Tras casi dos meses de inactividad, el Valencia CF ha regresado al trabajo durante el día de hoy. Con el fin de alcanzar el adecuado ritmo de competición, el club ha puesto en marcha su particular plan de acceso para la vuelta a la normalidad.
Así pues, mediante un circuito unidireccional en la Ciudad Deportiva de Paterna, los jugadores estarán siendo sometidos a las pruebas del COVID-19 a lo largo de la jornada. Para ello, el cuerpo médico del club liderado por el doctor Paco López, ha establecido un itinerario para que los jugadores puedan realizar los exámenes médicos con total seguridad.
Los primeros en llegar fueron Parejo, Wass y Piccini, de la mano de Celades, liderando así un escalonado proceso que cuenta con normas muy estrictas. Con sus respectivos guantes y mascarillas, los jugadores han sido forzados a aterrizar en coches particulares, manteniendo una distancia de seguridad desde los aparcamientos y con cero contacto social. Asimismo, tras un fugaz paso por la zona en la que son sometidos a las pruebas de sangre y mucosa que determinarán su posición con respecto al virus, los jugadores son instados a abandonar las instalaciones por otra salida distinta, evitando así cualquier tipo de contacto.
Fueron recibidos por el presidente Anil Murty y por César Sánchez, el director deportivo del club. Estos han querido estar presentes desde primera hora de la mañana, transmitiendo así fortaleza a los jugadores. La plantilla ha aparecido por completo, incluso con algunas novedades. Los canteranos Rivero, Guillamón, Molina, Javi Jiménez, Esquerdo y el juvenil Hugo González van a formar parte del primer equipo en el retorno de LaLiga.
En total, serán 60 personas del club las que se verán sometidas a este análisis médico, cuyo resultado se espera el viernes. Así, el conjunto che espera pisar el césped a partir del mismo viernes para encarar de una vez por todas la recta final de la temporada. Pese a los riesgos, la espera se acaba y en Valencia afrontan este peculiar escenario con tremenda ilusión.