Se acercaba una de esas noches que se guardarán con cariño en el Estadio de la Cerámica. Villarreal y Arsenal disputaban la ida de las semifinales de la UEFA Europa League, el último escalón para estar presentes el próximo 25 de mayo en Gdansk.
Unai Emery partía con su once de gala, un 1-4-3-3 con Rulli; Pau Torres, Albiol, Pedraza, Foyth; Manu Trigueros, Capoue, Parejo; Paco Alcacer, Chukwueze y Gerard Moreno.
El Arsenal salía comenzaba con un 1-4-2-3-1 con Leno; Holding, Pablo Marí, Xhaka, Chambers; Thomas Partey, Ceballos; Saka, Smith-Rowe, Odegaard; Pepé.
Comenzó el partido y ambos conjuntos mostraban su ambición por conseguir los billetes en la gran final, sin embargo, un tempranero gol de Manu Trigueros en el minuto cinco adelantó a los locales. Samu Chukweueze, tras regatear varios centrales dentro del área, dejó un balón perfecto para que su compañero rematase al poste izquierdo donde no pudiese llegar Leno.
Trató de rehacerse el conjunto de Mikel Arteta con un par de centros al área de Gerónimo Rulli que no consiguieron encontrar destinatarios, pero los de Emery, con una posesión larga consiguieron calmar los estímulos londinenses.
El submarino amarillo puso el 2-0 en el marcador tras botar un córner que peinaba Gerard Moreno y Raúl Albiol remataba en el segundo palo. Muy acertado los castellonenses, que, sin necesidad de crear excesivo peligro, habían aprovechado las dos únicas llegadas que habían tenido hasta el momento.
En el minuto 35 el árbitro señalaba la pena máxima después de que Foyth derrumbara a Pepé dentro del área, pero una buena actuación del VAR anuló la penalización por una mano previa del delantero francés al comienzo de la jugada, quien se ayudó de su brazo izquierdo para hacer el control.
El primer tiempo finalizaba con una falta peligrosa para cada rival. Odegaard era quien botaba el centro de los gunners, pero el remate de Chambers se marchaba desviado por el poste izquierdo. Paco Alcacer fue el encargado de la última ocasión de la primera mitad, con un disparo de falta que se marchaba directo a las manos de Leno.
Finalizaba la primera mitad con un 2-0 en el marcador, un resultado que cualquier aficionado groguets hubiese firmado antes del pitido inicial.
Arrancaba la segunda parte con movimientos en el banquillo del Villarreal, entraba Coquelin por un Paco Alcacer que se marchaba con molestias.
La noche no podía ser peor para Mikel Arteta, Dani Ceballos, quien había visto la amarilla en la primera parte, vio la segunda en el minuto 57 después de que ya se jugase la expulsión minutos anteriores. Lo curioso de esta situación es que el técnico donostiarra estaba preparando el cambio para no arriesgar a su mediocentro. Tras la expulsión, el Villarreal se engrandeció aún más y pudo sentenciar definitivamente el partido, incluso la eliminatoria con los disparos de Chukweueze y Gerad Moreno que Leno despejaba.
En el minuto 71 el árbitro decretaría un penalti que no quedará lejos de la polémica. Saka chocaba con Manu Trigueros dentro del área y este caía para señalar una pena máxima que transformaría Nicolas Pepé. Comenzaban a llegar las malas noticias para el cuadro castellonense, quien se quedó con diez después de que expulsaran a Capoue en el minuto 77, quien, además, debió marcharse en camilla tras salir doloroso en la acción de la expulsión.En tan solo diez minutos se había complicado una eliminatoria que a priori tenían bajo control, por ello, Emery movió banquillo introduciendo a Moi Gómez y Alberto Moreno por Pedraza y Trigueros.
El partido finalizaría con una parada salvadora de Geronimo Rulli después de un disparo de Aubameyang a media vuelta. Sin embargo, el submarino se marcha con una sensación de no haber hecho del todo los deberes, ya que tuvo en sus manos sentenciar el partido, pero se la juega todo a la vuelta en el Emirates Stadium.