El RCD Espanyol es un barco a la deriva. Tras meterse en competición europea por primera vez en 12 años, y pasar tres fases previas para jugar la fase de grupos de la Europa League, el club periquito se vio rápidamente inmerso en una dinámica negativa, tanto de juego como de resultados, de la que aún no ha conseguido salir. La que iba a ser una temporada histórica se ha convertido en un dolor de cabeza para el aficionado, que ve cómo su equipo tiene pie y medio en Segunda División. No en vano, la posible suspensión del campeonato por el coronavirus puede anular esta temporada y dejar al cuadro perico en Primera.
Estilo de juego
El Espanyol ha tenido hasta tres inquilinos en el banquillo en lo que va de año, y el estilo de juego ha ido variando. David Gallego utilizaba el esquema 4-4-2, aplicando un juego asociativo y de posesión. Los resultados no llegaban y Pablo Machín se hizo cargo del equipo. El ex entrenador del Girona impuso su tradicional 3-5-2 para mejorar el juego por bandas, cargar el área con continuidad y ganar seguridad defensiva. Pero el plan del técnico numantino tampoco funcionó y el club periquito apostó por Abelardo, que volvió al 4-4-2 pero con una idea de juego menos propositiva que con Gallego.
Claves ofensivas
El RCDE ha tenido problemas de gol durante todo el curso. La marcha de Borja Iglesias fue un golpe duro para la entidad blanquiazul y se decidió apostar por Calleri para reforzar la línea de ataque. El argentino es un futbolista peleón, que va al choque, con buen juego de espaldas, que viene constantemente al apoyo y ofrece una salida de juego en largo. Pero no es un goleador. Y sus cifras lo confirman: un gol en 27 jornadas de Liga. Un dato tétrico.
Además, Wu Lei no es el de la temporada pasada, Ferreyra no ha terminado de adaptarse y algunos jugadores del filial como Campuzano tampoco conseguían paliar la falta de gol. Pero el RCDE se movió rápido en el mercado de invierno y se hizo con los servicios de Raúl de Tomás y Embarba para mejorar en el aspecto ofensivo. El ex del Benfica cayó de pie en Cornellà, anotando cuatro goles en seis partidos y siendo el principal foco de ataque del Espanyol.
Una de las claves de la gran campaña del Espanyol del año pasado eran las ventajas que se generaban por fuera. Pero esta temporada ni Gallego, ni Machín ni Abelardo han conseguido potenciar el juego por bandas. Javi López se viene quedando muy corto, Corchia casi no ha tenido minutos por lesión y Victor Gómez es muy joven y, aunque ha rendido bien en ciertos partidos, Primera le sigue quedando un poco grande. Por izquierda más de lo mismo. Dídac y Pedrosa han bajado el rendimiento y el equipo lo ha notado durante toda la temporada.
Asimismo, tanto Darder como Marc Roca han ofrecido un nivel muy bajo, Melendo no ha conseguido asentarse en el once y el “monito” Vargas, que llegaba como refuerzo estrella, ha estado lastrado por cuestiones físicas durante todo el año. El rendimiento de estos futbolistas provoca que el equipo sea muy previsible, que no se generen superioridades por dentro y que cueste progresar tanto por los pasillos interiores como por los costados.
Claves defensivas
La temporada que cuajó Mario Hermoso el año pasado fue espectacular. Era el pilar defensivo del Espanyol y fue una de las claves por las que el RCDE consiguió meterse en Europa. Aportaba una gran seguridad atrás y su buena salida de balón era oro para salir progresando desde atrás. Su gran temporada levantó el interés de grandes clubes por hacerse con sus servicios, y el Atlético de Madrid fue quien se llevó el gato al agua. El cuadro perico se reforzó con Bernardo y Fernando Calero, que dejó muy buenas sensaciones en el Valladolid. El ex del Girona ha cumplido, pero el rendimiento de Calero ha sido pésimo, cometiendo algunos errores individuales que penalizaron gravemente a su equipo.
Pero no sólo Calero, toda la línea defensiva del Espanyol ha ofrecido un nivel dantesco en todas las fases del juego. El cuadro periquito se parte con una facilidad pasmosa, sufre mucho corriendo hacia atrás cuando presiona arriba y, en los momentos que defiende en su propia área, carece de contundencia y comete equivocaciones fruto de la falta de concentración. Los laterales mencionados en el aspecto ofensivo tampoco están siendo fiables atrás y los equipos rivales suelen atacar constantemente por las dos bandas.
El paupérrimo nivel defensivo ha provocado que el Espanyol sea el equipo con más goles en contra del campeonato (46). Con Machín se pasó a jugar con tres centrales e imprimir una presión alta para, de ese modo, frenar la sangría defensiva, pero ésta siguió haciendo aguas. La llegada de Cabrera ha reforzado al equipo, pero los resultados siguen sin llegar.
Previsión al inicio de temporada
La marcha de Rubi fue un mazazo para el club periquito. Gallego fue el elegido para llevar el timón del Espanyol, y la decisión parecía acertada tras las buenas sensaciones que ofreció el equipo en el tramo final de la temporada 17/18, cuando Gallego cogió las riendas tras el despido de Quique Sánchez Flores. También hicieron las maletas Borja Iglesias, Hermoso o Rosales, que fueron piezas fundamentales el curso anterior, pero jugadores como Marc Roca o Darder siguieron en la plantilla. Además, llegaron refuerzos que, aunque podían tener un nivel menor, debían ayudar al equipo a competir decentemente en LaLiga y dar una buena imagen en la Europa League tras tantos años de ausencia
¿Está cumpliendo su objetivo?
La temporada del RCD Espanyol es de suspenso con mayúsculas. El combinado de Abelardo es el colista de LaLiga con tan sólo 20 puntos, a seis de la salvación. Desde la primera jornada ofreció una imagen terrible en la mayoría de los encuentros, lo que ha llevado al conjunto blanquiazul a pasar casi toda la temporada en puestos de descenso. Con un nivel defensivo tan espeluznante y con solo un partido ganado en casa (no llegó hasta la jornada 23) es muy complicado salvar la categoría. Los fichajes de RDT, Embarba y Cabrera han mejorado al equipo, pero la sensación es que deberían haber llegado en verano.
Asimismo, en la fase de grupos de la Europa League hizo un buen papel, quedando primero de grupo. Pero en dieciseisavos cayó eliminado ante el Wolverhampton, tras perder 4-0 en Inglaterra y ganar 3-2 en casa.
Previsión hasta final de temporada
Ante la incertidumbre de saber si volverá a disputarse LaLiga, el Espanyol tiene muy complicado mantener la categoría. Necesita los tres puntos como el comer y los resultados nunca terminan de llegar. No consiguen una racha de dos-tres partidos para ganar confianza y poder salir del pozo. Abelardo parecía el revulsivo perfecto, pero llegó estando a cinco puntos de la salvación y ahora está a seis. Esperemos que el campeonato liguero se retome cuanto antes y el RCD Espanyol pueda luchar por la salvación en el terreno de juego.