Partido disputado en la noche del sábado, veinte de agosto de 2022, a las 22:00h, en Balaídos, correspondiente a la segunda Jornada de LaLiga, entre el Celta de Vigo y el Real Madrid. El encuentro fue dirigido por el árbitro Jesús Gil Manzano, con el apoyo en el VAR del colegiado José Luis González González.
Alineaciones:
El RC Celta de Vigo, bajo el mando del técnico argentino, Eduardo Coudet, llegó al partido sin bajas y con una convocatoria de 23 jugadores. Por decisión técnica, se quedaron afuera Denis Suárez y Santi Mina. A partir de ahí, el once inicial quedó integrado por Marchesín, Galán, Unai, Aidoo, Mallo, Beltrán, Tapia, Óscar, Cervi, Aspas y Paciencia.
Con la dirección del entrenador italiano, Carlo Ancelotti, el Madrid presentó una lista de 21 jugadores, donde Kroos, Odriozola y Rodrygo causaron baja. En el caso del alemán, la razón fue una gripe, mientras que el brasileño continúa con una sobrecarga muscular. Con respecto al donostiarra, se habla de molestias en el gemelo, pero también, de una posible salida que estaría muy cerca de concretarse. Finalmente, Carletto decidió salir de inicio con Courtois, Carvajal, Militão, Alaba, Mendy, Modrić, Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Benzema y Vinícius.
La estadística general muestra que, de 119 partidos oficiales disputados, el Real Madrid ha salido airoso en 69 de ellos, con 19 empates y 31 derrotas. Los últimos enfrentamientos entre ambos conjuntos se produjeron en LaLiga, la pasada campaña. El conjunto blanco triunfó en casa, por cinco a dos, y en Balaídos, por uno a dos.
El partido:
El Real Madrid se presentó al encuentro estrenando su tercera equipación, de color negro. El Celta comenzó presionando muy arriba y dificultaba la salida merengue. Así llegó la primera oportunidad, con un error de Carvajal al intentar dar salida al equipo. Como consecuencia de ello, Tchouameni cometió una falta en la recuperación, pero el cobro de Óscar no produjo consecuencias.
Al 6’, una nueva aproximación del Celta era controlada por Carvajal al incomodar el remate de cabeza de Paciencia. Un minuto después, los gallegos disfrutaron de su primer saque de esquina, que se cobró sin peligro, para el arco defendido por Courtois.
Vinícius caía, al 9’, y Ancelotti le hacía señas al principal, indicándole que ya era la segunda que recibía, sin castigo alguno para el contrario. El propio brasileño consiguió un saque de esquina, un minuto después. Una vez cobrado, el Madrid reclamó mano en el área, pero el árbitro esperó a que se detuvieran las acciones y consultó en el monitor. La mano de Tapia fue sancionada por Gil Manzano y Benzema se encargó de cambiarlo por gol. Corría el minuto 12’ y el Madrid ya mandaba en el marcador, a pesar de no hacerlo aún en el juego.
Tchouameni se notaba muy activo, rayando en la impaciencia, queriendo demostrar que está en capacidad de hacerse cargo de la posición del ya exjugador madridista, Casemiro. En cada recuperación de balón, pedía el esférico para iniciar la jugada. De seguro, con el correr de los partidos, irá adquiriendo esa tranquilidad que es tan necesaria en su demarcación. Ya lo apuntaba Modrić al despedirse del brasileño: “Has sido el mejor guardaespaldas del mundo”. Y eso, pesa, más aún, si lo dice el croata. Lo que sí es claro, es que el francés puede aportar mucho en la salida y en la recuperación de balón. Por los momentos, lo que se aprecia es que le falta el rodaje normal para compenetrarse con el resto del equipo, pero actitudes muestra y muchas.
Al 22’, Militão se equivocó y saltó con la mano en alto, en el área. Inevitablemente, el brasileño impactó el balón con su extremidad cuando este iba buscando la cabeza de Paciencia. A pesar de que Courtois se lanzó al lado correcto, el cobro de Aspas fue impecable y el Celta igualaba las acciones.
Un error de Valverde, al 32’, estuvo a punto de ser el segundo para el Celta, pero el remate de Cervi salió desviado por muy poco. El Madrid no estaba cómodo y el Celta dominaba las acciones. Camavinga y Valverde no estaban muy finos y eso se notaba en el juego. Modrić lo intentaba, pero un solo palo no hacía montaña. Vinícius también intentaba revolucionar por la banda izquierda, pero hacía falta algo que el centro del campo no aportaba. Al 39’, un nuevo error del uruguayo mandaba un balón fuera del campo en el cobro de una falta. El desconcierto era más que palpable en el Real Madrid.
