La mayoría de las veces, los equipos grandes que ganan los títulos europeos hacen referencia a ciudades enormes con un gran potencial económico o cultural, ya sea Madrid, Londres o Múnich entre otros. Sin embargo, de vez en cuando algún equipo da la sorpresa y salta al estrellato representando una ciudad mucho más pequeña de lo habitual y rompiendo con dicha dinámica.
Este es el caso del Villarreal, que ayer, 26 de mayo de 2021, día marcado en el calendario a partir de ahora para todos los groguets, se proclamó campeón de la Europa League.
Este equipo, perteneciente a la Comunidad Valenciana y más concretamente a la provincia de Castellón, proviene de una ciudad muy pequeña, la cual podría considerarse un pueblo, llamada Vila-real y que cuenta con aproximadamente 50.000 habitantes.
El triunfo de ayer es el triunfo de un pueblo entero, de un equipo que ha hecho muy bien las cosas desde su comienzo y que desde el primer momento apostaron por la cantera, la cual ha sido la base para conseguir lo que han conseguido.
De esta manera, el Vila-real se ha convertido en la ciudad europea más pequeña en ganar un título continental, en este caso de la Europa League. El único precedente que se conoce de equipos que hayan conseguido ese hito sin llegar a los 100.000 habitantes, es el caso del Mechelen. Este club de la liga belga, cuya ciudad es Malinas, cuenta con 88.000 habitantes y en su palmarés se hayan la Recopa y la Supercopa de Europa lograda en la 87-88.
Aunque ha habido ciudades como Mónaco, que cuenta con 35.000 habitantes, cuyo equipo se quedó a las puertas de la gloria al perder la final de la Champions League ante el Porto en la temporada 2004.
Este título del Villarreal llega en un momento en que se debate aún por la posible creación de una Superliga, donde jamás pudiésemos haber presenciado lo que logró ayer el submarino amarillo, venciendo a un grande de la historia como es el Manchester United y trayéndose el título para España.
En definitiva, lo que sí que está claro es que este equipo, este club y esta afición se merecían una alegría como la de anoche y ojala a partir de ahora vengan muchas más.