La historia de hoy es una de las más surrealistas que ha habido en el futbol inglés, y puede que también a nivel europeo. Este episodio tuvo lugar en la Premier League, en una de las mayores ligas de Europa y el equipo protagonista fue el Southampton FC, que estaba dirigido por la leyenda escocesa Graeme Souness.
Los saints esa temporada acusaron una gran cantidad de infortunios en forma de lesiones y los efectivos para los encuentros de cada vez eran menos. El entrenador escocés para hacer frente a esta desafortunada situación decidió realizar pruebas a jugadores que no tuvieran contrato con otro equipo, es decir, hacer pruebas a agentes libres. De forma inesperada, Souness recibió la llamada de George Weah, que acababa de recibir el premio a mejor jugador del año al ganar el Balón de Oro. Y con esta llamada, empieza la historia de la persona que logró ser futbolista profesional por un día: Ali Dia.
El presunto George Weah le pidió a Graeme Souness que tuviera a prueba a un primo suyo en una muestra de ayuda y solidaridad debido a que el club inglés tenía muchas bajas en su plantilla. La trayectoria era bastante prometedora, ya que había jugado en el Paris Saint Germain, además, internacional con la selección de Senegal. El exentrenador escocés ya se frotaba las manos con este jugador.
Los jugadores del Southampton no sabían que jugador llegaba a su equipo, ya que no tenían noticias de su procedencia y tampoco de sus características. El primer entreno de Ali Dia con su nuevo equipo fue un viernes, hecho que ya es sorprendente por que los jugadores a prueba suelen entrenar durante toda la semana para ver si tienen aptitudes para formar parte de la plantilla. Pero lo que más sorprendió a jugadores como Dodd o Le Tissier fue que tras hacer tan solo un entreno, Ali Dia formó parte de la lista de jugadores convocados iniciando el encuentro ante el Leeds United en el banquillo.
El sábado 23 de noviembre del 1996 se vieron las caras Southampton y Leeds United. A la media hora de partido Matt le Tissier, leyenda del club, se lesionó muscularmente y dio lugar el momento que todo aficionado del Southampton esperaba, el debut de Ali Dia. Nada más entrar al terreno de juego tuvo una ocasión clara para poder adelantar a los saints en el marcador, pero su remate fue repelido por el portero del Leeds. Quien sabe como hubiese sido la carrera del senegalés si llega a entrar esa pelota, sin embargo, es algo que nunca se llegará a saber.
Después de esa primera impresión, la afición del Southampton empezó a ver como era el juego del senegalés. Muchos aficionados y compañeros lo definían como headless chicken, que traducido al español es un pollo sin cabeza. Ya con esta definición da que pensar como era Ali Dia y a sacar en claro que nunca llegó a vestir la camiseta del PSG y mucho menos ser internacional con la selección de Senegal. Tras el encuentro, el supuesto jugador senegalés desapareció y no se volvió a saber nada de él.
Esta es la historia de una persona que utilizó la fama de George Weah para hacerse hueco en un equipo de la Premier League y también en la historia de la competición. Ali Dia se convirtió en profesional por un día gracias a la confianza de Graeme Souness en la llamada que recibió procedente de alguien que se hizo pasar por la gran estrella africana y acabó engañando a toda una institución como es el Southampton FC.
Se citaban en Londres dos equipos que buscan hacerse un lugar entre los grandes de Inglaterra y poner en duda al denominado Big six. El equipo de David Moyes llegaba al encuentro en una privilegiada posición, ocupando zona Champions y luchando contra transatlánticos como Chelsea o Liverpool por la cuarta plaza. En frente estaba el Leicester, que buscaba no volver a caer como la temporada pasada y volver esta temporada a la máxima competición europea.
Alineaciones
David Moyes no sorprendía a nadie y solo hubo novedades en el once para cubrir las bajas de Rice y Michail Antonio, ambos lesionados. En la portería jugó Lukasz Fabianski; en los laterales jugaron Coufal y Cresswell; como centrales estuvieron Issa Diop y Craig Dawson; el mítico Mark Noble acompañó al inesperado goleador checo Tomas Soucek; Pablo Fornals, Arthur Masuaku y el renacido Jesse Lingard ocupaban la zona de la media punta; y Jarrod Bowen jugó como nueve, pero sin llegar a ser una referencia.
Los foxes presentaban un once sin James Maddison y Ayoze Pérez, que se quedaban fuera de la convocatoria. El danés Kasper Schmeichel se situó bajo los tres palos; Fofana, Evans y Amartey formaban la defensa de tres; en los carriles jugaban Timothy Castagne y Ricardo Pereira, que entraba por Marc Albrighton; el nigeriano Ndidi daba equilibrio al equipo escudando a Youri Tielemans y Dennis Praet; y en la punta de ataque estaba la leyenda del Leicester Jamie Vardy junto a Kelechi Iheanacho
El partido
Leicester City y West Ham han presentado su particular candidatura de cara a molestar a los grandes conjuntos de la Premier League, no obstante, ambos conjuntos tienen mucho trabajo por delante para lograr sus objetivos de entrar en Champions League la próxima temporada. El conjunto londinense acumulaba cuatro partidos consecutivos sin perder en casa, mientras que su rival llegaba siendo el segundo mejor equipo como visitante y con diez encuentros sin conocer la derrota fuera del King Power Stadium.
Mike Dean fue el encargado de arbitrar el encuentro y con el pitido inicial el Leicester realizó el saque de centro con una declaración de intenciones bastante clara del West Ham, sometiendo a los foxes a una presión bastante intensa durante los primeros compases de partido. Durante los primeros minutos tanto Leicester como West Ham llegaban al área rival, pero sin llegar a concretar ninguna jugada de peligro más allá de un disparo tímido de Iheanacho que Fabianski logró parar sin problemas.
Se guardó un minuto de silencio en homenaje al Duque de Edimburgo.
El trabajo defensivo del Leicester se centraba en tapar la incidencia ofensiva del renacido Jesse Lingard, que desde su llegada al West Ham ha visto como su nivel futbolístico ha ido in crescendo gracias a la confianza de David Moyes en él. Sin embargo, el inglés está imparable y llegando al minuto 30 lograría adelantar a los londinenses al enganchar de volea desde la frontal un centro de Coufal. Máxima efectividad del West Ham, que lograba meter dentro de la porteria de Schmeichel su primer tiro a portería. Lingard había empezado la fiesta en el London Stadium y dos minutos después de meter el primer gol casi logra sacar ventaja de una cesión a Schmeichel procedente de Amartey, que dio un pase hacia su portero muy comprometido.
El Leicester no quería complicar su futuro en Premier y se puso manos a la obra para intentar girar el marcador con una nueva ocasión de Iheanacho, que tiró sin demasiado acierto a portería, ya que su remate fue rechazado por la defensa. Como respuesta a esta jugada, Vladimir Coufal llegaba solo al área del Leicester, pero cuanto más se acercaba menos idea iba teniendo de que hacer con la pelota y finalmente cedió de forma errónea el balón hacia atrás, dando tiempo a la defensa de Rodgers a llegar para cortar la jugada.
