poder seguir con los plazos marcados, tener lo suficientemente avanzada la obra y así poder trasladar los entrenos de la primera y segunda plantilla allí, instalando dos campos de fútbol profesional de cara a la próxima temporada.
Esta mañana, la noticia que era de esperar, se confirmaba. Aunque hace unos días se había dado el visto bueno para continuar con el proyecto, hoy se paralizaba por completo el proceso ante la prohibición de todas las actividades no esenciales impuesta por el Gobierno. Este decreto gubernamental provoca que los trabajos en las nuevas instalaciones del Celta de Vigo queden sin alterar hasta el 9 de abril.