|Crónica| Sevilla F.C 5-0 Séneca C.F: Victoria contundente y cruel

Mañana de sol y fútbol en el viejo Nervión. Un sol, que radiaba sobre las perfectas condiciones de la lona, era justo la decoración necesaria para el encuentro perteneciente a la octava jornada liguera. El Sevilla F.C, claro candidato a combatir el primer puesto con su eterno rival, el Real Betis, recibía a un Séneca que viene de perder en el Enrique Puga ante el Calavera C.F. Los hispalenses, gracias a esta victoria, la sexta consecutiva, logran el liderato momentáneo. Son seis victorias consecutivas y siete partidos sin encajar ni un solo tanto, los datos que demuestran que el trabajo de Alejandro Acejo da resultado. El Séneca, tras este partido, crea muchas dudas.

Por un lado, el once de los sevillanos no mostraban ninguna sorpresa. Al igual que la última jornada donde vencieron al Polillas Ceuta, el Sevilla formaba con: Matías, Mancheño, Agustín Otero, Bena, Kike Salas, Lulo, Arcos, Manuel Bueno, Diego Talaverón, Alex e Ismael Salguero.

En el bando rojinegro, los únicos cambios con respecto a la derrota frente al Calavera pudieron verse en la portería y en uno de los extremos. En este sentido, el once fue el siguiente: Pedro, Rafa, Javi, Eloy, Víctor, Cerrato, Carlos, López, Chupete, Manu y Pablo.

Como era de esperar, el choque arrancó con mucha intensidad alternándose ocasiones para ambos equipos. El conjunto local, dueño del balón de principio a fin de la primera mitad, dejó clara su idea de juego, que destacó por su orden y precisión. Liderado por Antonio Arcos, extremo izquierdo del conjunto hispalense, los sevillistas dejaron numerosas muestras de valentía, la cual les sirvió para hacerse con el primer gol. Corría el minuto 11 cuando Agustín Otero, dueño del carril zurdo del Sevilla F.C, culminaba una jugada colectiva que surgió en su costado con un gran disparo cruzado al segundo palo de Pedro. El gol sentó a los visitantes como un jarro de agua fría. Imprecisiones, descontrol en la zaga, y un equipo totalmente roto que no lograba conectar con sus jugadores de referencia, Chupete y Manuel Pablo. Así, salvo una clara ocasión para Rafa al borde del descanso detenida milagrosamente por el pie izquierdo de Matías, el Séneca se vio sometido durante todo el encuentro al centro del campo que comandaron Lulo Dasilva y Manu Bueno. Sastrerías Bueno, con trajes a medida. Bueno fue el verdadero protagonista en la salida del balón de los de Alejandro Acejo.

La charla de Ismael De La Cuesta al descanso pareció haber sido bastante severa con sus jugadores o, al menos, durante el arranque de la segunda mitad. Los rojinegros trabajaron de manera correcta hasta el gol de Alexandro. Fue en el minuto 24 tras una espléndida jugada de Antonio Arcos, la cual completó con un disparo el palaciego. Este gol fue determinante. Los senequistas bajaron los brazos y aquí comenzó el juego para Pablo Ortiz. El espigado delantero del Sevilla salió del banquillo para besar el santo. Un córner enviado con música de violines a su testa hizo que Pablo sacase el martillo a pasear. Los visitantes, desconectados por completo, no supieron reaccionar y sufrieron ante el gran acierto del delantero que, pasados solo cuatro minutos, volvió a empujar otro balón a la red. Este fue a centro de Mancheño desde el costado diestro. Finalmente, Darío Bena a la salida de otro córner puso el quinto y definitivo.

Gran partido de los locales, demostrando una vez más su fiabilidad en ambas porterías. El técnico cuenta con un amplio abanico de opciones en la delantera pues tanto Diego y Alex, como Pablo con su función de revulsivo, cumplen a la perfección. Por su parte, el equipo visitante deberá olvidar este fatídico encuentro y centrarse desde ya en su próximo rival, el Polillas Ceuta, cuya posición no concuerda con su poderío.

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