Análisis | La productiva cesión de Bryan Gil en la SD Eibar

Tras siete temporadas, la SD Eibar dice adiós a la Primera División española tras una campaña muy irregular llena de sombras. Pero donde pudieron brillar algunas luces, como es el caso de Bryan Gil, que se contrasta como un gran futbolista, preparado para competir al máximo nivel con el Sevilla FC.

El gaditano tuvo un impacto inmediato en la plantilla, y ya desde el primer partido tuvo influencia en el juego del equipo. Debutó el 18 de octubre del año pasado frente al Osasuna, y en aquel partido solo disputó 20 minutos, tiempo más que suficiente para demostrarle a Mendilibar que se trata de un jugador especial, capaz de cambiar el ritmo de un partido con su desequilibrio y habilidad. A partir de ahí se volvió una pieza clave para su entrenador, que le dio 9 titularidades seguidas, de hecho, los únicos partidos en los que Bryan no ha jugado de titular ha sido por lesión o problemas físicos.

En cuanto a su juego, hay un factor clave que ha marcado su progresión, la confianza. En cuanto el de Barbate se sintió cómodo en el campo y con la confianza del entrenador y de sus compañeros, pudo desplegar todo su potencial en la banda, siendo decisivo en los partidos y mejorando a sus compañeros en muchas facetas del juego. Comparando sus números con respecto a los de la temporada pasada, en Leganés tan solo disputó 553 minutos y anotó un gol, esta temporada ha logrado nada menos que 2271 minutos, cuatro goles y tres asistencias. Una diferencia más que significativa, y que representa la gran mejora a nivel físico y mental que ha logrado a lo largo de este último año.

Si entramos en datos aún más específicos, apenas hay aspectos del juego y estadísticas que no haya mejorado. En acciones ofensivas, ha mejorado su porcentaje de tiros a puerta (de un 28,6% a un 37,5%), sus “expected goals” (de uno a 3,9 goles), su acierto en el pase (de un 65,6% a un 68,2%), sus “expected asist” (de 0,9 a 5,2), ha creado una media de cuatro acciones potenciales de gol por partido y ha logrado un 57% de regates exitosos entre otras muchas más estadísticas.

Y es que Eibar no ha sido un destino elegido al azar para el gaditano, el club armero reunía todas las condiciones para hacer progresar al canterano sevillista, y desde el club hispalense eran conscientes de que en el equipo guipuzcoano iba a mejorar no solo a nivel futbolístico, sino que también iba a aprender valores fundamentales en el fútbol como el trabajo duro, la perseverancia, las ayudas defensivas y el no rendirse hasta el último minuto. Además, Mendilibar ha sido el técnico perfecto para su progresión futbolística, y como ambos han admitido en más de una ocasión, le ha enseñado mucho a nivel defensivo, como realizar de forma correcta una presión, ha mejorado de forma notoria su capacidad para leer las ayudas defensivas, y sobre todo ha ganado una potencia física que le permita aguantar todo un partido a ese ritmo tan alto.

A nivel de equipo, ha sido uno de los líderes de la plantilla, siendo el séptimo jugador con más minutos (pese a haberse perdido varios por lesión y haber empezado la temporada más tarde que sus compañeros), es quien ha sacado los córneres desde el lado derecho, quien más regates ha hecho, segundo máximo goleador, máximo asistente (junto con Edu Expósito), el jugador de ataque con más pases, etc. Datos que reflejan su importancia en el juego.

Ahora, tras una temporada sensacional en la que se ha conformado como futbolista de Primera División, a Bryan le toca mirar la próxima temporada con optimismo y luchar por hacerse un hueco en una plantilla de Champions League como la del Sevilla, equipo en el que se ha criado como futbolista y donde se espera que sea un jugador para muchos años.

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