Han tenido que pasar 14 jornadas para que CA Osasuna se reencontrara con la victoria, y volviera a sumar tres puntos. Habían sido muchos los partidos en los que el equipo rojillo mereció más, pero no conseguía imponerse.
Para ver la última victoria liguera de Osasuna teníamos que irnos hasta el 24 de octubre, frente al Athletic Club. Lo cierto es que al equipo de Jagoba Arrasate no le estaba sonriendo la fortuna, hubo algunos partidos en los que merecieron más pero la moneda salió cruz. Frente al Granada, después de tres meses, por fin la suerte se puso de su lado.
Arrasate volvió a introducir cambios en este último partido, y vimos un tridente de ataque muy poco habitual, con kike Barja, Budimir y Jony, que volvió a lesionarse. Y lo cierto es que no pudo salir mejor la apuesta, el delantero croata anotó dos goles, uno de ellos a pase de Barja, y el otro tras un centro de Jony que generó confusión en la defensa rival. Budimir estuvo muy atento en ambas jugadas y pudo anotar dos goles muy importantes para su equipo.
Hace pocos días, Braulio, director deportivo de Osasuna, ratificó al 100% a su entrenador: “El barco lo pilota el capitán que es Jagoba, el teniente es Bittor y la tripulación somos el resto. Y el barco llegará a puerto o no, pero con el mismo capitán. Si nos hundimos, nos hundimos todos”, no dejó lugar a dudas.
En el mundo del fútbol es muy habitual que sea el entrenador el eslabón más débil, y por tanto sea quien pague con su despido una mala dinámica del equipo. Pero Osasuna tiene al mejor entrenador posible, además de que Arrasate ha sabido ganarse a todos y cada uno de sus jugadores desde el primer día.
En definitiva, una “rara avis” en el fútbol, un club que confía plenamente en su cuerpo técnico, algo que sin duda respalda el trabajo que se hace día a día en un equipo. Osasuna vuelve a estar fuera de los puestos de descenso, y con unos ánimos completamente renovados.