Como antes he comentado, la fiesta de Jesse Lingard no había hecho más que empezar. El equipo se contagia de su momento, y la incidencia que tiene en el equipo es máxima. A punto de llegar al minuto 45, Jarrod Bowen aprovecha un balón a la espalda de la defensa del Leicester para ceder en bandeja el gol al jugador cedido del Manchester United, que anotaría de esta manera su octavo gol en nueve partidos con la elástica del club de Londres. El dos a cero daba aire al West Ham y llegaba a los vestuarios con mucha más confianza que su rival, que fue incapaz de inquietar a Fabianski en la primera mitad.
Jarrod Bowen se sumó a la fiesta de Jesse Lingard.
Después del descanso, Brendan Rodgers dio entrada a Luke Thomas por el ghanés Daniel Amartey, que había estado bastante impreciso durante la primera mitad. El entrenador del Leicester no quería poner en problemas su posición clasificatoria y decidió salir al ataque cambiando el esquema de tres centrales a un 1-4-2-3-1 para conseguir la remontada. Pero el efecto fue contraproducente, ya que a los dos minutos de la reanudación el Leicester City perdía una pelota en una salida desde atrás, provocada por la presión de los jugadores de David Moyes. Kelechi Iheanacho perdía la pelota en beneficio de Arthur Masuaku, que daba el balón a Jesse Lingard para que cediera el balón en la frontal a Tomas Soucek y el checo asistió a Bowen para poner mucha más distancia en el marcador del London Stadium.
Entre tantas alegrías, goles y buenas sensaciones hubo una noticia que seguro preocupa a la afición hammer, que es la lesión muscular de Aaron Cresswell tras una disputa en un balón aéreo. Un contratiempo importante de cara a este final de temporada. No obstante, el West Ham seguía con la sexta marcha puesta y llegaron a anotar el cuarto gol, pero Issa Diop se encontraba en posición de fuera de juego en el momento que remató el centro de Lingard.
Con el paso de los minutos, el West Ham bajaba las revoluciones del encuentro y cedió la posesión del balón al conjunto de Brendan Rodgers para proteger el resultado defendiendo en bloque en su propio campo. Esta bajada de intensidad se vio reflejada en una jugada en la que Fabianski no acabó de atrapar la pelota y Albrighton, atento, remató a puerta aprovechándose del error, pero el paraguayo Fabian Balbuena bloqueó la trayectoria de un balón que se colaba en la porteria del guardameta polaco.
El premio a la insistencia de los foxes llegaría en una recuperación de Ricardo Pereira, que aprovechó la relajación de Masuaku para robar una pelota que caería a los pies de Kelechi Iheanacho y anotar desde la frontal el tres a uno con un fuerte chut. Este gol provocó que el Leicester pusiese una marcha más en el partido logrando inquietar en varias ocasiones a la zaga de David Moyes, sin embargo, no lograban anotar otro tanto que acercase el empate en el marcador. En una de esas jugadas peligrosas tuvo lugar una nueva lesión para el West Ham, ya que Mark Noble se lesionó en el brazo tras un mal apoyo y Ben Johnson tuvo que entrar al terreno de juego para sustituir al capitán de los londinenses.
Kelechi Iheanacho con un doblete dio esperanzas al conjunto de Brendan Rodgers.
Marc Albrighton fue el jugador que cambió el guión del encuentro, provocó mucho desorden en la defensa hammer y en una de sus llegadas por banda llegó el tanto que daba esperanzas al Leicester City con un centro que logró rematar a puerta el jugador más inspirado de los foxes, Kelechi Iheanacho, que anotaba su undécimo tanto en los últimos once encuentros. El gol llegó en el 90 y los últimos minutos fueron un tremendo asedio sobre la portería de Fabianski, con la defensa hammer intentando enviar lejos cada balón centrado por parte del equipo de Brendan Rodgers.
Mike Dean pitó el final del encuentro después de que Wesley Fofana no lograra rematar entre los tres palos un buen centro de Castagne, que veían como sus esfuerzos finales no lograban el premio del empate. Victoria final del West Ham, que se acerca cada vez más al sueño de entrar en Champions League y pone en peligro la situación del Leicester City, situado ya a tan solo dos puntos de Europa League.
Las ligas regresaban del parón de selecciones y la Serie A empezaba con un clásico de su fútbol, un duelo entre AC Milan y la UC Sampdoria en una vuelta a las competiciones que se presentaba bastante atractivo. El conjunto de Stefano Pioli volvía tras el buen sabor de boca que dejó en la jornada previa al parón, cuando logró remontar a la Fiorentina y sacar un partido complicado, así como la Sampdoria logró ganar por la mínima ante el Torino tras cinco encuentros sin conocer la victoria.
Alineaciones
Stefano Pioli hizo tres cambios respecto al equipo titular que jugó contra la Fiorentina, dejando en el banquillo a Dalot, Brahim y Tonali; estos dos últimos venían de jugar el Europeo Sub21 con sus selecciones. En la portería jugó Donnarumma; en defensa retrasó su posición Saelemaekers para jugar como lateral derecho y compartió zaga con Kjaer, Tomori y Theo Hernández; en el centro del campo jugaron Kessié y Ismael Bennacer, que regresaba como titular tras jugar unos minutos ante la Fiorentina; la línea de tres por delante los pivotes estuvo ocupada por Çalhanoglu, Krunic y Castillejo, que entraba por Brahim; y en punta de ataque, el sueco Zlatan Ibrahimovic.
El conjunto de Génova tan solo hizo dos cambios respecto al once que se reencontró con la victoria en casa ante el Torino. Bajo los palos jugó Emil Audero; en defensa jugaron Bereszynski, Tonelli, Colley y Tommaso Augello; el centro del campo estuvo ocupado por Morten Thorsby y Adrien Silva, que entró por el lesionado Albin Ekdal; las bandas fueron de Antonio Candreva y Mikkel Damsgaard, que sustituía en el once al internacional Jakub Jankto; y en la punta de ataque dos clásicos como Fabio Quagliarella y Manolo Gabbiadini.
El partido
Milán y Sampdoria se citaban en el Giuseppe Meazza para iniciar la jornada del campeonato italiano. El equipo de Claudio Ranieri afrontaba este partido ya con la mente puesta en la siguiente temporada, ya que se encuentran en una posición bastante tranquila y con pocas aspiraciones a luchar por posiciones europeas. En cambio, los rossoneri siguen en la pelea con sus vecinos por el Scudetto.
