El Valencia CF se encuentra, actualmente, en unos momentos de enorme incertidumbre de cara al futuro que se aproxima. La nefasta dirección del club ha llevado al cuadro valencianista a sumergirse de lleno en una crisis económica y deportiva.
La recesión económica originada por el COVID-19 ha trastocado los planes de la directiva valencianista. El presupuesto para esta temporada ha sido notablemente reducido, factor que está originando la salida de pesos pesados de este club, con las ya oficializadas de Parejo y Coquelin. Dichas salidas se deben a la imposibilidad del club de hacerse cargo de las fichas de los jugadores.
Ante este caso, el club ha trasladado a los jugadores su imposibilidad de afrontar el pago de los salarios y, a cambio, le han ofrecido pagarés que podrán cobrar en septiembre de 2021. Esta noticia ha sido acogida con indignación por los futbolistas, los cuales, según desvela el diario Las Provincias, se han reunido con la directora financiera del Valencia, Inma Ibáñez, para explicarles lo acontecido y recibir respuestas ante el cobro de las fichas.
Sin embargo, Inma Ibáñez, ante la indignación de la plantilla, ha transmitido a los jugadores que podrán cobrar los salarios desde el próximo mes de septiembre de este año. Sin embargo, esto originará una deuda en los bancos que tendrá que responder el club ché, y si no tuviesen suficiencia económica para avalar esa deuda con el banco, el Valencia CF podría sufrir un descenso administrativo y perder la categoría.
Duros momentos está viviendo estas semanas el Valencia Club de Fútbol. Un descenso administrativo se avecina en el horizonte, pero la directiva Ché espera sufragar estas adversidades y tratar de sacar al club de esta situación y poder revivir en el próximo curso los éxitos cosechados en las pasadas temporadas.