El 8 de junio de 2008 un joven de 20 años llamado Iago Aspas debutó con el primer equipo del Celta ante el Salamanca en Segunda División.
La situación en la categoría de plata para los gallegos no era alarmante, pues habían logrado certificar la permanencia jornadas atrás. Las bajas para ese encuentro fueron numerosas, entre ellas, su futuro compañero en la selección, Diego Costa. Estos alicientes en la previa ante el Salamanca, hicieron que se hablase entre la masa social celtiña la posibilidad del estreno de una gran promesa. Asimismo, Aspas se encontraba muy ilusionado de cara a su debut: «Estoy contento con que se dé una oportunidad a gente de la cantera y esperemos poder jugar algún minuto».
La leyenda celtista debutaba como titular de la mano de Alejandro Menéndez, convirtiéndose en el séptimo canterano de la temporada en debutar con el primer equipo. En la derrota 1-3 ante el conjunto salmantino jugó 60 minutos antes de ser sustituido por Aicart. El nivel de juego mostrado por el joven mediapunta fue óptimo. A medida que iban pasando los minutos en el encuentro, el desparpajo de Aspas fue aumentando y ayudó a generar varias acciones de peligro en el área rival. Su aportación durante esa hora de juego fue muy importante, e incluso el diario La Voz le puso la nota más alta del equipo en ese duelo.
Las sensaciones tras el encuentro fueron positivas para el gallego: «Era un partido intrascendente pero he intentado dar la cara. He hecho lo que me dijo el entrenador y me vi bastante cómodo en la posición de mediapunta, que es en la que vengo jugando en el Celta B».
Sin duda, ‘el diablo de Moaña‘ se ha convertido en una de las máximos referentes del club vigués. Es el tercer máximo goleador de la entidad gallega con 147 goles y podría convertirse en el máximo goleador histórico del equipo al término de la temporada 2020-2021.