Marco Piccinini fue el encargado de impartir justicia en el partido y cuando el reloj marcó las 12:30 dio inicio el Milán – Sampdoria, que daba el pistoletazo de salida a la jornada 29 encarando ya la recta final de campeonato. Ambos conjuntos durante los primeros minutos se disputaron el dominio de la posesión de la pelota, pero los de Ranieiri llegaban al área de Donnarumma con mucha más claridad que los locales. La primera ocasión del encuentro llegó en el minuto cinco con una vaselina de Gabbiadini que casi sorprende al guardameta titular de la selección azzurra.
Pasado el primer cuarto de hora de encuentro, la Sampdoria se hizo con el dominio del partido al tomar riesgos con una defensa muy adelantada y una presión que les ayudaba a recuperar cerca de la portería de Donnarumma. El conjunto genovés centraba la mayoría de sus ataques por la banda de Saelemaekers, que destaca más por sus facetas ofensivas y Augello, en una de sus incorporaciones al ataque llegó a chutar dentro del área milanesa, pero no con la fuerza necesaria para inquietar al joven portero del Milán. Seguidamente una buena jugada trenzada por Quagliarella y Gabbiadini acabó con un pase a Damsgaard, pero no logró finalizar el danés. Los visitantes seguían sometiendo a los locales y la ocasión más clara fue un remate de Thorsby tras una falta sacada por Candreva, que hizo lucir a Donnarumma en el minuto 24.
Tras estas ocasiones el conjunto de Ranieri bajó un poco las revoluciones y el Milán logró salir de su campo, pero sin llegar a inquietar a Emil Audero, que estuvo muy bien protegido por su defensa. El equipo de Stefano Pioli tuvo como ocasiones más peligrosas dos faltas lanzadas por Ibrahimovic y Çalhanoglu, pero ambas pegaron a la barrera de jugadores genoveses. Los rossoneri cogieron fuerza tras estas llegadas y lograron acabar el encuentro con mejores sensaciones que su rival teniendo más posesión de balón y ocupando durante más tiempo el campo rival.
Stefano Pioli se dio cuenta del peligro que causaba por banda izquierda los visitantes y realizó un cambio después del descanso, dejando al belga Saelemaekers en las duchas para que entrase al terreno de juego el joven Pierre Kalulu. Los locales salieron mucho mejor de los vestuarios respecto a como lo hicieron al principio del encuentro, dominando el esférico durante más tiempo, pero sin acabar de llegar a inquietar al guardameta de la ‘‘Samp’’. En el minuto 57, el Milán vio como Quagliarella lograba su decimo gol tras aprovechar un error de Theo Hernández definiendo desde fuera del área de forma magistral con una vaselina sobre Donnarumma, que se encontraba adelantado. Para intentar dar la vuelta, el entrenador rossonero dio entrada a Tonali y Rébic, que entraban por Bennacer y Krunic.
Fabio Quagliarella lograba poner a la Sampdoria por delante en el marcador.
Por suerte, la Sampdoria iba a pegarse un tiro en el pie con forma de expulsión. Adrien Silva, que ya había sido amonestado durante la primera mitad, realizó una falta sobre Samu Castillejo que supuso la segunda amarilla y como consecuencia la expulsión dejando a su equipo con uno menos para la última media hora de partido. El cuadro rossonero seguía sin ser capaz de generar alguna ocasión de peligro a pesar de jugar con uno más, pero la Sampdoria se defendió en bloque con líneas muy juntas y esta vez cerca de su portería tapando cualquier línea de pase existente.
El último cuarto de hora fue un asedio del Milán estableciéndose en campo rival durante todo el final de partido, pero sin lograr ninguna ocasión clara más allá de una llegada de Rebic que Colley sacó sin problemas bajo palos. Tanto va el cántaro a la fuente que al final el Milán en un contraataque lograría el empate en el minuto 86 con un gol de Hauge, que definió con maestría ante Audero. Este tanto despertó la máquina milanesa y Çalhanoglu hizo que Audero realizara su primera parada del encuentro en la siguiente jugada tras el gol con una gran estirada. También en el descuento Kessié tuvo una gran oportunidad, pero su disparo fue rechazado por el palo.
Jans Petter Hauge salió del banquillo para salvar los muebles del AC Milan.
Partido muy gris del Milán que ha regresado del parón con unas sensaciones muy diferentes y el Inter puede irse a más distancia si logra hacerse con la victoria ante el Bologna. La Sampdoria pasó por encima del Milán durante el tiempo que estuvo con uno más y no paso apuros hasta los minutos finales. Mención especial para Quagliarella por su décimo gol esta temporada, que con 38 años logra por quinta temporada consecutiva alcanzar los diez goles en la Serie A.
Toni Soldevilla nació hace 42 años en el municipio catalán de Hospitalet de Llobregat, y fue en esta ciudad donde empezó a dar sus primeras patadas a un balón de fútbol. El era un jugador que desempeñaba sus funciones en la posición de central, aunque también podía jugar como mediocentro gracias a su calidad técnica. Logró debutar con el primer equipo de su ciudad natal en Segunda División B, aunque esa carrera en el Hospitalet iba a durar poco ya que el Espanyol tocó la puerta de ‘Solde’.
En el Espanyol formó parte de una gran generación de jugadores pericos formada por Raúl Tamudo, Joan Capdevila o Alberto Lopo, que llegaban procedentes del Juvenil junto al protagonista de nuestra historia. Toni Soldevilla no tardaría en derrumbar la puerta del primer equipo blanquiazul, ya que tan solo dos años después de llegar a la institución perica debutaría a los 18 de la mano de Vicente Miera en un RCD Espanyol – Athletic Club, pero su debut quedó marcado por una expulsión.
Tras ese debut Soldevilla siguió alternando el filial con el primer equipo logrando asentarse en la temporada 99/00 con su gran valedor Paco Flores. El entrenador catalán había formado al jugador y lo conocía de haberlo tenido en el filial y su confianza era tanta en él, que no dudó en llevárselo al primer equipo. El ex central confirma en una entrevista que Paco Flores para el fue más un padre que un entrenador. En esa temporada del debut consiguió ganar su primer título, una Copa del Rey ganada al Atletico de Madrid en Mestalla.
La temporada siguiente a su debut, Soldevilla logró asentarse en el once perico haciendo pareja con Mauricio Pochettino y con Pablo Rotchen, que ocupó el lugar del argentino tras salir en el mercado de invierno a Paris. El jugador catalán llegó a conseguir el brazalete del conjunto perico, pero su historia iba a coger otros caminos más pronto que tarde.
En el año 2003, el conjunto perico viajaba hacia La Coruña para jugar su partido contra el Deportivo y de esa expedición formó parte Toni Soldevilla, que se quedó sin jugar porque Luis Fernández lo dejó fuera de la lista de convocados. La decisión que tomó en la noche antes del encuentro fue la que marcó su carrera, o simplemente aquella que le ayudó a abrirse de cara al mundo y conocer su verdadera realidad.
