La pandemia por COVID-19 sigue dejando consecuencias nefastas en el mundo del fútbol: El aplazamiento de todas las competiciones, el brote en la plantilla del Fuenlabrada que ha creado gran incertidumbre en Segunda División y la rebaja salarial de varios clubes para afrontar las pérdidas de ingresos son algunas de las medidas que se han tomado. Y uno de esos equipos es el Athletic Club. La dirección deportiva del cuadro bilbaíno intentará abaratar el coste del primer equipo tomando decisiones importantes.
Las ya salidas aseguradas de Aduriz, Beñat y San José, junto con la más que posible marcha de Iago Herrerín, aligerarán la masa salarial, ya que son los jugadores que más cobran de la plantilla. Aun así, se antoja complicado ver algún fichaje en el próximo mercado estival. Javi Martínez, Álex Berenguer o Stéphane Rufier han sonado para reforzar el Athletic, pero el alto coste de sus incorporaciones dificulta la llegada de estos tres futbolistas.
Las dificultades económicas provocan que Gaizka Garitano tenga que apostar por los canteranos para reforzar al equipo y mantener a los jugadores más importantes. Oihan Sancet, Unai Vencedor o Jokin Ezkieta harán la pretemporada con el primer equipo que contará con Iñaki Williams, Yuri Berchiche o Unai Nuñez para el próximo curso. La situación de Ganea, Larra y Guruzeta aúnn es desconcertante, y el club todavía no ha decidido el futuro de estos jugadores.
El principal objetivo del Athletic Club la próxima temporada es clasificarse para Europa. No entrar en competición continental le ha costado a Los Leones no ingresar 8 millones de euros. Además, tener el estadio vacío y rebajar la cuota a los socios obligan a la entidad vasca a pelear por obtener un billete a Europa si quiere tener un equipo competitivo.