Durante la jornada 29 de LaLiga, donde se enfrentaron el Real Madrid y la SD Eibar en el estadio Alfredo Di Stéfano, el entrenador del conjunto blanco, Zinedine Zidane, alcanzó su partido 250 al frente del equipo.
En la historia del Real Madrid, Zidane es el segundo entrenador que más encuentros ha dirigido, siendo Miguel Muñoz el que ocupa el primer lugar con 605 partidos. El francés lo ha hecho en dos etapas: La primera entre 2016 y 2018, y la segunda que comenzó en marzo del 2019, hasta la fecha. Los 250 partidos alcanzados se dividen en: 174 dentro de LaLiga, 49 en Champions League, 16 en la Copa del Rey, cinco dentro de la Supercopa de España, cuatro en el Mundial de Clubes y dos en la Supercopa de Europa. En total, ha coleccionado 165 victorias con 50 empates y 35 derrotas, logrando así un porcentaje de triunfos que se coloca en el 66%.
Zidane incluye 11 títulos dentro de esos 250 encuentros: tres Champions League de manera consecutiva, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa, dos Ligas y dos Supercopas de España, para un interesante promedio de un título cada 23 partidos. Cifra que podría mantener, e incluso mejorar, dependiendo de los resultados que obtenga con el equipo en LaLiga y en Champions, de aquí al final de temporada.
Se ha dado la coincidencia de que, en el mismo juego donde Zidane alcanza sus 250 partidos, el Real Madrid ha logrado el gol 400 en los 174 encuentros de LaLiga en que Zidane ha estado en el banquillo, es decir, 2,3 goles por cada partido de Liga. Solo con Miguel Muñoz al frente del equipo, el conjunto merengue ha anotado más goles en dicha competición, pues alcanzó 809 en 424 encuentros, para un promedio de 1,9 goles por partido.
Es evidente que aún falta un largo recorrido para alcanzar a Miguel Muñoz en el primer lugar de la tabla de los entrenadores con más partidos en el Real Madrid, y si algo ha demostrado Zizou es que con él nunca se sabe que va a pasar. Lo que sí está claro es que ha coleccionado cifras y títulos que, sin importar lo que ocurra de ahora en adelante, lo colocan en el Olimpo de los entrenadores del conjunto merengue. Para algunos un brillante gestor de grupo, para otros un gran entrenador, pero como quiera que sea, las cifras y los títulos hablan por sí solos. Por lo pronto, su equipo aún conserva posibilidades de sumar dos títulos más en sus vitrinas, y los nueve días que se vienen tendrán en vilo a la afición madridista: cuartos de final de Champions y El Clásico.