Luis Rubiales medita dar un paso atrás y dejar la presidencia de la Federación Española de Fútbol. Si el martes y en la mañana del miércoles tanto él como sus asesores y núcleo duro del organismo federativo se veían con fuerzas para dar la vuelta a la situación, la contundencia de la presión mediática, política e institucional según han ido avanzando las horas, ha llevado a todos a pensar en el adiós como la única opción.
El expediente de la FIFA, ha sido el golpe definitivo para terminar con la resistencia y con la idea de poder sobrevivir como jefe del fútbol español. El expediente sancionador ha aplicado los artículos 13.1 y 13.2 para iniciar el expediente. La UEFA por el momento no se ha pronunciado , pero la preocupación respecto a lo que sucede con uno de sus vicepresidentes es máxima.
Antes del expediente abierto por la FIFA, desde primera hora de la mañana, el ambiente que se respiraba en la Ciudad del Fútbol, apuntaba ya a una decisión drástica. Algunas de las voces cercanas al todavía presidente hablaban de lo comprometido de la Asamblea del viernes por la presión social que existe. Además, muchos de los actores del fútbol ya estaban empezando a dar la espalda a Rubiales, algo con lo que en un inicio no contaban.
Del no seguro de martes y miércoles, se pasó a las dudas y a los consejos del adiós del jueves por la mañana. La presión social y deportiva empezaba a ser insoportable. Se seguían contemplando todos los escenarios, pero el de la despedida ya entraba de lleno entre las posibilidades.
El marco idóneo para esa despedida puede ser la asamblea del viernes, pero ya nadie descarta nada en la Federación. La presión se multiplica y en cualquier momento puede llegar el adiós de Rubiales. El mundo del fútbol se lo está pidiendo y además empieza a haber mucho en juego. No olvidemos que la candidatura a la Copa del Mundo 2030 entra en la fase decisiva y toda la polémica aleja a España de la posibilidad de organizar el Mundial.