Hoy hemos podido conocer que lo que venían siendo rumores, se han acabado oficializando. El Atlético de Madrid recurrirá a un ERTE para todos los empleados del club, incluyendo los jugadores de la plantilla.
El difícil momento por el que se está atravesando no repercute únicamente en temas de salud directamente, las consecuencias secundarias pueden pasar a ser mayores respecto a las repercusiones económicas que esta situación acarrea.
La suspensión de los eventos deportivos era algo necesario y absolutamente incuestionable. Las medidas para tratar de frenar la expansión del COVID-19 pasan por ejercer una cuarentena estricta que evite el menor de las aglomeraciones de gente que pueda consecuentemente, elevar el pico de infectados.
La suspensión de muchos tipos de actividades económicas pone en riego la salud económica de muchas familias y empresas. Los números caen y los efectos comienzan a ser notorios desde entidades como Atlético de Madrid o FC Barcelona. Los elevados sueldos que ingresan los jugadores de la plantilla supone un riesgo de pérdidas económicas que muchos clubes no pueden permitirse.
La suspensión de la liga supone que los clubes dejen de recibir un tercio de los derechos televisivos y algunos pagos de los patrocinadores. Si las competiciones deciden darse por finalizadas, estos pagos nunca llegarán a ser efectivos para los equipos correspondientes, limitando así la planificación económica del año en curso.
Así pues, el club madrileño ejecutará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para los trabajadores del club, que suspenderá temporalmente los pagos a sus empleados de manera parcial hasta que la situación vuelva a la normalidad. Recurso económico al que acabarán recurriendo bastantes clubes españoles para tratar de salir enteros de una situación desfavorable para todos.