Vicente del Bosque: “No hay que imitar a nadie, sino aprender de todos”

El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) organizaba un seminario que contaba con varios invitados unidos al deporte como principales protagonistas. El pistoletazo de salida lo daba el exseleccionador nacional Vicente del Bosque, con su intervención en la conferencia titulada “Un vestuario sano vale más que cien horas de táctica”.

El que fuera jugador del Real Madrid, entre otros, y posteriormente entrenador del mismo, habló sobre los entresijos de su etapa en el club blanco y en la Selección española, resaltando en todo momento la humildad y la importancia de trabajar siempre en equipo. Aunque era una conferencia del ámbito del derecho, el salmantino aseguró que el fútbol siempre se relaciona con muchos otros campos y sectores: “Cualquier actividad en la vida va a tener punto de unión con el mundo del fútbol, ya sea directa o indirectamente”.

En relación a su etapa en el Real Madrid, compartió su experiencia en la cantera del club blanco: “Estuve 17 años de supervisor de la cantera del Real Madrid. Mi función después de retirarme fue la de captar talento y absorber a los mejores jugadores para el primer equipo. En aquel momento me sentía muy útil e importante”.

Sobre el combinado nacional recordó su gloriosa etapa dirigiendo a España, en la que logró un Mundial y una Eurocopa: “En la Selección estuve ocho años. Dirigí 114 partidos con solo un expulsado. Esto quiere decir que teníamos generalmente un buen comportamiento. Fue una etapa fantástica de mi vida”. Con ello quería hacer ver que la limpieza y el buen espíritu son siempre conceptos evidentes que deben tener todos los integrantes de un grupo. Sobre la fantástica experiencia al frente de la Selección recordó el día más bonito, pero más duro, que le tocó vivir y gestionar: “Antes de la final del Mundial les dije que solo somos jugadores, era el partido más importante de nuestra vida, pero solo teníamos que disfrutar de nuestra profesión nada más”.

En cuanto al trabajo en equipo, mencionaba al maestro Lázaro Carreter con la frase «El que hace bien una cosa nunca podrá ser culpable sino el artífice”, y lo complicado que es para un vestuario o grupo de trabajo, el surgimiento de conflictos internos que puedan afectarle: “En un equipo el egoísmo no existe. La generosidad se ve muchas veces agredida, por ejemplo, cuando un jugador es cambiado y sabe perfectamente que le están grabando y patalea y no da la mano al entrenador, pero debería ser siempre una cosa a favor. Me gustaría que los jugadores fuesen generosos y que tuvieran inspiración y lealtad con el equipo”.

Respecto a la humildad y comunión de grupo, se mostró un vídeo de Iker Casillas en la final de la Eurocopa 2012, en la que España goleaba a Italia por 4-0 y el guardameta español reclamaba al juez de línea que no se añadiera tiempo añadido y se respetara al rival. Otro ejemplo lo contó el propio Del Bosque, respecto al último Mundial disputado: “Un ejemplo de buen hacer y respeto lo demostraron los jugadores japoneses cuando Bélgica les remontó un 0-2 en contra en el Mundial de Rusia de 2018. Consiguieron ganar los belgas por 3-2 y Japón no tuvo ningún mal comportamiento, marchó al vestuario e incluso lo limpió y lo recogió todo. Eso en España no ocurre, se crea un drama en todas las derrotas”.

Sobre los malos comportamientos, Vicente nombró sin ningún rodeo a Neymar como ejemplo de lo que no se debe hacer en un terreno de juego: “No quería nombrar a nadie, pero Neymar no puede hacer lo que hace. Cuando regatea y finta para mofarse del rival o engañar continuamente al árbitro, no da un buen ejemplo de buen futbolista”

Además, también explicó las diferentes sensaciones que se pueden palpar en un vestuario según el momento en el que el entrenador coja las riendas del equipo y advierta las carencias que hay que mejorar: “En el Madrid tuvimos que gestionar una herencia negativa. Sin embargo, cuando llegué a la Selección obtuve una herencia positiva, veníamos de ganar una Eurocopa” (en referencia a la conseguida con Aragonés en 2008).

Finalizando su intervención, quiso aclarar ciertos factores importantes en cualquier relación laboral, tanto en los trabajadores como en el director o, en su caso, entrenador y en la toma de decisiones en las que tuvo que apartar a futbolistas por el cambio generacional: “No hay que ser inmovilista. Tuvimos que dejar a jugadores fuera que tenían una gran calidad pero necesitábamos aportar sangre fresca en todos los sentidos. Nos ocurrió con Marcos Senna y le relevó Sergio Busquets”.

Para terminar se despidió de los asistentes, tras una charla llena de experiencias y anécdotas que solo una persona como Vicente podría vivir. Su reflexión final era que “hay que adaptarse a los nuevos tiempos y tenemos que ver la vida con los ojos de las nuevas generaciones, y sobre todo y más importante “no hay que intentar imitar a nadie sino aprender de todos”.

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