Inefable. Mayúsculo. Enorme. Muy pocos o ningún adjetivo existe para este Cádiz CF. Un equipo que tan solo hace cinco años se encontraba hundido y olvidado en el pozo de la maldita segunda división “B”. Un club que, recién ascendido a este año a primera división, se ha convertido en un auténtico matagigantes. Los de Álvaro Cervera han sido capaces de merendarse a todo un Real Madrid en el Di Stéfano y a otro de los mejores equipos del mundo, el FC Barcelona, en la primera vuelta de esta temporada liguera 2020-2021.
Y es que el mencionado arriba tiene gran parte de la culpa. Un entrenador que llegó a tierras gaditanas cuando nadie creía en este equipo. Cuando todos pensaban que les quedaba volver a tragar polvo del pozo. Y hasta entonces, el resto es historia. Álvaro Cervera ha conseguido crear, desde que todo empezara a fraguarse allá por 2016, un auténtico ejército de leones amarillos. Un ejército donde todos pelean a una, compiten, sacan el pecho con orgullo e incluso es capaz de devastar enormes torres madrileñas y catalanas. Ha sido cuestionado mil y una veces por el mundo del fútbol, incluyendo a aficionados gaditanos, por su peculiar manera de entender y plasmar el fútbol en el césped. Pero señoras y señores, lean bien: ver a este Cádiz competir es digno de admiración y orgullo. Once futbolistas sobre el campo que se vacían en cada partido, con tal de brindar una feliz sonrisa a sus aficionados una vez por semana. Han logrado formar un gran bloque y ya nadie les puede parar, porque cada uno de ellos tiene en su piel grabado a fuego: LA LUCHA NO SE NEGOCIA.
Y ya puede venir el que sea. Este Cádiz jamás tirará un partido por la borda antes de que se jueguen los 90 minutos y le va a plantar cara a todo el que se le ponga por su camino. Ya puede ser el 13 veces campeón de Europa o el todopoderoso equipo del sextete. Eso sí, no podemos negar que la grandeza de este club nace de la humildad: un club con la vista en el horizonte, pero con los pies en la tierra. Es exactamente eso lo que les hace ser uno de los equipos más en forma del momento. Y no hablo de grandes aspiraciones (que las hay). Aludo al orgullo que han generado en toda una ciudad que siente que los futbolistas que visten de amarillo en cada partido luchan a vida o muerte cada balón como si de la última pelota se tratase.
Y a los hechos me remito. Son 18 puntos en 12 partidos lo que les hace haber tenido un comienzo de temporada inmejorable: batiendo récords, ganando puntos fuera de casa, con pocos fichajes (pero muy buenos) en el último mercado veraniego, etc. hasta el punto de colocarse en la zona media-alta de la clasificación. Pero, sobre todo, nunca lo olviden: han conseguido que todos aquellos que se enfundan la camiseta amarilla en el día a día se sientan orgullosos de que su equipo ahora esté en boca de los que aman este bendito deporte.
¿Quién se lo iba a imaginar? ¿Quién creía que este equipo llegaría 15 años después a la categoría de oro del fútbol español arrasando a Real Madrid y Barcelona? Nunca den al Cádiz por muerto, porque este equipo ha demostrado saber luchar juntos contra cualquier adversidad y, cuando esto sucede, ocurren prodigios como el que estamos teniendo el placer de degustar. Disfruten, cadistas, de este Cádiz CF.