Al 40’, por fin se encontraron Benzema y Vinícius, pero no lograron conectar el último remate. Un minuto después, el mago de Zadar, se encargó de poner las cosas en su sitio. Si el desconcierto reina, la solución está en darle el esférico al croata y el Real Madrid lo sabe. Luka Modrić dribló a su marcador y cuando el segundo estaba por llegarle, se inventó un remate desde afuera del área que colocó donde Marchesín nada pudo hacer. Así son las cosas, aunque el juego colectivo no aparezca, los merengues tienen a esta joya y eso es algo que roza en lo ilegal. El Benjamin Button de Chamartín está a menos de un mes de sus 37, pero él ni se entera.
Los dos minutos de añadido estuvieron a punto de presenciar el tercero. Recuperación de Tchouameni, balón en profundidad a Vinícius y solo el cruce final de Tapia evitó lo que parecía el gol del brasileño.
A segundos de comenzar la segunda mitad, Vinícius conversaba con Gil Manzano. Se veía que le pedía mayor severidad a la hora de juzgar las faltas de las que era objeto y que también Ancelotti había reclamado. Aspas se acercó con una sonrisa para tomar cartas en el asunto. Cada quien arrimaba la sardina hacia su brasa. Al 47’, cayó Vinícius y se comprobó que la conversación con el árbitro no había servido de mucho. Afortunadamente, para el Real Madrid, la continuación de la jugada, con remate de Aspas, pudo ser resuelta por Courtois.
Asensio, Rüdiger y Ceballos calentaban en la banda. Un nuevo error en salida, por parte del Real Madrid, estuvo a punto de significar la igualdad, en los botines de Paciencia. El remate salió afuera, pero el susto fue grande para los visitantes. Tal y como sucedió en el segundo gol, en el peor momento del Real Madrid, de nuevo, apareció Modrić. Un balón rechazado por la defensa merengue, al 55’, fue tomado por el croata que trazó un pase entre líneas como si lo colocara con la mano. Vinícius corrió a toda velocidad, tomó el esférico, se zafó de su marcador, dribló al portero y el tercero brillaba en Balaídos.
En el 64’, Carvajal vio la amarilla al derribar a Paciencia. Al 65’, un Tchouameni ya más asentado en el terreno de juego, recuperó el balón por enésima vez. Así, como lo cortó, de inmediato lo soltó para habilitar a Vinícius. El brasileño se fue por su banda y vio a Benzema, le envió el balón, pero el francés se resbaló. A pesar de que se recuperó a tiempo, ya a su lado había llegado Valverde como una exhalación para batir a Marchesín. El uruguayo se reponía de una nefasta primera mitad y conseguía el gol que desde hace varios partidos se le negaba. El técnico del celta, Coudet, se hundía en el banquillo sin entender. El Celta había jugado bien, pero la apisonadora merengue ya les había metido cuatro goles.
Alaba vio la amarilla, en el 68’ y los entrenadores movieron el banquillo. Carles Pérez entró por Paciencia, del lado celeste, y Rüdiger por Carvajal, en el Real Madrid. Al 76’, salieron Alaba y Modrić, este último, ovacionado en Balaídos. Así fue el juego del croata y el público gallego, en un gesto que les honra, le despidió de pie y con aplausos. Entraron Lucas Vázquez y Ceballos. En el 78’, el Celta realizó un nuevo cambio y salió Óscar para dar entrada a Veiga.
Ancelotti volvió a mover su banquillo, en el 81’. Asensio y Hazard sustituyeron a Vinícius y Camavinga. Poco después, al 85’, Rüdiger se fue al ataque, fiel a su juego y costumbre, combinándose con Benzema. Cuando el francés intentó hacer el remate final fue derribado y Gil Manzano pitó el penal. Coudet sacó a Tapia y le dio entrada a De La Torre.
Benzema le cedió a Hazard el cobro de la pena máxima, en un detalle de capitán que le honra, consciente de la necesidad del belga por reencontrarse. Sin embargo, Marchesín se lo detuvo y el francés se apropió del rebote, pero el portero celtiña volvió a lucirse en el rechace.
Con el uno a cuatro se llegó a los noventa y el árbitro concedió cuatro minutos de añadido. Jugadas hubo, pero no más goles. Un Real Madrid llevado en volandas por Luka Modrić, destrozó a un muy buen Celta que nada pudo hacer ante la chistera del mago de Zadar. Los merengues comienzan su era DC (después de Casemiro), con un triunfo. La siguiente parada será en Barcelona, contra el Espanyol, para cerrar un mes de agosto donde no se pisará el Santiago Bernabéu.