Análisis| ¿De qué es capaz el Borussia M´gladbach de Marco Rose?

Para comenzar a examinar al Borussia Mönchengladbach hay que remontarse a las últimas temporadas y contemplar el proyecto que se ha formado en la ciudad de Renania del Norte-Westfalia, teniendo como uno de sus ejes la juventud.

El equipo del Borussia-Park lleva varias campañas en una línea ascendente tras el bajón que dio en la temporada 2016/17, en la que acabó noveno. El equipo alemán se sitúa como tercero en cuanto a títulos de la Bundesliga, teniendo en su haber cinco trofeos, cifra idéntica a la que tiene el Borussia Dortmund, segundo en esta tabla por títulos. La época de los 70´ es la más importante en la historia del club, ya que lograron alzar estos cinco trofeos ligueros, además de una Copa Alemana, la Supercopa Alemana, aunque de forma no oficial, y dos Ligas de Europa.

 Marco Rose, natural de Leipzig, es el entrenador de los potros desde el verano de 2019, en el que llegó procedente del Red Bull Salzburgo, donde ganó tres títulos. El técnico formado en la factoría Red Bull plasma de una excelente manera la idea de juego que ha sido elaborada en estas entidades. Parece premeditado que un equipo al que apodan los potros tenga una idea de juego que se basa en los ataques rápidos y verticales, buscando el gol sin sobar la pelota para pillar desprevenido al conjunto rival.

Rose es un instructor con un esquema táctico flexible, pero sus planteamientos iniciales principales son el 1-4-2-3-1 y el 1-4-4-2 en rombo, en el que los volantes ocupan el carril central, es decir, son puros interiores y deshabitan la banda, lugar ocupado por los laterales y la figura del mediapunta es muy necesaria. Si el rival presiona alto en salida de balón, el juego, que empieza por el portero Sommer, se basa en sacar el balón mediante un juego asociativo. En este juego, cada jugador ocupa zonas del campo alejadas, lo que obliga al rival a fijar a sus jugadores muy separados entre sí. Para esta salida jugada, aparte de la fundamental figura del portero, son claves los triángulos que se forman entre laterales, interiores y media puntas-bandas, a través de los cuales se intenta superar la presión rival. En ocasiones, el equipo desahoga el juego mediante el envío de balones largos a la delantera, donde se encuentra Marcus Thuram, jugador con buena capacidad para bajar estos balones.

Si se tuviese que establecer un once titular en esta plantilla, primero habría que dejar claro que Rose rota mucho en este, y más aun disputando tres competiciones. La portería sería para Sommer, veterano en el club y con un papel importantísimo, pareja de centrales formada por Ginter y Nico Elvedi, que combinando experiencia y futuro se han convertido en una de las mejores parejas de la Bundesliga, para la posición de lateral izquierdo se podría considerar a Bensebaini como titular, pero Wendt tiene mucha importancia. El lateral diestro es de Lainer y el rol de pivote lo ocupa Denis Zakaria, otro de los jugadores claves en la plantilla. Siguiendo con los mediocentros tiene una importancia capital Florian Neuhaus, que representa el futuro del equipo, y cuenta con la calidad del actual mediocampista alemán, de una gran técnica. Otras piezas importantes en el mediocampo son Kramer y Hofmann. En la delantera se sitúan tres cimientos del esquema. Un ariete al uso como Plea, Breel Embolo, un jugador que ha pasado de extremo a segunda punta gracias al físico y Marcus Thuram, atacante veloz y vertical. Estos tres de arriba están constantemente intercambiando posiciones, incluso con los suplentes Stindl y Hermann, que tienen mucho protagonismo.

En cuanto a la presión al rival, el Gladbach es un equipo muy asfixiante, ya que lleva esta presión al límite, lo que requiere una alta exigencia física. La presión se produce siempre de manera orientada y con la vital coordinación entre compañeros. En esta presión, cada jugador tiene una referencia, a la que debe buscar para provocar su fallo. Esto lo vemos de forma clara y arriesgada en las salidas de los centrales de zona para perseguir rivales, dejando huecos en zonas delicadas. Al centrar el foco en el juego de Rose se muestran los aspectos negativos y requisitos que se necesitan en este juego tan vertical y rápido, en el que la figura del pivote Zakaria es esencial. El suizo, que tiene grandes aptitudes para ocupar esta posición, entre ellas su despliegue físico y su pericia en la intercepción, debe cubrir las subidas de los laterales, que son partidarios de llegar a línea de fondo, y los huecos que pueda causar esta elevada presión.

Como dijo Marco Rose en su presentación, su filosofía de juego se basaba en la emoción, el hambre y el estar activo, declaraciones que concuerdan con la presión tras pérdida que ejerce el equipo. Esta presión ha dado muchos resultados en forma de goles y es llevada al extremo por sus pupilos. Como ya he comentado anteriormente, la coordinación entre compañeros y la orientación de la presión es crucial para forzar estos fallos rivales que desemboquen en robos del M´gladbach.

Para finalizar, se debe poner la lupa sobre lo competente que está siendo el plantel en la Champions, donde se encuentra primero de grupo y no ha perdido ni ante Real Madrid ni Inter. Llegados a este punto hay que hacerse alguna pregunta, ¿cuál es el techo del equipo alemán? Puede que su objetivo se encuentre en desbancar al Leipzig del tercer puesto, para instaurarse como tercero y presionar al otro Borussia, el de Dortmund. Sin duda se muestra un proyecto con un excelente futuro en el cual, la formación y la influencia alemana será cada vez mayor en Europa.

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