Monchi compareció ayer en el Sánchez-Pizjuán para mantener una charla con el programa “Cara a Cara” de Canal Sur Televisión, donde repasó gran parte de la actualidad sevillista y de su propia biografía.
Monchi no se cortó a la hora de hablar sobre el delicado tema de Sergio Ramos y la relación que el camero mantiene con la afición sevillista desde su traspaso al Madrid: «Me da pena, me gustaría romper una lanza a favor de Sergio. Igual que la venta de Reyes nos dio mucho, la de Sergio también. Posiblemente nos confundimos todos en el mensaje. Levanto la mano el primero porque no fuimos capaces de vender bien esa venta como lo hicimos con José Antonio. Reyes siempre fue querido y Sergio… Espero que el tiempo quite esas heridas y sea reconocido como lo que fue, un magnífico jugador que nos dio mucho» afirmó.
El Director Deportivo General del Sevilla FC también fue cuestionado sobre su desempeño en las funciones deportivas del club y cómo llegó a ser elegido para dicho puesto: «A don Roberto Alés le debo estar aquí hoy. El equipo descendió, se fue Carrión y llegó Alés. Quería buscar un nuevo entrenador y un secretario técnico. Me llamó a su despacho y cuando me llamaba era para hablar de penas porque no teníamos ni para pagar los balones. Me preguntó ‘¿tú quieres ser director deportivo?’ Tengo muchos defectos y uno es que no sé decir que no. Si me pregunta que si quiero ser el que pinta el campo también le hubiera dicho que sí porque Roberto era un tío de verdad. Le dije que sí y a los diez segundos me dije ‘¿a qué has dicho que sí?’ Recuerdo que llegué a mi casa, se lo comenté a mi gente y me dijeron ‘¿y eso qué es?’ Pues fichar jugadores»
Sobre si hay un algún secreto para ser tan bueno en su trabajo, el de San Fernando lo deja muy claro: «El único secreto en la vida es el trabajo, se lo escuché en su día a Valdano. El éxito solo está por delante del trabajo en el diccionario, es el único camino. No es el secreto de Monchi, es el secreto del Sevilla. El club ha sabido crear un ambiente donde la persona está a gusto porque cuando la persona está a gusto, el futbolista sale»