La vuelta del fútbol tras el COVID-19 no está siendo tan fácil para los futbolistas como si de cualquier trabajo se tratase. Osasuna, que vive su “virus” propio, en este caso muscular, está siendo uno de los equipos más afectados.
Los jugadores después de dos meses y medio de parón, sometidos a una intensidad y ritmo totalmente diferente a la de los entrenamientos en la ciudad deportiva, están realizando una segunda pretemporada con cierta dificultad. Esta relativa inactividad la están sufriendo en sus músculos una vez se ha comenzado de nuevo con los entrenamientos en el césped. Aunque varios expertos en preparación física comentan que no hay mayor riesgo de lesión por la inactividad, se toman más precauciones para evitarlas. Sin embargo, en estos primeros entrenamientos está siendo mayor al normal.
Son ya tres los futbolistas del Club Atlético Osasuna que pararon sus entrenamientos en el césped durante la semana debido a molestias musculares. La más grave de ellas es la lesión de Moncayola, sufre una lesión fibrilar en el recto anterior de la pierna derecha y es duda para el recomienzo de La Liga . El resto son de menor gravedad. La de Rubén García con sobrecargas en el cuádriceps izquierdo, lo cual en principio no le impedirá ir convocado a los primero partidos. Por último el delantero, Marc Cardona que sufre molestias lumbares que a priori tampoco implican un mayor riesgo para el comienzo de la nueva normalidad. Estos son los tres futbolistas que forman el «virus» muscular que vive Osasuna.
Ya están siendo tratados y esta mañana los dos últimos han completado gran parte del entrenamiento con el resto del grupo. Máximas deben ser las precauciones sanitarias para evitar el contagio y propagación del virus. En cambio, como podemos comprobar, la preparación física de los equipos será crucial para afrontar el final de la temporada, sobre todo en clubes que se juegan tanto como Osasuna.