En la típica vuelta que realizan los equipos en el día previo a sus encuentros Toni Soldevilla decidió no regresar al hotel, ya que a fin de cuentas no iba a jugar ese encuentro al no estar convocado. El jugador de Hospitalet decidió dar un paseo por los bares de la zona, pero esa vuelta acabó alargándose hasta entrada la tarde del día siguiente y presentándose al hotel en unas condiciones bastante precarias, provocado por su desenfreno en los bares de La Coruña.
La noche gallega de Soldevilla destapó una adicción que el jugador venía padeciendo desde los 18 años y el conjunto perico, vista la situación, decidió enviar al ex central catalán a un centro de tratamiento en Valencia. Tras las primeras observaciones, se diagnosticó al jugador un Trastorno de Déficit de Atención Adulta que posiblemente fue el desencadenante de su adicción a las drogas. Soldevilla intentaba ocupar con el consumo de esas sustancias el vacío que sentía debido a esa enfermedad que padecía. Las drogas ocuparon el lugar de las medicinas para tratar su TDAA, llevando su carrera a un punto de no retorno.
Después de pasar casi tres meses en la clínica de desintoxicación regresó al equipo, pero su vuelta no se dio y estuvo entrenando al margen hasta final de temporada, siendo esta la penúltima antes de su finalización de contrato. El siguiente año logró acabar jugando una buena cantidad de partidos no obstante el jugador decidió no renovar y seguir su propio camino. Al quedar libre le salieron varias opciones atractivas como las ofertas de Deportivo Alaves o una del futbol italiano procedente del Parma, sin embargo, acabó firmando por el CP Ejido en el que llegó a disputar tan solo siete encuentros. Tras su paso por el conjunto almeriense dio muchos tumbos hasta que en 2015 se retiró en el CD Eldense.
Y aquí la historia caótica de un jugador que lo tenía todo para llegar a consolidarse en el fútbol español, una persona que no supo encontrar solución a esa enfermedad que desconocía y le llevó a tomar decisiones equivocadas para ocupar un vacío que necesitaba llenar. Esta es la historia de la noche gallega de Toni Soldevilla, un jugador sobrepasado por su situación y que hizo ver que los futbolistas también son personas como otras cualquiera con la capacidad de tomar decisiones acertadas o equivocadas, pero que no han de ser azotados con mas crueldad por el mero hecho de ser lo que son.
El Milán llegaba a Florencia con la mente puesta solo en la Serie A, tras caer eliminados el pasado jueves ante el Manchester United. Los de Stefano Pioli tienen como objetivo mantener la plaza de Champions League, después de ver como el Inter de Milán ha cogido ya una ventaja considerable. El equipo de la Toscana buscaba reencontrarse con la victoria tras dos encuentros sin conocer la victoria, pero en frente tenía al mejor equipo visitante de la Serie A y no iba a poner las cosas sencillas para los de Prandelli.
Alineaciones
El conjunto viola presentaba tan solo un cambio respecto al encuentro de la jornada anterior ante el Benevento, que era la entrada del talentoso Gaetano Castrovilli por Venuti. Como guardameta estuvo Dragowski; los tres centrales fueron Pezzella, Martinez Quarta y Milenkovic; los carriles estuvieron ocupados por Valentin Eysseric y Martin Caceres; Erick Pulgar, Giacomo Bonaventura y Castrovilla jugaron en el centro del campo; y en la punta de ataque estuvieron Vlahovic y Ribery.
Los de Pioli llegaban al encuentro después de perder ante el Napoles en liga y caer eliminados en Europa League. Respecto al encuentro ante el Manchester United regresaban al once Diogo Dalot, Sandro Tonali y Zlatan Ibrahimovic, dejando en el banquillo a Castillejo, Meité y Pierre Kalulu. En la portería jugó Donnarumma; en defensa jugaron Dalot, Kjaer, Tomori y Theo Hernández; como centrocampistas estuvieron Sandro Tonali y Franck Kessié; por delante jugaron Çalhanoglu, Saelemaekers y Brahim Diaz, que entraba por Rade Krunic; y en la punta de ataque, el gigante sueco Zlatan Ibrahimovic.
El encuentro
Ambos conjuntos llegaban al partido con diferentes necesidades y objetivos. Los rossoneri buscaban seguir a la estela del líder, que estaba a nueve puntos. En cambio, el equipo de Prandelli buscaba alejarse de la zona de descenso y colocarse en la zona tranquila de la tabla aprovechando las derrotas de Torino y Cagliari.
El encuentro estuvo dirigido por Marco Guida, que tras hacer sonar su silbato permitía al AC Milan realizar el saque de centro. Durante los primeros minutos el conjunto de la Toscana dominó al Milán con una buena presión y con llegadas peligrosas al área de Donnarumma, siendo la más peligrosa un balón despejado sobre la línea por Tomori tras un remate de Martín Caceres. Con el paso de los minutos, el equipo de Stefano Pioli empezó a disputar el dominio a la Fiorentina, que en el minuto nueve encontrarían su premio. Simon Kjaer metió un gran pase a la espalda de los centrales hacía Ibrahimovic, que definió con gran calidad ante Dragowski.
El gol no afectó a la Fiorentina, que siguió con su valentía para hacerse dueño del balón y del partido. Ambos conjuntos eran incapaces de llegar a inquietar a ambos porteros, aunque Donnarumma era el que tenía más cerca el peligro de su portería. Llegando al minuto 20 Gaeteano Castrovilli, que fue clave en acciones de ataque del equipo viola, fue derribado por Diogo Dalot cerca del área provocando una falta peligrosa. Y aquí llegó la obra maestra de la primera mitad a cargo de Erick Pulgar, que clavó en la mismísima escuadra una falta a la que Donnarumma solo pudo llegar con el balón dentro de la portería.
Donnarumma no pudo hacer nada para detener el magistral lanzamiento de Erick Pulgar.
Una vez igualadas las fuerzas, ambos equipos buscaban adueñarse de la pelota intentando desequilibrar de nuevo el marcador. El primero en intentarlo fue el conjunto de Cesare Prandelli con un lanzamiento de esquina, que Pezzella con la espuela esta a punto de meter uno de los goles de la jornada, pero lamentablemente ese remate pegó en la cruceta. Esta acción no tardó en ser contestada por el Milán, que en el 35 estuvo a punto de ponerse por delante si el remate picado de Ibrahimovic no hubiese dado en el travesaño. Cinco minutos después Hakan Çalhanoglu lo volvió a intentar, pero su disparo se fue cerca de la portería de Dragowski, que se retiró lesionado al doblarse el tobillo en un saque de meta. En su lugar entró Pietro Terracciano.
La segunda mitad daba inicio sin cambios en ninguno de los dos equipos, que reanudaban el encuentro sin ser capaces de hacerse con el control del balón. A los cinco minutos la Fiorentina se pondría por delante en el marcador. Martinez Quarta se adentraba en campo contrario, donde encontró a Eysseric, que metió un preciso pase a Vlahovic para que el serbio dejase el balón de cara a Franck Ribery, quien logró desempatar el encuentro. Este gol provocó la reacción del conjunto milanés haciendo que Terracciano tuviera que sacar la mano para evitar el gol olímpico de Çalhanoglu. En el siguiente córner el Milán encontró con fortuna su premio a la insistencia. El mediapunta turco centró el balón hacia el segundo palo donde la espalda de Kjaer dio una asistencia a Brahim Díaz, que se encargo de meter el balón dentro de la portería local.
