En Ferrol se vive un momento complicado. El Racing y la necesidad de ganar se ha convertido en la noticia desde aquella victoria en Gijón. El equipo no tiene buenas sensaciones, hay tramos de encuentro donde recuerda a ese Racing que arrasaba en la primera vuelta, pero parecen un espejismo.
El club necesita volver a encontrarse con su comodidad. Dominar a base de tener la posesión, sentirse cómodo así. Tampoco hay que olvidar cual es el objetivo, si, han estado segundos, pero la cuestión es llegar a esos 51 puntos que, teóricamente, aseguran la salvación. Porque, pese a su fantástico inicio de temporada, el Racing es un recién ascendido.
La clave de esta debacle de resultados, y esto es opinión personal del que escribe esto, pienso que está en que el Racing ha dejado de disfrutar sufriendo. Me explico, hablamos de un equipo que, desde la llegada de Cristóbal Parralo, sabe sufrir. Le da igual que le generen, que le dominen, porque sabía salir de ahí. Se demostró en la primera vuelta puntuando en partidos donde generaba más el rival. Tenemos el ejemplo de Mirandés, Leganés o Valladolid (su rival este fin de semana). Ahora parece que eso se ha perdido, el equipo se incomoda en esa situación, se frustra por no ser capaces de generar su juego. En 2024 sólo se ha ganado un partido, y el runrun es inevitable. Todo esto pese a que, según el objetivo marcado, no hay que olvidarlo, no se está tan mal.
También pienso que, una vez llegue esa ansiada victoria, y esta gran plantilla se quite los fantasmas de encima, la ciudad volverá a sonreír con su Racing. Veremos si es este fin de semana ante un Real Valladolid que llega en un buen momento. El domingo a las 16:15 en A Malata, veremos si el Racing de Ferrol es capaz de volver a ilusionar a su ciudad. El Racing y la necesidad de ganar.
Vía imagen principal: La Liga Hypermotion