Bruno Soriano volvió a sentirse futbolista tras más de tres años sin pisar un terreno de juego. El capitán del submarino amarillo completó las dos sesiones del sábado junto a sus compañeros en el segundo día tras la vuelta al trabajo.
Es la primera vez que lo vemos entrenando desde su lesión en Mestalla en el último partido de LaLiga de la temporada 2016/17 contra el Valencia. Bruno jugó ese partido entre algodones y recayó de su lesión en la rodilla. Desde entonces, se ha especulado varias veces con su vuelta, pero sus constantes recaídas, varias operaciones y los tratamientos de recuperación le han impedido volver a ponerse la camiseta del Villarreal hasta ahora.
La suya es una lesión tremendamente complicada, más aún para un jugador de 35 años con su historial. Sin embargo, el capitán no se rinde y toma a su compañero y amigo Santi Cazorla como el ejemplo perfecto para resurgir de sus cenizas y volver a la élite del fútbol.
El artanense acaba contrato el 30 de junio y habrá que esperar para ver si por fin puede entrar en los planes de Javi Calleja de cara a este sprint final y a la temporada que viene. Lo que todo el mundo tiene claro es que es un hombre muy querido en Villarreal, ya que lleva en el club desde que debutó en 2006. Es canterano y ha estado en las buenas y en las malas. Ha estado en la Champions y se se quedó en el descenso. Todo el mundo se alegra de su vuelta y le desea una pronta recuperación al que fuera internacional con Del Bosque.