En la tarde de hoy, el Puskas Arena de Hungría ha sido escenario de la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League. Un encuentro que enfrentaría al actual líder de la Premier League, el Manchester City, con uno de los equipos revelación de la pasada temporada en Alemania, el Borussia Mönchengladbach. Los de Pep venían como los grandes favoritos, pues habían superado a sus rivales en la ida sin mayor dificultad con un resultado de 0-2 y habían ganado 23 de los últimos 24 partidos. Mientras que, por otro lado, el equipo germano llegaba al encuentro en un momento de forma muy negativo, con seis derrotas en los últimos seis partidos.
El conjunto citizen salió de inició con un 1-4-3-3, alineando a Ederson en portería; Walker y Cancelo de laterales; con John Stones y Ruben Días como pareja de centrales; Bernardo Silva, Rodri y Gundogan en la sala de máquinas; y Riyad Mahrez, Kevin De Bruyne y Phil Foden en el ataque.
Por su parte, Marco Rose decidió jugar con una formación 1-4-3-1-2 en la que defendería el marco Sommer; defensa para Bensebaini, Elvedi, Ginter y Lainer; repartiendo juego en el centro del campo Zakaria, Neuhaus y Hofmann; y arriba Stindl realizando una función de falso nueve por detras de Thuram y Embolo, que caían escorados a banda.
El partido comenzaba con el equipo sky blue controlando la posesión, moviendo el balón con pases precisos y constantes, esperando un desajuste en la defensa rival que les concediera una ocasión. Esta llegó pronto cuando, en el minuto seis, Kevin De Bruyne filtró un pase aéreo a la espalda de la defensa alemana que controló Phil Foden, pero el disparo no acabó en las redes tras una buena intervención de Sommer. No obstante, el cuadro germano no se achicó y, durante dos minutos, demostró su capacidad para el juego de toque en una jugada que Embolo intentaría aprovechar para adelantar a su equipo, pero acabó topándose con Ederson en la portería, que envió el balón a córner.
Tras esta reacción rápida, el conjunto inglés volvió a hacerse con el control del partido, usando la fórmula que tantos éxitos ha dado a Pep Guardiola: pases continuos y precisos y presión alta en caso de pérdida. Esto provocó que, en el minuto 12, el guardameta del conjunto blanquinegro cometiera una imprecisión en la salida del balón, regalando así el esférico a la línea central de los ingleses que, con tan solo cuatro pases, consiguieron plantarse en la esquina derecha del área. Allí Riyad Mahrez controló el balón con calma, retrocediendo, vio a Kevin de Bruyne solo en la frontal y decidió enviarle el cuero. Este fue controlado por el centrocampista belga, que levantó la cabeza y conectó un cañonazo hacia la izquierda de la portería, el esférico impactó con el travesaño tras superar a Yann Sommer y se coló en la portería poniendo así el 1-0 en el electrónico.
No habían pasado más que cinco minutos cuando Foden cogió el balón en el centro del campo y arrancó a gran velocidad hacia la parte izquierda de la frontal. Poco antes de llegar allí Gündogan se cruzó entre la defensa rival, y su compañero le envió un pase al hueco que recibió solo en el área. El meta alemán salió y se fue rápidamente abajo, pero ya era tarde, pues el balón ya iba a ras de suelo hacia la izquierda de su meta.
Después del vendaval azul celeste que, en cinco minutos sentenció la eliminatoria, el ritmo del partido bajó. El control de la pelota seguía siendo para el equipo dirigido por Pep Guardiola, mientras Die Fohlen generaban peligro mediante contraataques, sin grandes ocasiones al margen de dos tiros cruzados de Embolo desde la izquierda del área, uno de ellos rechazado por Sommer y otro que salió rozando la cepa del poste. Por otro lado, el conjunto citizen solo tuvo una falta lejana y mínimamente escorada a la izquierda que De Bruyne ejecutó con un tiro potente y centrado para que el cancerbero alemán despejara por encima de la portería.
Tras el paso por vestuarios, el partido prosiguió con la misma dinámica. El Manchester City controlando el esférico y el Monchengladback intentando arrebatarle algún balón para poder disponer de alguna oportunidad de hacer al menos un gol, pero esto no ocurrió. Las únicas ocasiones fueron para el cuadro inglés que, en el minuto 65, encontró un buen tiro desde el punto de penalti, el cual fue rechazado fácilmente por el meta y, dos minutos más tarde, en el 67, sacó un corner en corto para Riyad Mahrez, quien tras una carrera hasta el interior del área envió el balón de nuevo a las manos del arquero.
El partido siguió así sin ningún suceso reseñable en el transcurso de los últimos minutos, hasta que el árbitro decretó el final del tiempo e hizo oficial el pase del equipo británico a los cuartos de final, y la eliminación de un Borussia que deberá centrarse en la liga para poder revertir la mala situación en la que se encuentra.