La Associazione Calcio Milan o A.C. Milan está atravesando el momento más crítico desde que comenzó la campaña 2020/21
El equipo dirigido por Stefano Pioli comenzó la temporada de una manera casi inmejorable, convirtiéndose en uno de los equipos revelación de Europa. Este sobresaliente rendimiento ha sido fruto de, entre otros factores, la combinación de los jóvenes prometedores que posee el equipo rossonero y los jugadores más experimentados, lo que dio lugar a la construcción de una plantilla con ansias de mejorar y madurez para competir.
Los resultados de los milaneses desde comienzos de temporada llevaban tiempo sin verse en el club, lo que causó un ascenso de expectativas respecto al equipo, así como la confirmación de este como uno de los conjuntos que competirían por la Serie A. Esto se reflejó en el final de la primera vuelta en el campeonato liguero, momento en el que el los de San Siro se encontraban líderes con 43 puntos, dos más que su perseguidor, el Inter de Antonio Conte.
Tras el comienzo del nuevo año, el rendimiento liguero de la escuadra milanesa pasó a ser más negativo, hecho que se manifiesta en la bajada del ritmo de puntuación que está sufriendo el plantel. Desde que comenzó 2021 el equipo ha jugado diez encuentros entre Serie A y Copa Italia, de los que ha perdido cuatro, correspondientes a los partidos disputados frente a Juventus, Atalanta, Inter y Spezia Calcio. Asunto que choca con los resultados conseguidos desde el comienzo de campaña hasta finales de 2020, período en el que solo cosechó una derrota.
Teniendo en cuenta lo transcurrido en las últimas semanas, Pioli deberá afrontar un momento decisivo, en el que se podrá decidir si el A.C. Milan es capaz de mantenerse en la cabeza de la Serie A y competir para volver a disputar la Champions League, competición que no disputa desde hace ocho años.