La vuelta del fútbol español de primer nivel está a la vuelta de la esquina, los 20 equipos de la primera división ya se encuentran trabajando para volver en el máximo nivel físico y mental posible y así, intentar lograr los objetivos fijados en el principio de la temporada.
En el caso del Villarreal, se fueron al parón en una “cómoda” octava posición con 38 puntos en total, pero con una serie de malos resultados, ganando un solo encuentro de los últimos cinco, donde prácticamente sepultaron sus aspiraciones europeas. Pero no todo está perdido, la situación del equipo ha cambiado radicalmente respecto a la temporada que antecede a la actual, los problemas con un potencial descenso han desaparecido, y el equipo puede luchar por instalarse en la media tabla.
Pero para ningún equipo va a ser un camino de rosas esta vuelta a la actividad competitiva, y desde luego para el Villarreal esto no va a ser la excepción. El primer partido post-parón de LaLiga para el Villarreal será en contra Celta de Vigo en Balaídos, y como primer handicap en contra, “el submarino amarillo” no podrá contar con la presencia de su entrenador, Javier Calleja, o al menos en el banquillo, debido a que el estratega madrileño fue expulsado en el partido en contra del Athletic por protestar un penalti.
Esta situación trajo consigo una sanción de dos partidos, de los cuales ya ha cumplido el primero de estos, en su juego más reciente en contra del Leganés.
Aunado a todo esto, el Villarreal no podrá contar con su lateral derecho titular, Rubén Peña, el cual en su último partido liguero vio la quinta tarjeta amarilla, así que tendrá que disfrutar de este partido desde la comodidad de su hogar, y por si no fuera poco, “los amarillos” tendrán que controlar de mejor manera la característica intensidad con la que suele competir, esto gracias a que hay varios jugadores que están al borde de ganarse una sanción causada por la acumulación de tarjetas amarillas, como es el caso de, Gerard Moreno, Pau Torres, Vicente Iborra y Manu Trigueros.