Con la temporada 2019/20 finalizada, Osasuna se ha puesto manos a la obra en la restructuración de su estadio, que tiene marcada la fecha para terminarlo a finales de septiembre.
El conjunto rojillo ha terminado haciendo una muy buena temporada en su regreso a la Primera División, sumando un total de 52 puntos y quedándose solo a cuatro de los puestos europeos. El cuadro dirigido por Jagoba Arrasate ha convertido en un fortín el antiguo Reino de Navarra y grandes equipos como el FC Barcelona, Sevilla FC, Valencia CF o Villarreal CF no han conseguido llevarse una victoria del campo navarro.
Lucas Torró, prodecente del Eintracht Frankfurt, ha sido el primer fichaje del Osasuna para la próxima campaña y ha confirmado bajas como las de Estupiñan (vuelve al Watford tras cesión), Fran Mérida, Toni Lato (Valencia) y José Arnáiz (Leganés).
Unas de las buenas noticias para el club ha sido la recuperación del comandante Chimy Ávila, que tuvo una grave lesión a mitad de temporada, lo que le dejó apartado de los terrenos de juego lo que restaba de temporada y que estará listo para inaugurar el Sadar tras las reformas.
El estadio podrá acoger a 23.576 espectadores, casi 6.000 localidades más que antes de que comenzaran sus obras. El “nuevo” Sadar se convertirá en uno de los estadios más modernos del panorama español y los futbolistas sentirán el aliento de la afición más que nunca.
Debido a la pandemia mundial, los aficionados rojillos están a la espera de si podrán asistir al estreno de la nueva remodelación del estadio o si tendrán que esperar a que LaLiga dé el permiso necesario para animar a los suyos desde las gradas.
Foto: Club Atlético Osasuna