Ibrahimovic ponía por delante al Milán en el minuto 9 de partido.
Stefano Pioli tras el gol dio entrada a Samu Castillejo y Ismael Bennacer, que volvía al equipo tras estar fuera por lesión. El equipo de Prandelli tuvo algún acercamiento gracias a Dusan Vlahovic, que se erigía como la figura destacada del conjunto viola en esta segunda parte. Estos acercamientos no tuvieron efecto ninguno en el Milán, que seguía inquietando la porteria de Terracciano con varias llegadas peligrosas. La ocasión que estuvo más cerca de desnivelar el marcador fue una genialidad de Ibrahimovic, que desde fuera del área se sacó de la chistera un tiro de exterior repelido por el palo.
El heptacampeón europeo quería seguir con la locura del Artemio Franchi y tras una recuperación de Tomori en el centro del campo llegó el balón a Kessié, que pasó el esferico a Çalhanoglu para anotar de un toque preciso el 2-3 en el marcador. En el minuto 72 lograban de nuevo ponerse por delante en el marcador. Cesare Prandelli no tardó en contestar y en el 78 daba entrada a Kouame y Jose Callejón por Martinez Quarta y Pulgar con una clara intención de ir a buscar el empate. Estos cambios no fueron amenaza ninguna para la defensa milanesa, que lograba mantener lejos del área de Donnarumma al conjunto viola.
El Artemio Franchi vivió en esta tarde de domingo un encuentro dominado por la locura, en la que ambos conjuntos se replicaban con goles. El equipo local logró remontar el partido recién empezada la segunda parte, pero fue contestado con dos goles en 15 minutos para que los tres puntos vuelen hacia San Siro. Con esta victoria el Milán se reafirmaba como el mejor equipo visitante de la Serie A, que ayudaba a los rossoneros a seguir fuertes en zona Champions y mantenerse cerca del Inter de Milán.
El Bayern de Múnich llegaba al partido con el objetivo de aumentar la distancia con el RB Leipzig, tras su victoria en el día de ayer ante el Arminia Bielefeld. En frente tuvo al Stuttgart, que empieza a soñar con las posiciones europeas tras lograr una racha de cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota. En sintonía con el equipo se encontraba Sasa Kalajdzic, que encadena seis encuentros seguidos anotando gol.
Alineaciones
El conjunto de Hans-Dieter Flick presentaba cambios respecto al último encuentro disputado en Bundesliga ante el Werder Bremen. Bajo palos se colocó Manuel Neuer; Benjamin Pavard y Alphonso Davies ocuparon los laterales, mientras que Jerome Boateng y Niklas Sule fueron los centrales; en el centro del campo jugaron Leon Goretzka y David Alaba, que entraba por Kimmich; como media punta jugó Müller escoltado por Gnabry y Sané en las bandas; y como delantero centro, el goleador en serie, Robert Lewandowski.
El Stuttgart presentó dos cambios en el once para su enfrentamiento ante el actual líder del campeonato. En la portería jugó Gregor Kobel; los tres centrales fueron Mavropanos, Waldemar Anton y Marc Oliver Kempf; como mediocentros jugaron Naouirou Ahamada y Wataru Endo; en los carriles se situaron Borna Sosa y Silas Wamangituka; un poco más adelantados estuvieron Gonzalo Castro y Tanguy Coulibaly; y como referencia, el ya nombrado Sasa Kalajdzic
El encuentro
El conjunto bávaro recibía en el Allianz Arena a un equipo en racha como el Stuttgart, que había logrado situarse a tan solo cuatro puntos de posiciones de Europa League. Los de Flick, que ya conocían a su rival en los cuartos de Champions League, buscaban seguir con su mandato en Bundesliga con una victoria para llegar con ventaja a su encuentro ante el RB Leipzig, que tendrá lugar tras el parón de selecciones.
Los locales realizaron el saque inicial y ya buscaron meter el balón cerca del área rival con un balón en largo. El Stuttgart durante los primeros minutos sometió al Bayern con una presión bastante alta, que llevó a tener bastante presencia cerca del área de Neuer siendo un remate de Kalajdzic la jugada más peligrosa. Este primer dominio se fue reduciendo poco a poco y el balón empezó a ser propiedad de los bávaros teniendo su primera llegada en las botas de Leon Goretzka, con un tiro que se fue desviado.
En el minuto 12, Alphonso Davies se fue expulsado tras una dura entrada sobre Wataru Endo, dejando a su equipo con diez demasiado pronto. Pero al parecer, esta expulsión no hizo más que despertar a la bestia bávara y tan solo cinco minutos después, en el 17, Lewandowski anotó el que sería su primer gol de la tarde, tras un centro fuerte por banda de Serge Gnabry. No contentos con esto, en el 22, Thomas Müller y Leroy Sané orquestaron una bonita jugada en la frontal de área, que acabó en los pies de Gnabry para anotar el segundo gol en el marcador. La bestia muniquesa no había dejado de estrangular a su rival, y un minuto después de anotar el segundo, el conjunto de Flick recuperaba con rapidez el balón tras el saque de centro del Stuttgart y llevaba el balón hacia la banda derecha, donde Thomas Müller ponía un preciso centro a la cabeza del goleador en serie polaco, que no perdonó.
Los jugadores del Bayern celebran el primer gol de Robert Lewandowski.
Tras este frenesí descontrolado de tres goles en tan solo seis minutos, la maquinaria de Flick puso el freno de mano y de este frenazo se pudo ver como el Stuttgart lograba inquietar un poco a la defensa rival, pero sin llegar a inquietar a Manuel Neuer. El cuarto gol llegó tras una jugada por banda de Leroy Sané, que destacó en su faceta ofensiva durante la primera mitad, cedía un balón hacía dentro del área al que no llegó Goretzka, pero si Lewandowski aprovechándose de la poca contundencia defensiva de Anton para definir ante Kobel con una tranquilidad pasmosa. En esta primera parte hubo una nota negativa con la lesión de Silas Wamangituka, que era el jugador más destacado de su equipo por su velocidad y profundidad en la banda derecha.
La segunda parte empezaba con dos cambios por parte del conjunto del suroeste de Alemania con las salidas de Sosa y Ahamada por Forster y Nico Gonzalez, que volvía de lesión. El inicio de la segunda parte fue un calco al de la primera mitad con un Stuttgart presionante arriba y con mucha presencia en campo rival, pero sin llegar a inquietar a Manuel Neuer. En el 52, Nico González realizó una buena internada por banda que remató Sasa Kalajdzic, que Neuer paró sin muchos problemas. El conjunto de Pellegrino Matarazzo salió muy bien de vestuarios con una actitud digna de elogio, ya que durante muchos minutos encerró al Bayern dentro de su propio campo logrando impedir que los bávaros salieran al contraataque.
