La poca estabilidad de la temporada del equipo vitoriano habiendo cambiado de entrenador poco antes del ecuador de la temporada y con las malas sensaciones en el juego se muestran de forma clara en el sistema defensivo del equipo dirigido por el “Pitu” Abelardo. El equipo blanquiazul hace aguas en defensa y eso es una realidad que todos saben. En el último partido contra la Real Sociedad recibió cuatro goles, en el anterior cinco contra el Barcelona y por desgracia, ser goleado está siendo habitual para los aficionados babazorros.
El equipo cumple sus 100 años de historia siendo el tercer equipo más goleado de la liga con treinta y ocho goles en contra, y solamente superado por Cádiz con cuarenta y Granada con cuarenta y un goles. “El equipo baja los brazos una vez recibe el primer gol”, así lo dijo su entrenador en la rueda de prensa posterior al partido contra la Real Sociedad. Esto es un grave error ya que el Alavés tiene como objetivo la salvación y afianzar su proyecto en la máxima categoría del fútbol español. Credenciales hay, ya que arriba dispone de dos puntas con mucho gol, Joselu y Lucas Pérez. Por eso, el “Pitu” se centra en mantener ordenado el equipo y no conceder tantas ocasiones de gol en todos los partidos. Otro de los motivos que puede explicar el carrusel de goles que ha recibido en tantas ocasiones el Alavés son las sanciones, ya que es el equipo que más veces ha jugado con un jugador menos en esta campaña, hasta en seis ocasiones han visto la tarjeta roja.
El equipo vitoriano está un punto por encima del descenso y en el siguiente partido, se enfrentará a Osasuna, rival directo por la salvación. El tramo final se presenta duro para el Alavés e incluso el futbolista Martín califica como “finales” todos los partidos que quedan. Sin duda, una difícil situación pero Abelardo está experimentado en hacer milagros como ya saben bien en Gijón, salvando al equipo en la última jornada de liga.