El deterioro de la institución valencianista a manos de los singapurenses Anil Murthy y Peter Lim parece no llegar a su fin. Tras la pésima gestión económica a los mandos del club y la desastrosa planificación deportiva de este verano, desprendiéndose de sus estrellas y sin caras nuevas para suplirlas, toca terminar por dar de lado a la afición ché.
Desde 2017 ya se vienen encontrando desavenencias entre afición y dirigentes. Por aquel entonces, la directiva, tras unos percances con algunos aficionados, tomó la decisión de expulsar del estadio a algunos socios y accionistas del club. La afición no tardó en reaccionar y la grada de animación “Curva Nord” tomó la decisión de parar su actividad silenciando Mestalla.
El siguiente gran encontronazo de directiva y afición, fue a raíz del sorprendente despido del entonces entrenador Marcelino. Tras el triunfo en la Copa del Rey frente al Fútbol Club Barcelona y su clasificación para la Champions League, con la liga comenzada tomaron la decisión de prescindir de los servicios del asturiano, acción que ni jugadores ni afición compartían.
El último acto que degrada aún más si cabe la imagen del club ante la afición, tiene que ver con un pequeño aficionado llamado Cristóbal. El pequeño requiere de unos productos ortopédicos de elevados costes para cubrir sus necesidades diarias como comer, asearse o caminar.
Los familiares se pusieron en contacto con el club hace un año con el fin de obtener una ayuda para cubrir dichas necesidades. Obtuvieron una rápida citación en la que Cristóbal se reunió con los capitanes del club, en aquel entonces Parejo, Rodrigo y Jaume. La felicidad y alegría tanto del niño como de su familia era enorme al sentir el apoyo del club tras la citación.
Un año después, siguen si tener noticias de un club que al parecer lo único que hizo fue utilizar la problemática de un aficionado para lavar su imagen tras el revuelo ocasionado por el cambio de entrenador.
De sobra es sabido, que ni club ni jugadores tienen ninguna obligación respecto a estos temas, pero tras hacerlo público y obtener el aplauso del aficionado, deja mucho que desear la actitud con la que ha terminado gestionando el tema.
Nos encontramos ante una directiva que se queda pequeña ante una gran afición y un gran club histórico como es el Valencia CF.