Llegando al cuarto de hora del segundo tiempo, Hansi Flick realizó su primer cambio dando entrada a Coman por Gnabry. El Bayern, en cuestión de dos minutos, tuvo dos ocasiones de lograr el quinto gol en el marcador: la primera llegó de las botas de Sané, que cortó la efectividad de los bávaros en el encuentro ya que habían logrado anotar todos sus disparos a puerta hasta el momento; la segunda fue una situación parecida al Cometa Halley, ya que Robert Lewandowski falló una clara ocasión de gol al rematar por encima del larguera estando solo dentro del área. En el minuto 70, Choupo Moting entraba por Lewandowski, que recibía un merecido descanso tras su esplendido partido. Tras esta sustitución, Leroy Sané gozó de una nueva oportunidad para sumarse a la fiesta, pero su tiro se fue rozando el larguero.
Wamangituka, que era el más peligroso de su equipo, tuvo que retirarse lesionado.
En esta segunda mitad el Stuttgart tuvo más presencia en campo rival pero no logró causar algún peligro para Neuer. El Bayern aprovechaba algunos errores en la circulación de balón del Stuttgart para organizar transiciones ofensivas rápidas, que acababan con ocasiones peligrosas por parte de Sané o Choupo Moting. Al Bayern le bastaron seis minutos para sentenciar el encuentro, con tres goles que dejaron al Stuttgart sin opciones pese al buen inicio de partido y que en la segunda parte llegaron a tener alguna oportunidad para lograr maquillar el resultado, pero sin mucho éxito.
Tres puntos importantes de cara al siguiente choque en Bundesliga ante el Leipzig, con un Lewandowski con ganas de romper records y que con este hattrick ha logrado colocarse como tercer máximo goleador histórico de la Bundesliga con 270 goles.
Una plaza para los cuartos de final de Europa League estaba en juego esta noche en Ibrox Park, donde Rangers y Slavia de Praga buscaban seguir su particular sueño europeo. El equipo de Steven Gerrard llegaba tras proclamarse campeón de la Premier League de Escocia, después de ganar al St.Mirren por 3-0. Los checos también golearon en su último encuentro al endosar un 0-3 al Mlada Boleslav y buscaban seguir su camino en esta competición tras dar la sorpresa en la anterior eliminatoria contra el Leicester City.
Alineaciones
Steven Gerrard presentaba dos cambios en el once respecto al encuentro jugado en Praga. En la portería jugó Allan McGregor; en defensa jugaron Nathan Patterson, Connor Goldson, Borna Barisic y Leon Balogun, que entraba por Helander; en el centro del campo jugaron Glen Kamara, Steven Davis y Scott Arfield, que entró en el once por el rumano Ianis Hagi; en la tripleta de atacantes jugaron Ryan Kent, Joe Aribo y el colombiano Alfredo Morelos.
El Slavia de Praga realizó un cambio de sistema de cara a este partido de vuelta y Trpisovsky pasó de un 1-4-5-1 a un 1-4-2-3-1. La portería estuvo defendida por Kolar; en defensa jugaron Alexander Bah, Ondrej Kúdela, Jan Boril y Simon Deli, que entraba en el once por el sancionado David Zuma; los dos pivotes fueron Lukas Provod y Jakub Hromada, que dejaba en el banquillo a Tomas Holes; la zona de los medios centros ofensivos jugaron Nicolae Stanciu, Peter Olayinka y Oscar Dorley, que entró por Jan Kuchta; en la punta de ataque jugó el senegalés Abdallah Sima.
El encuentro
Ambos equipos empataron a uno en el partido jugado en el Sinobo Stadium dejando todo por decidir para la vuelta en Ibrox Park. El Glasgow Rangers llegaba invicto al encuentro y en plena celebración por su reciente titulo de liga, mientras que el Slavia de Praga aún no es el campeón, pero en su campeonato doméstico cuenta con mucha ventaja sobre el segundo clasificado.
Con el pitido inicial del colegiado israelí, Orel Grinfield, el conjunto escocés ya empezaba a someter rápidamente a su rival con una gran intensidad y un juego de ataque bastante vertical buscando de manera constante el área de Ondrej Kolar. El plan del conjunto checo era esperar a los escoceses y hacerse fuertes cerca de su área, con la intención de buscar a los de Gerrard en contraataques rápidos.
En esta eliminatoria iba a coger ventaja en el marcador el conjunto de Trpisovsky, que en una buena jugada Peter Olayinka remataba de cabeza un buen centro de Jan Boril. El jugador nigeriano anotaba en el minuto 14 su tercer gol en Europa League. Los de Steven Gerrard no tardaron en contestar al gol de los checos y Ryan Kent hizo lucir a Kolar, tras un fuerte chut desde la frontal del área.
La primera parte destacó por la intensidad y agresividad de ambos equipos, llegando a realizar más de veinte faltas entre ambos conjuntos. Alfredo Morelos tuvo una nueva ocasión para su equipo en el minuto 43, pero su tiro se fue desviado por poco de la portería de Kolar. Los dos equipos se dirigían a vestuarios con los checos más cerca de llegar a la siguiente ronda que su rival, tras una primera parte sin apenas ritmo de juego.
El equipo protestante de la ciudad de Glasgow iniciaba la segunda mitad con la intención de dar la vuelta al marcador, pero su búsqueda del gol estuvo muy bien contestada por la defensa checa. Steven Gerrard quería llevarse su billete a cuartos de final y para ello empezó a agitar su equipo metiendo a Roofe por Arfield con una clara intención de llevar a su equipo al ataque, pero la jugada le iba a salir rana.
Llegando al minuto 61 tuvo lugar posiblemente el mayor susto del encuentro y, por desgracia, la jugada más desafortunada de la eliminatoria. En un balón largo Kemar Roofe impactó con su bota al rostro de Ondrej Kolar, que quedó noqueado en el suelo y tuvo que ser sustituido por Vagner, un joven guardameta nacido en el 2003. El jugador del Rangers acabó expulsado y el plan de Gerrard se fue al traste demasiado pronto. Diez minutos después de esta expulsión, iban a acabar de crecerle los enanos al Rangers con una nueva expulsión en este caso de Leon Balogun, tras una entrada en la frontal del área. Esta falta acabaría de matar a los escoceses, ya que Nicolae Stanciu ejecutó magistralmente el libre directo para poner el 0-2 en el marcador y asegurar la presencia de su equipo en cuartos de final.
Tras este gol, el Slavia de Praga tuvo alguna llegada peligrosa pero el encuentro estuvo marcado por la dureza de los locales en sus entradas, que rozaban en cada jugada quedarse con otro jugador menos. La tensión entre ambos conjuntos se hizo patente con una tangana en la que hubo alguna persecución y algún comentario hiriente por parte de Kudela a Kamara, que provocó en el finlandés una reacción agresiva hacia el checo.
