Noche de estrenos en el Tottenham Hotspur Stadium, donde Tuchel ganó la partida a Mourinho, asestando al portugués su primera derrota en un derbi esta campaña y sumando al mismo tiempo su primer triunfo al frente de los ‘blues’. Se percibe un cambio de mentalidad en el plantel azulón, donde apenas ha transcurrido una semana desde la llegada de Tuchel a Londres y ya se siente una corriente diferente en el aire, claramente a mejor, con cuatro puntos de seis posibles y dos encuentros consecutivos con la portería a cero, datos que parecían imposibles de imaginar hace tres jornadas.
No ha tardado Tuchel en revolucionar las filas del Chelsea, que desde el primer minuto de partido dejó constancia de su mejoría, dominando el control del esférico, con un juego más ágil y que complicó de continuo la zaga defensiva de los ‘spurs’, con un Werner que parece recuperar la confianza sobre el verde y que, a pesar de no anotar entre los tres palos, fue el protagonista de una jugada en el 23′ que permitió el tanto ‘blue’, en una disputa del cuero ante Eric Dier, provocando que el error del central y el consiguiente penalti. Jorginho no perdonó en los once metros. Tras el tanto siguió el monólogo de los de Tuchel (70% de posesión en la primera mitad), que no permitían acercamientos claros por parte de la ofensiva del Tottenham, donde Carlos Vinícius parecía perdido sobre el césped y Son añoraba la compañía de Harry Kane (lesión de tobillo).
Tras el descanso, los de Mourinho saldrían con otra cara, incomodando el juego del Chelsea y con una presión más elevada en la salida del balón. No obstante, y a pesar del esfuerzo ‘spur’, los ‘whites’ no lograron perforar la meta defendida por Mendy, donde la ocasión más clara de gol llegaría en el 87′ a través de un remate de cabeza ejecutado por Vinícius, pero ya era demasiado tarde. Durante el choque se apreció cierta intranquilidad en la medular del Tottenham, donde entradas precipitadas y a destiempo impidieron hilar una buena construcción de sus jugadas, a diferencia del cuadro ‘blue’, que con Mason Mount como faro iluminó con firmeza el camino a seguir a través de las agitadas aguas del norte de Londres.
Victoria clave en las aspiraciones del Chelsea, que asciende hasta la sexta plaza y se posiciona a tan solo dos puntos de Europa. El cuadro de ‘Special One’ cae estrepitosamente a la octava posición, sumando su tercera derrota consecutiva y rompiendo a su vez un registro que había mantenido Mourinho durante toda su carrera en la Premier: primera vez que pierde dos encuentros seguidos jugando en casa.