Actualmente, por culpa de la crisis del Covid-19, está habiendo poco movimiento en el mundo del fútbol. En cambio, en el Sevilla FC sí se han producido novedades a nivel de Consejo de Administración, tal como informó El Desmarque. Rafael Carrión Amate, consejero de la entidad e hijo del que fuera presidente del club, ha dimitido de su puesto.
Esta dimisión no afecta negativamente a la estabilidad del Sevilla al seguir en vigencia el pacto por la estabilidad accionarial del club, firmado por sus accionistas mayoritarios. Rafael Carrión habría decidido dimitir de su puesto al no acabar de encontrarse cómodo en su papel dentro del nuevo mapa social del Sevilla, tanto en el conglomerado accionarial como ejecutivo del club. Esto provoca que la propia familia Carrión, como le corresponde por el volumen de su paquete accionarial, sea la que busque sustitutos en su entorno.
Además, la dimisión se produce en un marco de paz social generalizada. Actualmente las relaciones entre el presidente José Castro y el grupo accionarial de la familia Del Nido (formado por el expresidente y su hijo, Del Nido Carrasco, actual vicepresidente) pasan por su mejor momento. También forman parte de esta buena sintonía otros consejeros y accionistas como Francisco Guijarro y Carolina Alés. Rafael Carrión, por todas estas razones, habría comprendido que no debía seguir formando parte del consejo, tras varios años y ciclos como consejero de la entidad.
Por tanto, el cambio es simplemente nominal y se mantiene el equilibrio de poderes en el Consejo de Administración entre los accionistas del Sevilla. En conclusión, este movimiento no repercutirá en el gobierno del club, manteniendo la paz social que se alcanzó tras los fuertes rumores, fundados o no, de venta a inversores extranjeros.