Son muchos los eruditos del fútbol que creen firmemente que el juego de un equipo se debe construir desde atrás. Dicho con otras palabras, el conjunto que rinda a buen nivel defensivamente tendrá unas posibilidades muy altas de éxito.
En LaLiga Santander han pasado muchos equipos a lo largo de los últimos años que así lo han demostrado. Entre ellos podemos destacar al Valencia de las últimas temporadas.
El club ché venía completando grandes campañas gracias al increíble nivel defensivo que mostraba, tan solo al alcance de los mejores de Europa. Tanto es así que el año pasado levantó la Copa del Rey después de hacerse con una final en la que dio un recital de cómo debe defender a un equipo como el FC Barcelona.
Sin embargo, los tiempos en la capital del Turia han cambiado, y desde la marcha de Marcelino la caída del nivel defensivo es un hecho. Si en la histórica temporada 2018/19 el equipo naranja tan solo encajó 35 goles, en la presente temporada los de Celades llevan 39 tantos en contra en 27 encuentros. Por si fuera poco, en los 36 partidos en los que Celades ha estado al frente del Valencia, su plantilla ha encajado 57 goles.
Estos números no son los habituales en un equipo que pretende aspirar a puestos de Champions. Tanto es así que los chés tan solo se encuentran vivos en una competición, pues fueron eliminados tanto de la Copa del Rey como de la Champions.
Los problemas defensivos del equipo valenciano vienen dados por diversas razones. La principal han sido las múltiples lesiones sufridas por los defensas centrales. Bien sabemos que Ezequiel Garay sufrió una lesión de larga duración hace unos meses, lo que le mantuvo lejos de los terrenos de juego varias jornadas. Pese a ello, Celades parecía contar con dos buenos suplentes para jugar junto a Paulista: Diakhaby y Mangala. Sin embargo, la forma física de ambos no ha sido la adecuada cada vez que han tenido que hacer las veces de central titular.
Por si fuera poco, Gabriel Paulista también sufrió una lesión que obligó al entrenador catalán a alinear a dos defensas en una forma física baja en uno de los momentos clave de la campaña. Además, la inestabilidad de los laterales, así como las constantes lesiones sufridas por los futbolistas de banda, tampoco han ayudado.
Por todo esto, el Valencia CF debe mejorar sus números defensivos y buscar convertirse en ese bloque compacto que llegó a ser. Para ello, la vuelta en una buena forma física de los jugadores de la defensa tras el confinamiento es fundamental. En lo que a resultados se refiere, tendremos que esperar al 12 de junio para saber si el contexto del conjunto che mejora o se queda en la inestabilidad que llevaba arrastrando.