Los propietarios de los grandes clubes europeos están movilizándose para conseguir la creación de la Superliga Europea de Clubes con el beneplácito de la ECA.
Todo nace con la creación de la G-14 (actualmente la ECA) y con la necesidad de los equipos europeos de generar más ingresos con su participación en la Champions League. La UEFA consiguió reprimir la fuga con la mejora en el reparto de ingresos, pero la idea sobre una liga para la ‘élite europea’ del fútbol seguía viva. Hace apenas unos años, el presidente de la Juventus y ECA, Andrea Agnelli, recriminó a la UEFA la falta de ingresos respecto a las ligas norteamericanas: «La Champions League vale 1.500 millones de euros en derechos de televisión, frente a los casi 7.000 millones que mueve la Liga de Fútbol Americano (NFL)».
Este proyecto continental de clubes ha ido gestándose desde 2008 con la creación de la ECA (Asociación Europea de Clubes). Con la pandemia de la Covid-19, se ha acelerado un proyecto que comenzaría en 2023 si se superan los diversos obstáculos en su camino.
¿Cuál es el formato y calendario propuesto para esta hipotética Superliga Europea?
La competición estaría conformada entre 16 y 18 equipos europeos pertenecientes a las grandes ligas europeas: Inglaterra, España, Italia, Francia y Alemania. El calendario estaría conformado de tal manera que se disputarían entre 30-34 jornadas. Tras finalizar la temporada regular se asignaría una sede para los ‘playoffs’ donde se disputarían el título los equipos clasificados a la fase final. En cierta parte, se busca copiar el modelo de la NBA a nivel europeo. Por otra parte, en la Superliga existirían los ascensos y descensos.
¿Quién financia el proyecto de la ‘Superliga Europea de Clubes’?
La financiación estaría a cargo del banco estadounidense JP Morgan. Esta financiera estadounidense invertiría alrededor de 5.000 millones de euros para llevar a cabo el proyecto. Asimismo, CVC Capital Partners estaría muy interesado en invertir una gran cantidad dinero en esta ‘NBA europea’. El ganador de la competición se llevaría en torno a 1.000 millones de euros, lo que supone una inyección económica ‘salvaje’. Este torneo provocaría una mayor brecha entre los equipos grandes y los pequeños de las distintas ligas europeas.
¿Qué opinan los máximos organismos del fútbol: FIFA Y UEFA?
Ambas organizaciones se han desmarcado de la creación de una posible Superliga Europeas, es más, la UEFA ha rechazado este formato, pues según ellos, destruiría el fútbol como lo conocemos. Asimismo, la UEFA tiene adjudicada los derechos televisivos para el año 2024 lo que trastoca el plan de la ECA. El máximo organismo de clubes europeos no se ha quedado de brazos cruzados y está llevando a cabo la modificación de la Champions League en 2024 para contrarrestar a la Superliga Europea. La competición se expandiría de 32 a 36 participantes incentivando la llegada de nuevos aficionados y una mayor cantidad de ingresos. No obstante, no se descarta la creación de una liga regular con clasificación directa a la fase final. La innovación es inevitable, pero el tiempo dictará los cambios que se tomarán en Europa.
«una Superliga de 10, 12 o incluso 24 clubes se volvería inevitablemente aburrida»
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin
La FIFA no se ha posicionado a favor, pero la modificación del Mundial de Clubes ha causado una disputa entre ambos organismos, por lo que la Superliga Europea podría tener la aceptación de la entidad más importante del fútbol.
La problemática de este cambio en el paradigma del fútbol reside en las ligas domésticas y los ‘clubes pequeños’, pues quedarían en un segundo plano ante un torneo que acapararía todas las miradas en la escena futbolística. Las plantillas de los equipos ‘fijos’ de la competición deberán de contar, prácticamente, con dos plantillas para competir en ambas ligas.
La Superliga Europea se enfrenta a muchos obstáculos como los derechos televisivos, la negativa de las distintas federaciones y la UEFA. Todas las ligas domésticas se muestran contrarias a este formato, por lo que seguramente veamos una reestructuración en el modelo de la Champions League.
Lo cierto es que el fútbol tiene que innovarse como todos los deportes si no quiere quedarse atrás, pero ¿a qué precio? Las consecuencias de esta decisión pueden ser trascendentales, pues este formato destruiría las bases del fútbol. La esencia de este deporte desaparece con el trascurso de los años. Las decisiones de los máximos magnates, la aparición de los ‘petrodólares’ ha destruído una tradición futbolera que no tiene vuelta atrás. Disfrutemos de lo que nos queda. Disfrutemos de lo vivido, porque el fútbol como lo conocemos está a punto de desaparecer.