Este domingo será recordado durante meses por los aficionados del Athletic club de Bilbao por el aluvión de noticias que fueron llegando durante el transcurso del mismo. Estaba siendo un comienzo de temporada muy movido tanto en los ámbitos deportivos como financieros y todo ello ha acabado explotando durante el transcurso de las últimas semanas.
Primero fue la asamblea de socios compromisarios del pasado 27 de diciembre la que dejó en evidencia a la directiva actual y su proyecto. Ninguna de las propuestas presentadas por Aitor Elizegi fue aprobada en la urnas, ni tan si quiera la renovación de una grada popular que el aficionado lleva pidiendo a voces desde la inauguración del nuevo San Mamés, pero que tampoco está dispuesto a aceptar a cualquier precio.
Días más tarde el primer equipo perdía el derbi vasco en San Mamés dejando una vez más una pobre imagen y un juego rácano y con falta de ideas que volvía a demostrar que el proyecto de Gaizka Garitano carecía de crédito alguno para afrontar el resto de la temporada.
Agur a alguien de la casa
El técnico de Derio era sustituido durante la tarde de ayer a pesar de la victoria de su equipo por un gol a cero ante el Elche. Una destitución que llevaban tiempo esperando los aficionados del club rojiblanco pero que pocos confiaban en que llegase tras los tres puntos conseguidos ante el equipo de Jorge Almirón.
Garitano cerró así su época a las órdenes del primer equipo de Lezama al que resucitó a su llegada al banquillo y con el que consiguió la clasificación para una final de Copa aún por disputar el próximo 4 de Abril en el estadio de La Cartuja.
A su llegada construyó un equipo muy sólido defensivamente dando personalidad a la plantilla y marcando un estilo de juego que parecía dar resultados, consiguiendo un gran arranque de temporada con varias imbatibilidades para la meta protegida por Unai Simón. Pero el equipo fue poco a poco perdiendo esos atributos y el crédito del entrenador desaparecía con ellos.
Seguramente sea injusto que Gaizka no pueda disputar esa final que consiguió eliminando al Barcelona a partido único y al Granada en semifinales, pero el equipo mostraba cada vez más símbolos de deambulación y vacío en cada partido y esas no son formas de disputar una final.
Gaizka hizo su trabajo sacando al equipo del pozo y dándole algo de personalidad pero parece obvio que hasta aquí es donde puede dar y que miras más altas le quedan grandes. Además, sus declaraciones mediocres y resultadistas muestran que ni él mismo tenía fe en poder aportar algo mejor en la primera plantilla.
Hola a un viejo enemigo
Marcelino García Toral será quien sustituya en el cargo al técnico de Derio. Así lo hizo saber la directiva antes de que finalizase el día de ayer. El nombre del entrenador asturiano llevaba sonando semanas para el banquillo rojiblanco y parece que la negatividad de los socios compromisarios y la derrota ante la Real Sociedad, han hecho efectiva la contratación hasta junio de 2022.
En su día se convirtió en enemigo público de la afición rojiblanca por diferentes declaraciones en las que aseguraba que los leones contaban con ayudas arbitrales, pero ahora parece quedar todo en el olvido para poder paliar la crisis en Bilbao. Además, qué mejor oportunidad de ganarse la confianza de la afición bilbaína que devolviendo la gabarra tras la consecución de la tan esperada final de la Copa del Rey.
Ahora habrá que ver cómo Marcelino adapta su 1-4-4-2 en esta primera plantilla y cómo amolda a ello a jugadores tan importantes para los leones como Iker Muniain o Iñaki Williams, que tendrán que acostumbrarse a las tácticas de su nuevo entrenador. Y todo ello debe hacerlo en un tiempo récord, ya que el Athletic juega este miércoles contra el Barcelona y el sábado contra el Atlético de Madrid, dos choques de alto nivel que servirán para poner a prueba las ideas del nuevo entrenador que empieza su andadura en novena posición, con un total de veintiún puntos.