La edición 2019/2020 de la UEFA Europa League ha llegado a su fin con una atípica, aunque apasionante, final en Colonia. Se enfrentaban en ella el Sevilla FC y el Inter de Milán, con el objetivo de hacerse con el trofeo continental. Concretamente, la entidad sevillana buscaba llevar su sexto trofeo de la UEFA a sus vitrinas, mientras los italianos trataban de ganar la competición, después de nueve años sin tocar plata.
Este contexto, sumado a la ausencia de público en las gradas, ha hecho de esta final un encuentro histórico. Finalmente, este acababa con victoria para el conjunto sevillista, que logra su sexto trofeo de Europa League.
Alineaciones
Los dos técnicos apostaban por los esquemas que le venían funcionando en la competición europea. Del lado del Sevilla, Loeptegui apostaba por su famoso 1-4-3-3, aunque colocaba a Luuk de Jong en la punta de ataque, en detrimento de un En-Nesyri que venía siendo titular. Asimismo, cabe destacar que la medular sevillista se despedía del que llevaba siendo su dueño numerosos años: Éver Banega. Como consecuencia, el once inicial de los rojiblancos fue: Bono, Reguilón, Koundé, Diego Carlos, Jesús Navas, Fernando, Joan Jordán, Éver Banega, Suso, Ocampos y de Jong.
Del lado italiano, Conte apostaba por un 1-3-5-2 que le ha dado grandes resultados en los últimos encuentros. Tanto es así que superaron las semifinales de la competición con un abultado 5-0. El técnico nerazzurro apostaba incluso por los mismo jugadores que en la semifinal, quedando así su alineación titular: Handanovic, Godín, Bastoni, De Vrij, D´Ambrosio, Barella, Brozovic, Gagliardini, Young, Lautaro Martínez y Lukaku.
El partido
La final de la Europa League comenzaba con el saque de centro de los milaneses, y con un Sevilla que empezaba con fuerza e intensidad. No habían pasado los primeros minutos aún cuando las jugadas de peligro llegaban por ambos lados. Al iniciar el partido, los hispalenses llegaban al área rival con un balón parado, que generaba cierto peligro tras un rebote. Sin embargo, los italianos conseguían construir un contragolpe que terminaba en penalti a su favor, tras una entrada de Diego Carlos a Lukaku. El defensor brasileño veía la tarjeta, y provocaba el primer tanto de los nerazzurri en el encuentro, firmado por el ariete belga desde los 11 metros en el minuto cinco.
Pese a que el tempranero gol no sentó bien en las filas rojiblancas, los hispalenses trataron de buscar la calma con el control del balón. Tanto es así que, después de varias jugadas encadenadas de los de Lopetegui, llegaba el gol sevillista. En el minuto 11 Jesús Navas recibía un balón medido cerca de la línea de fondo rival, y ponía un centro perfecto que remataba Luuk de Jong al interior de la red. Así, con tan solo 11 minutos jugados, se podía percibir que el encuentro no solo prometía entretenimiento, sino también muchos goles.
La emoción continuaba siendo la protagonista del partido, y prueba de ello fue otra jugada en el minuto 15. En este caso, llegaban los italianos a área contraria, y un chut salía rechazado por Diego Carlos. El equipo de Conte pedía penalti por mano del brasileño, pero el colegiado no consideró que la jugada fuera como para pitar la pena máxima. Después de esto, continuaba el partido de forma muy igualada, y ambos conjuntos eran capaces de generar jugadas de peligro.
Sin embargo, la igualdad entre ambas escuadras se rompía en el minuto 33, después de un balón parado sacado por los hispalenses. Éver Banega ponía un centro medido al área desde una posición cercana a la frontal del área, y de Jong volvía a rematar con la testa para anotar. Así, el Sevilla remontaba el partido y se acercaba a su sexta Europa League. Pese a ello, en el minuto 35 los nerazzurri volvían a poner las tablas en el marcador, de nuevo con un balón parado. Brozovic ponía un gran centro al punto de penalti, que era rematado por Diego Godín al interior de la red. Con ello, se ponía el 2-2 en el luminoso, con tan solo 35 minutos de juego pasados.
En esta línea de constantes jugadas de peligro y de intensidad, llego a su fin la primera mitad. Con un 2-2 como resultado, ambas escuadras se disponían a salir al terreno de juego en el segundo tiempo para corregir errores y complicar aún más al rival.
Se iniciaban los segundos 45 minutos con una tesitura similar a la primera mitad: ambos equipos construían jugadas de peligro. Sin embargo, parecía que el Sevilla salió más enchufado, dado que las ocasiones más peligrosas llegaron de las botas de los jugadores sevillistas. Prueba de ello fue una jugada protagonizada por Reguilón en el minuto 55, que remataba muy fuerte al lateral del área después de un gran eslalon por la banda.
Pese a la insistencia del equipo sevillano, el Inter también lograba generar jugadas rápidas que entrañaban peligro. De hecho, en el minuto 65 Lukaku se quedaba mano a mano ante Bono, pero el guardameta sevillista lograba despejar al balón y frustrar la intención del ariete. Con el trascurso del encuentro, las fuerzas se igualaban, pero en el minuto 74 Diego Carlos desequilibraba el marcador con un tanto. Con otro balón parado, Banega ponía otro gran centro al interior del área, aunque en este caso era despejado por la defensa italiana. Sin embargo, el rechace le caía a Diego Carlos, que remataba de chilena a portería. Pese a que parecía que el chut no iba a portería por poco, Lukaku tocaba el esférico y lo acababa introduciendo a su propia portería. Se colocaba así el 3-2 en el marcador.
Después del tanto sevillista y de varias sustituciones, los hispalenses seguían generando ocasiones, especialmente a balón parado. Tampoco se daba por vencido el Inter, que encontraba en el minuto 82 una gran ocasión para marcar, que logró sacar Koundé bajo palos. Los últimos diez minutos de encuentro se desarrollaron de forma muy intermitente, debido a las constantes paradas causadas por lesiones y faltas. Con ello, el equipo de Lopetegui parecía tener controlados los últimos minutos de partido, en los que la escuadra italiana no logró acercarse a la portería de Bono.
De esta manera, el encuentro llegaba a su fin con un 3-2 en el marcador, lo que le ha acabado otorgando la sexta Europa League al Sevilla FC. El Inter vuelve a Italia con las manos vacías, mientras que el Sevilla agranda su leyenda a nivel continental.