Club Atlético Osasuna ha hecho oficial en el día de hoy la renovación de Braulio Vázquez como director deportivo de la institución navarra. El gallego amplía su vinculación con los de Pamplona hasta el año 2022, en un momento en el cual, el club y la directiva no viven una situación fácil, ya que Osasuna ocupa actualmente los puestos de descenso con solo tres victorias cosechadas hasta el momento y la plantilla y los distintos refuerzos veraniegos no están ofreciendo el rendimiento esperado, en una temporada tan especial para los osasunistas como es la del centenario.
«Tenemos plena confianza en el proyecto deportivo que nos ha llevado hasta donde estamos y creo que no hay mejor momento para demostrarlo que en la situación que nos está tocando vivir ahora, a la que quizá no estábamos acostumbrados», ha explicado el presidente del club, Luis Sabalza. «La Junta Directiva y yo mismo lo tenemos claro. Es un momento para estar más unidos que nunca, como una familia como dice Jagoba, porque eso es lo que nos ha traído hasta aquí y estoy convencido de que saldremos adelante», ha asegurado el presidente rojillo.
El contrato de Braulio y el club navarro expiraba el próximo 30 de junio del próximo año, pero la junta directiva comandada por el presidente Luis Sabalza ha decidido ampliar la relación que unía a ambas partes hasta el 2022, ya que consideran que Braulio es un pilar fundamental del club y han querido apostar con su continuidad. Los fichajes más destacados que consiguió Braulio hasta la fecha han sido nombres tales como Pervis Estupiñán, el cual cuajó una gran campaña el año pasado en la banda del Sadar, o el Chimy Ávila, que actualmente se encuentra recuperándose de su grave lesión, pero dio mucha guerra la campaña pasada en Pamplona.
En definitiva, esta renovación supone un alivio para el club rojillo y sus aficionados, los cuales están sufriendo mucho viendo al CA Osasuna esta temporada y esperan que cambie el rumbo pronto. Desde luego, la continuidad de Braulio permite a los navarros estar más tranquilos y afrontar lo que resta de campaña con una preocupación menos.