|CRÓNICA| Terrasa FC 2-4 Valencia: Un heroico Terrasa muere en la orilla

Decía Voltaire que la ilusión es el primero de todos los placeres. Eso se debió pensar en el estadio Olímpico de Tarrasa a la hora de afrontar este partido. Un partido que ya era historia antes de su comienzo y que lo será aún más en la posteridad. El trabajador conjunto de Tercera se quedó con la miel en los labios tras firmar un partido memorable que quedará en el recuerdo por mucho tiempo.

Alineaciones:

El humilde Terrasa salía con toda su artillería dispuestos a dar guerra al actual campeón de la competición. Para ello tendría que sacar todo el jugo a su mejor arma: los contragolpes. Xavi Molist jugaba este partido histórico con: Ortega, Pelegrín, Castillo, Salva, Lucas Viña, Álex Fernández, Josu, Lledó, Jaume, Arranz y Kilian.

Por su parte, el vigente vencedor de la Copa comenzaba su andadura con varias rotaciones, como era de esperar, pero con un once que dejaba entrever el tipo de partido que querían plantear: serio y sin conceder sorpresas. Así pues, Javi Gracia salía con: C.Rivero, Correia, Guillem Molina, Mangala, Jesús Vázquez, Koba, Esquerdo, Jason, Cheryshev, Vallejo y Sobrino.

El Partido:

Comenzaba una primera mitad insólita para el valencianismo, que salió al campo desorientado y sin acabar de entrar en el partido en ningún momento, como si de un amistoso se tratara. El Terrasa, con la ilusión por bandera, salió al partido muy serio, organizado y rápido en los robos de balón. No parecía un equipo de tercera división.

El conjunto local confirmó sus buenas sensaciones con un disparo duro de Jaume en un mano a mano clarísimo que detuvo Rivero. Primer susto serio para los ché en el minuto cuatro de juego. Los locales demostraron que no era una casualidad este inicio arrollador del partido. Las ocasiones se sucedían constantemente y el equipo de Gracia empezaba a jugar con fuego.

Se veía venir, pero no dejó de ser una sorpresa para los locales que consiguieran adelantarse en el marcador. Una gran jugada colectiva acabó con un disparo de Jaume dentro del área ajustadísimo al palo derecho ante el que nada pudo hacer el guardameta valencianista. Nueve minutos de partido y el Terrasa explotaba de júbilo con el 1-0.

La dinámica fue la misma durante los primeros 45 minutos. Un Valencia totalmente nefasto e irreconocible no conseguía derribar la muralla de un Terrasa que estaba ofreciendo una master class de cómo ganar a un equipo profesional de Primera División sin despeinarse.

Con varios sustos más y alguna airada ocasión visitante se llegaba al final de la primera mitad. Los locales dominaron a un conjunto ché que tendría que ponerse el mono de trabajo si no quería ser el primer gran eliminado del torneo. El combinado local hizo su trabajo y comenzaba a creer que la hazaña era posible.

Los últimos 45 minutos no fueron más que una continuación de lo que habíamos visto. Un Valencia sin alma seguía sin encontrar la fórmula para acabar con un equipo que no salía de su estado de gracia. La debilidad y fragilidad defensiva visitante era cada vez más evidente. El conjunto de Molist encontraba una libertad en cada llegada y una facilidad para acabar las jugadas que pocos esperaban.

Sin tiempo para empezar de nuevo y tratar de remontar, llegó el estoque local. Una falta propinó el segundo tanto local. El disparo que se sacó Álex Fernández es digno de museo, muy complicado de describir.

Antológico el derechazo con efecto que se sacó el jugador para poner el segundo y desatar la euforia de los pocos asistentes que tuvieron la suerte de ver el mejor partido de la historia de su equipo. Un gol que probablemente entre en el top de esta edición y que sirvió para anular por completo a un paupérrimo Valencia que no dejó de deambular por el verde a merced del Terrasa.

Los minutos posteriores se antojaban difíciles para Gracia y su Valencia. La expulsión de Guillem Molina poco después del segundo tanto no hizo más que agravar un partido que el aficionado ché no olvidará en mucho tiempo.

Cuando el partido agonizaba, un inocente penalti dio al conjunto ché un halo de esperanza. Soler no fallaba desde los once metros y el partido se avivaba en su tramo más crítico.

Pero el conjunto barcelonés no estaba dispuesto a tirar por tierra el duro trabajo hecho en todo el partido y siguió haciendo su partido, sin dejarse amedrentar y mirando cara a cara a la portería rival. Una roja a Lucas a dos minutos del final volvía a igualar las fuerzas y añadía aún más picante al encuentro.

En el descuento sacó el Valencia el orgullo por su escudo y logró un empate sin merecimiento tras un partido horrible. Así es el fútbol. Con el empate ché ‘in extremis’ y en igualdad numérica, el partido afrontaría una durísima prórroga y todo por decidir.

El conjunto de tercera se dejó el alma y, como era de esperar, el Valencia sacó aquellas garras que había escondido durante todo el partido para sentenciar el pase. En el minuto 103 marcaba Guedes el tanto de la remontada ante un conjunto completamente agotado.

El cuarto llegaría pocos minutos después de la mano de Guedes nuevamente. El peor Valencia de la temporada se llevó un buen susto, pero consiguió certificar en el tiempo extra su pase a la siguiente ronda.

Los chavales del Terrasa podrán acudir mañana a su trabajo más orgullosos que nunca y presumiendo de una hazaña que a punto estuvo de obtener premio.

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