El conjunto checo logra tener su plaza en el sorteo de mañana a costa de un Glasgow Rangers, que pagó con la eliminación su única derrota esta temporada en Europa League. El partido no pasará a la historia por la calidad del encuentro o por la cantidad de ocasiones, ya que ha sido un encuentro con gran cantidad de faltas y muchas interrupciones acumulando hasta dos expulsiones en la última media hora de partido.
Empezaba la temporada y la situación en el norte de Londres, en el barrio de Holloway, seguía sin sorprender a ninguno de sus aficionados. El conjunto de Mikel Arteta repetía un inicio de competición irregular, siguiendo el mismo camino que la temporada pasada. Sin embargo, el caso era diferente, ya que en teoría era el inicio de un proyecto esperanzador e ilusionante en el club gunner. Las jornadas iban pasando, los esquemas se convertían en figurantes inconexos que no lograban entenderse para crear un sistema de juego efectivo, que lograse dar alguna alegría a su afición y estabilidad a un club que se tambaleaba al ver como Mesut Özil no jugaba sumándose a los problemas internos del club.
Dicen que a veces la solución la encuentras cuando menos te lo esperas, como la esperanza en Rey Skywalker para salvar la galaxia, solo que en este caso apareció Emile Smith Rowe para salvar los muebles del Arsenal. El canterano del conjunto londinense apareció con un impacto casi parecido al de Bukayo Saka la temporada anterior; un rayo de luz para Arteta, que veía como su idea se acoplaba a un sistema con la figura de un medio centro ofensivo. El papel del joven iba a ser clave aportando cuatro asistencias en sus trece encuentros de Premier League; en competición europea tuvo participación, pero no como jugador asentado en el once tipo de Arteta.
La aparición de Smith Rowe supuso un rayo de esperanza para el club gunner.
El jugador formado en Hale End iba sumando grandes actuaciones, pero el Arsenal andaba interesado igualmente en reforzar esa zona del terreno de juego, ya que Özil estaba descartado y Willock no contaba para el entrenador español. El elegido fue Martin Odegaard, que llegó al club con mucha ilusión y ganas de demostrar su calidad tras su fallido regreso al Real Madrid. Aquí daba lugar el primer debate: ¿Emile Smith Rowe o Martin Odegaard? ¿Apoyamos la progresión de un canterano o damos minutos a un jugador cedido que en verano no vaya a seguir en el club?
La respuesta a esas preguntas siempre fue clara para Arteta: ambos pueden jugar juntos. En las primeras jornadas, con los dos jugadores ya en plantilla se fueron turnando los tiempos de juego. Con Smith Rowe y Odegaard, el Arsenal tiene otra cara y mejora en la fluidez de circulación de balón. Además, con el inglés metiéndose hacia el centro (parte de izquierda normalmente), provoca superioridad en el centro y ayuda a que Tierney se incorpore con mucha más libertad al dejar un espacio libre para el avance. En el Derby del norte de Londres vimos el debut de ambos en este tipo de encuentros, marcando al espectador gunner una actuación digna para confiar el futuro en ambos jugadores ya que se comenta que el Arsenal quiere al noruego en propiedad.
El noruego ha dado el salto de calidad que necesitaba el equipo.
Las estadísticas de ambos fueron las siguientes: Emile Smith Rowe en 77 minutos de juego realizó cuatro pases clave y generó una gran ocasión. Además, participó con éxito en la circulación de pelota de su equipo con 36 pases y un 97’3% de acierto. Estos números son muy parecidos a los del noruego, que a parte del gol anotado dio dos pases clave aportando su calidad en la posesión del Arsenal con 56 pases y un 96’6% de éxito. Hay que destacar la aportación de ambos jugadores en defensa con cuatro recuperaciones cada uno.
Su trabajo no era para nada fácil, enfrente estaba el equipo de Mourinho, que si algo sabe hacer es cerrar espacios y generar pérdidas en el rival para salir rápidos en las contras. No obstante, en este caso tanto Martin como Emile supieron encontrar esos pequeños espacios entre líneas para hacer daño al Tottenham, que conoció a los nuevos chicos del barrio. Dos jugadores que están condenados a entenderse, donde la calidad no debe hacer distinciones y con un Arteta que se niega a elegir entre rock o funk y prefiere realizar su particular Crossover para dar al Arsenal un ritmo de funk rock, al son de Martin Odegaard y Emile Smith Rowe.
En Craven Cottage tuvo lugar un encuentro muy interesante, en el que se encontraban un Fulham venido a más y un Manchester City disparado hacía el título liguero. Los de Scott Parker han encontrado parte de su éxito gracias a una gran fiabilidad defensiva, que los ha llevado a encajar tan solo dos goles en los últimos siete encuentros. En cambio, el conjunto citizen vio como su racha de 20 partidos consecutivos ganando se truncaba en el derbi de Manchester, pero logró resarcirse entre semana con una goleada al Southampton.
Alineaciones
El conjunto londinense presentaba en su once un cambio de esquema buscando proteger el centro del campo y aprovechar la velocidad por las bandas en los contraataques. Scott Parker introdujo dos cambios respecto a la victoria que logró en Anfield en la jornada anterior. En la portería Alphonse Areolá; en defensa jugaron Ola Aina, Tosin Adarabioyo, Joachim Andersen y Kenny Tete; en el centro del campo formaron trivote Mario Lemina, Harrison Reed y Andre Zambo Anguissa, que entró por Bobby Reid; en bandas estuvieron Iván Cavaleiro y Ademola Lookman acompañados por Ruben Loftus Cheek, que realizó una función parecida a la de falso nueve sustituyendo en este caso a Josh Maja.
El líder de la Premier League presentaba un cambio radical en el once, tanto de jugadores como de esquema pasando a jugar de un 1-4-3-3 a un 1-3-4-3 con el regreso del Kun Agüero al once. Pep Guardiola introdujo hasta siete cambios en el equipo respecto al partido que jugó ante el Southampton. La portería estuvo defendida por Ederson Moraes; en defensa estuvieron John Stones, Ruben Días y Aymeric Laporte; en el centro del campo Rodri Hernandez entró por Fernandinho, que acompañaba al portugués Bernardo Silva; en los carriles entraron Joao Cancelo y Benjamin Mendy por Kyle Walker y Oleksandr Zinchenko; y en la punta de ataque estuvo Ferran Torres y Gabriel Jesus con el Kun Agüero de referencia sustituyendo a Riyad Mahrez, Phil Foden e Ilkay Gundogan. El cambio de esquema a tres centrales hizo caer del once titular a Kevin de Bruyne.
