30 segundos. No necesitó más el Manchester United para dejar constancia sobre el césped que este derbi tenía color rojo infernal. A pesar que el dominio de los ‘citizens’ fue abrumador durante todo el encuentro, los diablos convirtieron las escasas ocasiones que tuvieron en sus botas y, por medio de Bruno Fernandes a través de la pena máxima en el 2′, y posteriormente Luke Shaw en el 49′ con un zurdazo cruzado que batió sin miramientos a Ederson, los ‘red devils’ conquistaron por tercera vez consecutiva el bastión celeste.
Durante la primera mitad y tras el gol convertido por el centrocampista portugués apenas transcurridos dos minutos de choque, el conjunto de Guardiola despertaría del leve letargo inicial y daría paso a la ofensiva. No obstante, los de Solskjaer tenían bien claro que no necesitan el control de esférico para arruinar la racha de victorias del City, que finaliza en 21 tras la derrota sumada. El cuadro ‘devil’ se mostró implacable en defensa, arruinando una tras otra las acometidas generadas por los ‘citizens’, que no lograron generar sensación de peligrosidad hasta los instantes finales de la primera parte, donde Mahrez tendría la oportunidad de igualar las tornas con un disparo cruzado que se marchó desviado y al que estuvo a punto de conectar Gabriel Jesús en el palo largo de la meta defendida por Henderson. El joven portero inglés acumula cuatro encuentros sin conceder ni un tanto en contra.
La segunda mitad alteraría de nuevo los planes del técnico catalán, pues la madera impediría que Rodri anotara el 1-1, sumiendo aún más en el caos al conjunto celeste que, por medio de las botas de Shaw, vería como el 0-2 subía al electrónico en un zurdazo raso ejecutado por el lateral que dejó en el sitio a Ederson. El planteamiento del derbi siguió como estaba previsto, con el Manchester City volcado en ataque y los diablos esperando posibles contras, con Fred y McTominay como principales referencias defensivas en un partido en el que sobresalieron en todos los aspectos.
Los de Guardiola gozarían de más ocasiones para intentar equilibrar el resultado, pero ni la fortuna ni la precisión estuvieron de su parte, con Phil Foden enviando en el 74′ un chut desde el área pequeña a la grada y con Sterling errando lo que hubiera supuesto el 1-2, donde Walker colgó un centro teledirigido a los pies del internacional con Inglaterra, pero que acabó sin obtener el resultado esperado, marchándose el cuero entre las piernas del delantero.
0-2 y tercera victoria consecutiva en el Etihad para los diablos, que logran igualar un registro que data de los años noventa. El combinado de Solskjaer sigue siendo el único club de las grandes cinco ligas que aún no conoce la derrota a domicilio, manteniéndose así como el mejor equipo visitante de esta campaña.