La final de Copa podría ser en Navidad y con afición en las gradas

La estructura del calendario futbolístico este año ha sido todo un caos. El parón que hubo entre los meses de marzo y mayo obligaron a todas las organizaciones de fútbol a cambiar las fechas de partidos y competiciones completas. Así ocurrió con la final de Copa, la que se antojaba histórica por ser un derbi entre Athletic Club y Real Sociedad, pero que se acabó cancelando por las circunstancias que vivimos.

La Federación Española de Fútbol sigue barajando fechas para poder reubicar la final vasca que iba tener lugar en Sevilla. Para poder tomar esta decisión, Rubiales debía tener en cuenta que ambos clubes se negaron a jugar con las gradas vacías, a no ser que fuera de extrema necesidad. Era tal el deseo por parte de ambas entidades de que sus hinchadas disfrutaran en directo de la histórica fecha que incluso rechazaron la plaza europea que garantiza ser campeón de Copa. Por esa misma razón, el encuentro no podía jugarse en los próximos meses, dado que los estadios han de continuar vacíos hasta que la crisis sanitaria esté totalmente controlada.

En este contexto, es muy probable que la final en la Cartuja sea el primer encuentro con público desde que la nueva normalidad comenzara. La fecha de este dependerá del desarrollo de la pandemia en los próximos meses, aunque la Federación trabaja para que se pueda dar a finales de año o a principios del siguiente como muy tarde. Así, si los rebrotes se frenan y España llega a final de año teniendo la situación controlada, es probable que leones o txuri-urdines reciban como regalo de Navidad una Copa del Rey. Por si fuera poco, podrían disfrutar de su regalo con las gradas llenas y, por lo tanto, con la vuelta a lo habitual.

Así, si esta final de la Copa del Rey ya era histórica de por sí por la eterna rivalidad de sus protagonistas, lo es aún más por la situación. Sería la primera ocasión en la historia que se jugaría una final de dicha competición en Navidad, y sería la primera vez en la historia que ambos equipos rechazan una de las recompensas por ganar: la clasificación europea. Todo ello para que los aficionados puedan disfrutar en directo de un encuentro que pasará a ser recordado por muchas razones.

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