¿Quién lo diría? Roberto Torres, un chico de la casa, criado en Tajonar, y que lleva toda una vida defendiendo la zamarra rojilla del club de su tierra, ha cumplido hoy 300 partidos con el equipo de sus amores. En una temporada especial por los cien años de historia del club de la ciudad de Pamplona, a la vez que difícil para Club Atlético Osasuna, tanto por la situación sanitaria como deportiva, el jugador nacido en Arre, un pueblo cercano a Pamplona, ha cumplido hoy una cifra histórica de partidos, sin duda muy especial para él, un auténtico «one club men» de los pocos que quedan en el fútbol que vemos hoy en día. Junto a jugadores como Oier Sanjurjo o Unai García, defiende el sentimiento del club osasunista desde la cuna, algo digno de admirar, aunque Oier jugó durante una campaña cedido en Vigo.
Desde su debut en el estadio malacitano de La Rosaleda un 11 de diciembre del 2011, acumula casi diez años ya desde su estreno como profesional. En esta década, ha jugado de manera habitual y continuada con el primer equipo desde la temporada 2013/2014, de la mano de entrenadores tales como José Luis Mendilibar o Javi Gracia, actuales inquilinos de los banquillos de la Sociedad Deportiva Eibar y Valencia Club de Fútbol respectivamente.
La temporada 2013/2014, la del descenso a Segunda División y el adiós del mítico Patxi Puñal, el jugador pamplonica sumó 37 duelos entre la Liga BBVA (llamada así por aquel entonces) y la Copa del Rey. Sin duda, una temporada triste para el club osasunista, y en la cual, la mayor leyenda del club navarro colgaba las botas.
Al año siguiente, pasaron de la desolación a la euforia en apenas segundos, ya que el gol de Flaño en la Nova Creu Alta, forma parte de la historia del centenario club navarro. Osasuna estaba al borde del descenso de categoría por segundo año consecutivo, y se temía que eso significara la desaparición de la institución. Gracias a la diana de Flaño, la cual supuso el empate y la permanencia en Segunda División, el osasunismo permaneció en el fútbol profesional, y Roberto Torres fue parte de ese hito histórico.
En la 15/16 llegaría el ascenso a LaLiga Santander. Una promoción labrada con los canteranos, con gente de la casa criada en Tajonar como Mikel Merino, Berenguer, Kenan Kodro o el propio Roberto Torres. El acceso a los playoff de ascenso fue agónico, y se dio en las últimas jornadas de la Liga Adelante, destacando un partido en el Carlos Tartiere asturiano entre muchos otros. Enrique Martín Monreal se convirtió en el héroe de todo un pueblo, de todo el osasunismo y toda Navarra.
Tras el ascenso, la siguiente campaña fue un auténtico desastre, las victorias no llegaban, los puntos escaseaban y el equipo no tenía una estructura firme y sólida. El descenso era cuestión de tiempo, y en el Camp Nou tras caer por 7 goles a 1. Osasuna volvería a la categoría de plata un año después. El de Arre, consiguió poner cierta emoción al partido tras batir a Ter Stegen de libre directo, pero los navarros flojearon y volvieron a Segunda.
Con nuevo técnico, nuevas ideas y nueva esperanza, parecía que el equipo podía volver a Primera División tras caer el año anterior. Torres fue una pieza importante aquella campaña, pero en la última jornada en el Estadio José Zorrilla, Jaime Mata privó a Diego Martínez, Torres y compañía de jugar la promoción de ascenso.
Arrasate llegaría tras la destitución de Diego Martínez para hacer una campaña histórica. Roberto Torres tuvo un papel capital, donde sus goles llevaron en volandas al equipo de vuelta a Primera División, destacando su gol ante el Málaga en El Sadar, estadio que fue un verdadero fortín para el equipo navarro.
La campaña pasada, después de su breve paso por la categoría de plata, jugadores como Chimy y Roberto fueron los grandes protagonistas del curso, haciendo una primera vuelta excelente. Tras el confinamiento, los de Arrasate, con Roberto como capitán del barco junto a Oier, certificaron la permanencia y con su victoria en el Camp Nou y el empate ante el Mallorca en El Sadar, pusieron punto y final a una grandiosa campaña.
Para concluir, este año las cosas no están yendo por buen camino para Roberto y Osasuna. El equipo tras veinte jornadas solo ha cosechado cuatro victorias, en una temporada tan especial como el centenario. El jugador de Arre quiere ser partícipe de la resurrección de Osasuna y acabar esta temporada de la mejor manera posible.