El Arsenal de Arteta baila al ritmo de Odegaard y Smith Rowe

Empezaba la temporada y la situación en el norte de Londres, en el barrio de Holloway, seguía sin sorprender a ninguno de sus aficionados. El conjunto de Mikel Arteta repetía un inicio de competición irregular, siguiendo el mismo camino que la temporada pasada. Sin embargo, el caso era diferente, ya que en teoría era el inicio de un proyecto esperanzador e ilusionante en el club gunner. Las jornadas iban pasando, los esquemas se convertían en figurantes inconexos que no lograban entenderse para crear un sistema de juego efectivo, que lograse dar alguna alegría a su afición y estabilidad a un club que se tambaleaba al ver como Mesut Özil no jugaba sumándose a los problemas internos del club.

Dicen que a veces la solución la encuentras cuando menos te lo esperas, como la esperanza en Rey Skywalker para salvar la galaxia, solo que en este caso apareció Emile Smith Rowe para salvar los muebles del Arsenal. El canterano del conjunto londinense apareció con un impacto casi parecido al de Bukayo Saka la temporada anterior; un rayo de luz para Arteta, que veía como su idea se acoplaba a un sistema con la figura de un medio centro ofensivo. El papel del joven iba a ser clave aportando cuatro asistencias en sus trece encuentros de Premier League; en competición europea tuvo participación, pero no como jugador asentado en el once tipo de Arteta.

La aparición de Smith Rowe supuso un rayo de esperanza para el club gunner.

El jugador formado en Hale End iba sumando grandes actuaciones, pero el Arsenal andaba interesado igualmente en reforzar esa zona del terreno de juego, ya que Özil estaba descartado y Willock no contaba para el entrenador español. El elegido fue Martin Odegaard, que llegó al club con mucha ilusión y ganas de demostrar su calidad tras su fallido regreso al Real Madrid. Aquí daba lugar el primer debate: ¿Emile Smith Rowe o Martin Odegaard? ¿Apoyamos la progresión de un canterano o damos minutos a un jugador cedido que en verano no vaya a seguir en el club?

La respuesta a esas preguntas siempre fue clara para Arteta: ambos pueden jugar juntos. En las primeras jornadas, con los dos jugadores ya en plantilla se fueron turnando los tiempos de juego. Con Smith Rowe y Odegaard, el Arsenal tiene otra cara y mejora en la fluidez de circulación de balón. Además, con el inglés metiéndose hacia el centro (parte de izquierda normalmente), provoca superioridad en el centro y ayuda a que Tierney se incorpore con mucha más libertad al dejar un espacio libre para el avance. En el Derby del norte de Londres vimos el debut de ambos en este tipo de encuentros, marcando al espectador gunner una actuación digna para confiar el futuro en ambos jugadores ya que se comenta que el Arsenal quiere al noruego en propiedad.

El noruego ha dado el salto de calidad que necesitaba el equipo.

Las estadísticas de ambos fueron las siguientes: Emile Smith Rowe en 77 minutos de juego realizó cuatro pases clave y generó una gran ocasión. Además, participó con éxito en la circulación de pelota de su equipo con 36 pases y un 97’3% de acierto. Estos números son muy parecidos a los del noruego, que a parte del gol anotado dio dos pases clave aportando su calidad en la posesión del Arsenal con 56 pases y un 96’6% de éxito. Hay que destacar la aportación de ambos jugadores en defensa con cuatro recuperaciones cada uno.

Su trabajo no era para nada fácil, enfrente estaba el equipo de Mourinho, que si algo sabe hacer es cerrar espacios y generar pérdidas en el rival para salir rápidos en las contras. No obstante, en este caso tanto Martin como Emile supieron encontrar esos pequeños espacios entre líneas para hacer daño al Tottenham, que conoció a los nuevos chicos del barrio. Dos jugadores que están condenados a entenderse, donde la calidad no debe hacer distinciones y con un Arteta que se niega a elegir entre rock o funk y prefiere realizar su particular Crossover para dar al Arsenal un ritmo de funk rock, al son de Martin Odegaard y Emile Smith Rowe.

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