El submarino amarillo está cuajando un gran inicio de campaña y está cumpliendo con las expectativas generadas. Se encuentran en la parte alta de la clasificación y el objetivo de volver a la Champions League parece algo posible.
Este verano el equipo ha pegado un cambio de imagen. Con la llegada de Unai Emery al banquillo las aspiraciones crecían. Un equipo que se ha reforzado bien con la llegada de jugadores de la talla de Parejo, Coquelin o Kubo.
Estos buenos jugadores se unieron a los Alcácer, Pau Torres o Gerard Moreno. Con todo esto unido, el Villarreal comenzó a ilusionar. Ya en la pretemporada las sensaciones eran muy buenas, pues el juego empezó a fluir y los resultados empezaron a verse.
Un equipo equilibrado que está cumpliendo con las expectativas
Tras unos primeros partidos en los que sembraron algunas dudas, el conjunto groguet se ha afianzado. Sus puntales arriba no paran de anotar goles, y es que Gerard y Alcácer se entienden a la perfección. Parejo es el jefe del mediocampo e Iborra aguanta las líneas.
Atrás tienen una pareja de centrales muy prometedora formada por Raúl Albiol y Pau Torres. En los laterales Mario Gaspar es fijo y Estupiñán parte con ventaja en la competencia que hay en el lateral izquierdo, el lateral ecuatoriano llegó para suplir la baja de larga duración de Alberto Moreno. La portería está cubierta con Asenjo y Gero Rulli esperando su oportunidad.
De momento, el Villarreal marcha segundo en la Liga es el líder de su grupo en la Europa League y está cumpliendo con las expectativas. Veremos cuánto aguanta en la parte alta y si es una realidad que han llegado para quedarse. Todo ello basado en un fútbol sin complejos en el que grandes jugadores corren y trabajan como el que más.
Además, en Europa los menos habituales y los canteranos están realizando un gran papel. El trabajo no cesa y la intensidad no baja. Puede que estemos ante el año del primer título del Villarreal como auguraba Dani Parejo el día de su presentación.