Un sábado 14 de diciembre de 2019, Borja Lasso recibía una entrada criminal en el partido que enfrentaba al Tenerife y al Alcorcón en el estadio Heliodoro Rodríguez. Hoy, dos años después el canterano sevillista ha anunciado su retirada del fútbol en un vídeo muy emotivo en sus redes sociales.
Una de las estrellas de ese Sevilla Atlético que ascendió a Segunda División de la mano de Diego Martínez y que consiguió un hueco en el primer equipo en la temporada 17-18. Su estancia en el primer equipo fue corta, en enero pasó cedido a Osasuna, donde dejó grandes sensaciones y un golazo por la escuadra en su debut con los rojillos. Volvió a Sevilla para formar parte del plantel que guiaba Pablo Machín en la 18-19, también hasta enero donde pondría rumbo al CD Tenerife. Titular en el equipo canario y dejando huella en la afición, recibió una entrada criminal -que se saldó con tarjeta amarilla para el propio Borja Lasso-, empezó su calvario con ese dichoso tobillo que no le ha dejado volver a hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol.
Reconoció en otras declaraciones que ya pensó en colgar las botas en otras ocasiones, pero pensó que debía seguir luchando. Un “pelotero” de los caros, que movía el centro del campo de maravilla con pases al alcance de muy pocos. El gol no era su principal virtud, pero nadie reconoció su mítico tanto ante el Logroñés, “Goool en las Gaunas” se cantó en la parroquia nervionense, uno de los recuerdos más bonitos de su carrera. El ascenso con, como él mismo dice, su “grupo de amigos” a Segunda División. Se retira un magnífico jugador y el fútbol pierde algo de magia. Tenemos la suerte de decir que hemos visto jugar a Borja Lasso, al que le deseamos mucha suerte en los próximos proyectos y que le vaya bien en esta vida, que le debe una de las gordas.