El entrenador Javi Gracia está viviendo una temporada atípica en el Valencia. El técnico pamplonés, que llegó al club ché el pasado verano, no tiene una semana de respiro. Desde su llegada, los líos institucionales y deportivos no han cesado.
Un Peter Lim, que se encuentra en paradero desconocido y que ha pasado todo el liderazgo a Anil Murthy. El equipo de la capital del Turia atraviesa uno de los peores momentos de su historia y ya miran hacia el descenso a Segunda División.
Primero, las continuas salidas de sus estrellas en verano, como Parejo, Ferrán Torres, Coquelin o Rodrigo y la falta de refuerzos, que se le prometieron al míster provocó que pensase en dimitir. Finalmente, los jugadores intervinieron y consiguieron convencerlo.
Pero esta no es la primera situación complicada, en la que se encuentra Javi Gracia a lo largo de su carrera. Ya se ha hecho todo un experto en proyectos complicados. El míster estuvo en el Málaga dos temporadas, entre 2014 y 2016. Durante estos dos años, el club de Martiricos estuvo cerca de clasificarse para puestos europeos. El club presidido por el jeque Al Thani ha sido un puesto complicado en los últimos años.
Pese a la presión por parte de la directiva y la falta de efectivos, el entrenador logró grandes resultados. Prueba de ello es, además, la cantidad de jugadores de la casa que salieron en aquella época, como Juanmi o Samu Castillejo.
Después, se fue al Rubín Kazan. En el fútbol ruso solo estuvo una temporada. Un equipo que en las últimas temporadas ha ganado la Premier League Rusa o incluso ha disputado la Champions League. Pero, en el tiempo que estuvo allí, los jugadores no cobrarán y los líos no cesaban. Un puesto caliente, que cambia de entrenador constantemente.
Por último, el míster además de estar en Grecia o Rusia, también ha dirigido en Inglaterra. Su paso por tierras británicas fue en las filas del Watford. Comandó la nave de los Hornets durante casi dos años. En este tiempo, y tras tres temporadas en las que logró la permanencia y clasificar a la final de la FA CUP, fue despedido. Un banquillo caliente que se come entrenadores a velocidad de vértigo.