Andoni Goikoetxea: «Después de la lesión, Maradona fue el mejor jugador»

Segunda parte

P. Cambio de aires. ¿De donde surgió la opción del Atlético de Madrid? ¿Cómo fueron tus tres temporadas en el equipo colchonero?

R. “Fue una experiencia bonita, no fueron mis mejores años de fútbol por que ahí tuve la lesión que nadie desea. Allí estuve casi un año con un problema de tendón de Aquiles. Tuve un problema con una tendinitis, que no fue rotura, no hubo rotura de tendón de Aquiles, fue una tendinitis mal gestionada y al final estuve mucho tiempo, pero muy buena experiencia.

Había un gran equipo, fue la llegada de Jesús Gil en el año 87, él quiso que yo fuese al Atlético de Madrid y yo ya había dado todo en el Athletic y bueno yo creo que era el momento oportuno. 

Fueron 3 años muy bonitos, del 87 al 90, y bueno pues fíjate que equipazo. Estaba Futre, estaba el Pichón Marcos, estaba con Artetxe, en paz descanse, en el centro del campo, con Txus Landaburu, con Julio Salinas, Roberto López de Ufarte… había un auténtico equipazo.”

P. Repasando tu carrera resulta difícil no mencionar a Maradona. Nosotros queremos preguntarte por el Diego futbolista. ¿Cuál era su mayor virtud en el campo?¿Recuerdas algún detalle de calidad que te sorprendiera en especial?

R. “Maradona fue el mejor futbolista de la década de los 80 y todo fue posterior a la lesión. Hay que reconocerle que hasta llegar al Nápoles, con el que ganó varios Escudetos, hasta entonces no ganó nada, todo fue posterior a la lesión, que fue en el 83. Diego no había ganado nada.

Maradona fue un crack. Fue ese fenómeno que lo tenía todo. Era rápido, era muy potente, muy fuerte, bajo y “chaparrito”, pero muy fuerte y rápido. Una técnica como no la ha tenido ninguno con el balón. En las faltas al borde de la portería era sumamente peligroso y además era un líder en el campo, era carismático. 

Yo siempre digo que las estrellas en el fútbol son esas que a veces ellos solos son capaces de ganara el partido y Maradona lo era capaz. Siempre acompañado de todo el equipo claro, pero él era capaz de hacer lo que no hacía nadie, lo mismo que hoy en día Messi hace lo que no hace nadie. Y Maradona era eso.”

P. Hoy en día, después de tantos años del final de tu trayectoria como jugador, ¿cuál sería tu mejor y peor recuerdo?

R. “El peor recuerdo yo creo que siempre son las lesiones que uno ha tenido, aunque siempre me he considerado absolutamente afortunado en lesiones. Ese tiempo cuando estás trabajando en soledad en el gimnasio con el fisioterapeuta que te pierdes un partido, que te pierdes otro y empiezas a pensar en lo que no debes. Las “lesiones” musculares son muy traicioneras y en ese sentido diría que lo peor son las lesiones que he tenido, aunque he sido agraciado. 

Dentro de lo peor, uno solo se acuerda de los triunfos, de lo que has ganado, pero yo también he perdido creo que son 4 finales. La primera la del Betis, en el año 77, 78… no lo recuerdo, que se perdió en el Vicente Calderón. Luego la de la Juventus que se perdió, luego otra también contra el Atlético de Madrid en la Copa y no se si hay alguna más por ahí.

Lo mejor las victorias, en el 82-83 la primera Liga que se gana después de también 30 años, la última que se había ganado entonces fue en el mismo año que nací yo en el 56, osea que era y es difícil ganar una Liga. 

Luego la del año siguiente 83-84, cuando se hace el triplete, ganando la Liga, la Copa, la Supercopa. Bueno pues ahí es cuando uno tiene su mejor recuerdo futbolístico.”

P. Como entrenador, has trabajado en muchos clubes y también en alguna selección durante muchos años. ¿Dónde se sufre más, en el campo o en los banquillos?.

R. “Es totalmente distinto, no tiene nada que ver. En el campo uno sufre y cuando no puede jugar todavía mucho más. Pero el otro sufrimiento de banquillo que lo he tenido, es por que no puedes tú hacer absolutamente nada. 

A veces quieres dar más cuando las cosas no salen bien pero tu estás fuera del campo. Estás reordenando, estás gritando, estás queriendo hacer muchas cosas, tienes posibilidad de hacerlas con modificaciones tácticas, sacando a algún jugador para que vaya bien la cosa, pero fuera también lo pasas mal, porque estás viendo cosas que a lo mejor no te gustan, pero no consigues dar con la tecla para que todo eso vaya mejorando y vaya funcionando.

Son dos cosas absolutamente distintas, una el sufrimiento puede ser físico, por el tema de las lesiones, y como entrenador pues lo pasas mal porque estás fuera, estás con una tensión, estás con unos nervios. Si va todo bien estás relajado, bueno no relajado, pero estás más tranquilo, y si va la cosa mal porque no salen las cosas como tu esperas, pues el estrés es bastante fuerte, es distinto.”

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