Los goles de Nico Castro y Arana dejaron el empate en el marcador en un partido disputado en el que el Elche acabó con uno menos.
Ilicitanos y cántabros se vieron las caras en el Martínez Valero en la jornada cuatro de LaLiga Hypermotion. Los de Sebastián Beccacece levantaron cabeza consiguiendo la primera victoria en la anterior jornada, que sirvió de empuje para prolongar la racha sin perder y dejar en el olvido del arranque liguero. El Racing de Santander, volvió a sumar puntos. Los de José Alberto López vuelven a Cantabria con deberes de seguir reuniendo buenas sensaciones en sus salidas, y hacerse uno de los equipos más fuertes en casa.
Primera parte
Los primeros 45 minutos de partido fueron dominados por el cuadro local. Los diferentes estilos de juego ya pronosticaban que los de Beccacece iban a controlar el balón, lo que benefició para llegar con más facilidad a la portería de Ezkieta. El Racing de Santander fue el primero en avisar con disparos lejanos, pero Edgar Badía no se sorprendió y mantuvo a raya el peligro. A la vez que los verdiblancos, los ilicitanos también se fueron animando, pero no se encontraban cómodos a la hora de finalizar.
Los franjiverdes encontraron un vacío en la frontal del área, el cual aprovecharon para hacer daño. El Elche apretó, y a la media hora de juego, a pase de Clerc, Nico Castro golpeó el balón desde la frontal del área que conectó directamente con la portería montañesa, para adelantar a los locales. Tras adelantarse en el mercador, mantuvieron la posesión, y aguantaron con ventaja hasta el descanso.
Segunda parte
El arranque de la segunda mitad fue muy intermitente en cuanto a quien buscaba el gol. El Racing insistió en los primeros minutos. En menos de diez minutos, montaron una cadena de pases que acabó con un centro de Saúl García para Arana que remató con clase para empatar el encuentro. Acto seguido, los franjiverdes se apoderaron del balón, y liderados por Sergio León asediaron a Ezkieta, que salvó al Racing de lo que pudo haber sido un festín de goles ilicitanos.
El Elche cada vez estaba más cerca del gol, pero una contra rival cambiaría los planes del encuentro. Un jugador verdiblanco se marchaba solo hacia el área, pero Clerc le daría caza, evitando toda posibilidad de peligro, pero acabaría expulsado, y su equipo debería gestionar los 15 minutos restantes con un hombre menos sobre el césped. Los reyes del norte respondieron a la expulsión del defensor del Elche, pero el gol no llegaba para ninguno de ambos equipos.
Al final, los ataques eran de todos los colores, con ocasiones muy claras que inexplicablemente no acabaron en gol. El partido estaba en una olla exprés con tensión constante por lo que pudiera pasar, pero el gol se fue antes de tiempo del campo, y el empate prevaleció en el electrónico.
