La noticia menos deseada por la afición ‘groguet’ es ya una realidad. Tras años de lucha, dos ‘viejos rockeros’ de LaLiga y del Villarreal como son Santiago Cazorla y Bruno Soriano, ponen fin a su etapa en el conjunto amarillo.
Una vez regresaba a ‘El Madrigal’, el asturiano Santi Cazorla devolvía al fútbol español aquello que se llevó con su marcha a Inglaterra: magia, entrega y pasión. Han sido dos temporadas con las que ha tenido el detalle de deleitar y agradar al paladar de todo buen futbolero. Esta última temporada, concretamente, ha conseguido números estratosféricos, despidiéndose así con sus mejores cifras, (11 goles y nueve asistencias). Por su parte, su destino parece estar decidido, y no sería otro que el Al-Saad catarí, donde se reencontraría con Xavi Hernández para ponerse a sus órdenes.
Por otro lado, si Cazorla ha sido un claro ejemplo de afán de superación, Bruno no iba a ser menos. El capitán del submarino amarillo, que llegó a la cantera hace 17 temporadas, sufrió una grave lesión en julio de 2017 que le mantuvo durante tres años apartado de los terrenos de juego. El de Artana, lejos de rendirse, se colocó la armadura y aterrizó en el frente de batalla como si de un legionario romano se tratase. Han sido tan solo seis jornadas las que ha podido disputar, no obstante, tras el encuentro del próximo domingo, será oficial su retirada del fútbol. A sus 36 años, Bruno se ve incapaz de mostrar el mismo rendimiento que sus compañeros.
‘El león no pierde el sueño por la opinión de un rebaño de ovejas’. Exactamente ese ha sido el pensamiento de dos jugadores que, junto a Sergio Asenjo, han sabido de primera mano lo que era sufrir un calvario. En este sentido, pese a las críticas y las malas lenguas que trataban de entorpecer sus recuperaciones, ambos se han encargado de abstraerse y luchar hasta el final.
De esta manera se pone fin a la trayectoria de dos leyendas cuyo único propósito fue demostrar la grandeza futbolística que albergaba Villarreal.