|Crónica| Osasuna 2–0 Celta de Vigo: en El Sadar manda Osasuna

El Club Atlético Osasuna ha vuelto al Sadar para enfrentarse al Real Club Celta de Vigo en la quinta fecha de la competición doméstica. Después de un partido muy serio y completo, los rojillos han logrado llevarse la victoria por 2-0 y hacerse con tres puntos que le aúpan en la tabla. El Celta sigue siendo un equipo irregular, que no se sintió cómodo en ningún momento del partido.

Alineaciones

Jagoba Arrasate sorprendió con la disposición por la que apostó para jugar ante el Celta. El técnico vasco llevó a cabo una revolución en el once, y no solo cambió de esquema, sino que también dio la oportunidad a otros futbolistas que no estaban siendo titulares. Concretamente, los rojillos salieron con un 4-4-2, con Roncaglia de lateral derecho e Iñigo Pérez como protagonista de la banda izquierda.  

Así, los jugadores del equipo pamplonica que salieron de inicio fueron: Herrera, Roncaglia, David García, Unai García, Iñigo Pérez, Oier, Lucas Torró, Kike Barja, Rubén García, Calleri y Enric Gallego.

Del lado de Óscar García, el técnico también llevó a cabo algunas rotaciones en el once inicial. Concretamente, los celtiñas sacaron un esquema que oscilaba entre en 4-4-2 y el 4-2-3-1, en el que destacaba la presencia de un doble pivote formado por Tapia y Okay. Asimismo, García dio la titularidad a Baeza después de sus buenos minutos ante el FC Barcelona, y volvió a alinear en el ataque a Nolito.

Así, el once del Celta de Vigo fue: Iván Villar, Hugo Mallo, Murillo, Aidoo, Olaza, Tapia, Okay, Denis Suárez, Baeza, Nolito e Iago Aspas.

El partido

El partido en El Sadar comenzaba, y el Celta de Vigo ya se atrevía a acercarse al área de Herrera con mucha verticalidad, aunque fueron los de Arrasate los que en el minuto dos tuvieron una doble ocasión clara después de un córner. La jugada acabó en nada pero los pamplonicas demostraron que buscarían un juego muy directo. Así, parecía que comenzaba un choque que nos ofrecería un gran ritmo y mucha verticalidad por parte de ambas escuadras.

Al minuto 20, aunque el ritmo de encuentro era elevado, la realidad es que las ocasiones claras no terminaban de llegar. El control del esférico era inexistente por parte de ninguno de los dos conjuntos, demostración de la igualdad reflejada en el verde. Parecía que el talento individual de algún futbolista podría ser el único capaz de desatascar el tráfico en las áreas. Así ocurrió en el minuto 23 con Facundo Roncaglia, que recibió un balón que no entrañaba aparente peligro, pero armó un fuerte disparo a 20 metros de la portería, y logró perforar la escuadra derecha de Iván Villar. Así, el defensor ponía el 1-0 en el marcador.

El tanto no cambió en exceso las condiciones del partido.  El choque seguía siendo muy igualado y las jugadas de peligro real eran escasas. Pese a ello, parecía que el equipo de Óscar García logró hacerse con mayor control del balón, mientras Osasuna no se mostraba incómodo defendiendo en su campo. De hecho, era el cuadro celeste el que parecía no encontrar forma de hacer daño a los rojillos, así como eran ellos mismos los que tenían mayor número de imprecisiones a causa de la intensa presión de los pamplonicas.

Pese a ello, el primer tiempo terminó con el balón en los pies de futbolistas del Celta, que pese a intentarlo de todas las formas posibles, no encontraron la profundidad que necesitaban. Aun así, la marcha al descanso con el 1-0 fue inevitable.

Comenzó la segunda mitad con ambos conjuntos ofreciendo un ritmo intenso y una gran velocidad en el juego. En este caso, el Osasuna apostó por ataques más posicionales, mientras que los de Óscar García buscaban llegar a Herrera de forma rápida y con pocos toques. En detrimento de los deseos celtiñas, las condiciones del choque seguían favoreciendo a un Osasuna, cuya alta presión provocaba imprecisiones en la defensa del Celta. Algunas de estas acabaron en ocasiones claras de gol para los rojillos, como las que tuvo Jonathan Calleri en el minuto 53 y en el 56 (en la última de estas la intervención de Villar fue fundamental).

A la mitad del segundo tiempo, el Osasuna parecía estar más cómodo en el terreno de juego que el Celta. Además, los cambios parecieron beneficiar más a los rojillos que a los gallegos. Los de Arrasate seguían tratando de buscar ataques posicionales con los que mantener la posesión, mientras el Celta buscaba la portería de Herrera con ataques rápidos, aunque muy poco productivos dadas las constantes imprecisiones de los celestes. Mientras, los rojillos seguían acumulando ocasiones claras de gol, en las botas de sus dos delanteros, especialmente en las de Calleri.

La insistencia de Jonathan Calleri dio sus frutos en el minuto 75, cuando logró estrenarse marcando con la elástica rojilla. El ariete recibió un centro-chut de Roncaglia desde la derecha, y logró amortiguar y dirigir el balón con la testa, para poner el 2-0 en el resultado. Así, los pamplonicas aumentaban su confianza y hundían a un Celta, cuya área comenzó a ser bombardeada por balones de los jugadores de Arrasate.

Durante los últimos minutos del partido, el Celta logró hacerse con el control del esférico, pero la ausencia de profundidad les penalizó. Así, el Osasuna acabó el encuentro sintiéndose cómodo en el verde, a diferencia del Celta, que no encontró su lugar en El Sadar en ningún momento. Finalmente, llegó el pitido que daba por terminado el partido, y los tres puntos se quedaron en Pamplona.

Foto vía: Club Atlético Osasuna

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