El partido
Pep Guardiola llegaba al encuentro con la mirada puesta en su eliminatoria de Champions League y buscando dar descanso a jugadores importantes como De Bruyne, Gundogan o Foden. El Fulham tenía la intención de seguir complicando la vida a los equipos grandes de la Premier tras su encuentro ante el Liverpool, en el que logró llevarse los tres puntos.
El Manchester City daba inicio al encuentro y las intenciones del equipo de Scott Parker ya se empezaban a ver con una presión alta, que complicó a los citizens su primera posesión de balón. Los Cottagers daban muestras de su gran momento de forma y de las botas de Lookman llegaba la primera ocasión, que fue muy bien resuelta por la defensa del City. Con el paso de los minutos, el conjunto local fue bajando la intensidad de su presión dejando salir un poco más al City de su campo.
El líder de la Premier League fue generando llegadas, pero sin crear mucho peligro para la zaga del Fulham, que en una mala coordinación defensiva en el momento de tirar la línea dio a Ferran Torres la oportunidad de batir a Areolá, que resolvió con una buena parada con el pie. Esta jugada fue en el minuto 18, y no fue hasta el 34 cuando el Manchester City pudo adelantarse en el marcador, pero Bernardo Silva no resolvió bien una gran jugada individual.
En los minutos finales de la primera mitad, el Fulham volvió a ser el equipo de los primeros minutos de partido con una presión bastante alta y agresiva. Además, hay que destacar la confianza de los locales en el momento de sacar la pelota jugada desde atrás ante la presencia de un equipo como el Manchester City, que se dirigía a vestuarios con la misión de dar con la tecla para hacer daño a un Fulham muy bien trabajado defensivamente.
La segunda parte no podía empezar mejor para el conjunto de Pep Guardiola. En el 47’, cuando apenas habían llegado los jugadores del vestuario, Joao Cancelo centró un muy buen balón al área que fue rematado a gol por John Stones, que colocaba el 0-1 en el marcador nada más empezar la segunda parte. Tras este gol, el equipo de Scott Parker empezó a parecerse al equipo de principio de temporada con varias imprecisiones y dejando muchos espacios a su rival. Fue en una de estas imprecisiones donde Cavaleiro tras una conducción horizontal cedía el balón a Andersen, que no acertó en su despeje cayendo la pelota a Gabriel Jesus, que ponía el 0-2 en el marcador después de una gran definición ante el meta francés.
El conjunto de Pep Guardiola dio con todas las teclas en tan solo un cuarto de hora, confirmando su superioridad en la segunda mitad con un tercer gol desde el punto de penalti por parte de Agüero. El conjunto del sur de Londres ya daba muestras de cansancio después de padecer esta »ciclogénesis explosiva» de ataque citizen, que se dedicaba a mantener la posesión del balón en lugar de buscar la portería de Areolá.
Pese al resultado y al cansancio acumulado, el conjunto de Londres no renunció al partido y siguió buscando el área de Ederson, pero sin llegar a tener acierto de cara a puerta. El Manchester City pese a ir ganando por un resultado tan contundente seguía con la misma intensidad, que provocaba un mayor desgaste en los jugadores del Fulham.
El argentino logró desde el punto de penalti su primer gol en Premier League
Un gol nada más empezar la segunda parte hizo que el plan de Scott Parker se fuese al traste, que recibió un castigo severo encajando tres goles en tan solo un cuarto de hora. Hay que remarcar el buen momento en el que llegaban los Cottagers, que no recibían tres goles desde septiembre, pero delante tuvieron a un Manchester City lanzado a por su séptima Premier League.
Duelo trascendental para ambos conjuntos, donde los madrileños buscan alejarse de la zona de promoción de descenso a 3aRFEF y los mallorquines salir de ella. El Navalcarnero afrontaba el final de su Tour por Mallorca con la intención de volver a reencontrarse con la victoria victoria tras doce jornadas consecutivas sin ganar. En cambio el conjunto de Oscar Troya buscaba ganar su primer partido en casa.
Alineaciones
UDPoblense: Imanol Elías; Mateo Garcías (Peque Polo 61′), Jaume Calonge, Álvaro de Dios; Jaime Hernández (Pau Cendrós 69′), Lucas Gilardoni, Victor Martínez (Thomas Giaquinto 69′), Pep Vidal (Alberto Fernández 75′); Aitor Pons (Mateu Ferrer 75′), Rubén Jurado y Dani Benítez.
CDANavalcarnero: Néstor Díaz; Victor Calarge, Manu Jaímez, David Prieto, Álex Alonso (Del Moral 84′); Manu Monteagudo (FacubEsnaider 72′), Alberto Alonso; Ramón Blazquez, Gonzalo Saiz (Álvaro Ramón 72′), Jesús de Miguel; Juan Esnaider (Fran Pérez 62′).
Elencuentro
El encargado de dirigir el encuentro fue Montero Ferreiro del colegio catalán, que con el pitido inicial daba permiso al conjunto madrileño a realizar el saque de centro. Los jugadores de Luis Ayllon cedieron la posesión de la pelota a su rival, que conseguía llegar al área mediante las incorporaciones por banda de Jaime Hernández, que fue un verdadero peligro para la defensa madrileña.
La primera ocasión de la primera mitad con cierto peligro llegó en el minuto 34 de las botas de Aitor Pons, que no supo dirigir a portería un buen chut desde dentro del área. El Poblense fue el dominador de la posesión de balón durante la primer mitad impidiendo que el Navalcarnero pudiera sentirse cómodo con el balón en los pies.
Llegando ya al final de la primera parte, Álex Alonso logra llegar al área de Imanol tras una gran jugada individual, que cedió el balón hacia atras para que Jesús de Miguel en el minuto 44 pusiera el 0-1 en el marcador. Demasiado cástigo para los chicos de Óscar Troya aue habían realizado una buena primera mitad.
Tras el descanso, el encuentro bajó el ritmo con un Navalcarnero buscando sacar minutos de cualquier jugada. Mientras el Poblense seguía intentando llegar a la portería de Néstor Díaz, pero sin mucho éxito. Llegando a la hora de partido, ambos entrenadores empezaron a mover sus banquillos para intentar aguantar el marcador o bien darle la vuelta.
La mejor ocasión del encuentro llegó tras una falta lanzada por Dani Benítez, que cabeceó Rubén Jurado provocando la intervención de Néstor Díaz con una gran estirada. Con el paso de los minutos, el conjunto balear seguía llegando con incorporaciones por banda y con centros que la zaga de Luis Ayllon lograba despejar con éxito.
Ya en la recta final del encuentro, Óscar Troya introdujo los últimos cambios buscando ya a la desesperada algún gol que les permitiera sumar al menos un punto. Y lo logró en el minuto 93 Mateu Ferrer, que cabeceó a gol un gran centro de Dani Benítez.
Al final con este resultado, ambos equipos no lograron estar más cerca de conseguir sus objetivos. El Poblense consiguió tarde el premio del gol mientras el Navalcarnero no supo aguantar el resultado para llevarse los tres puntos de la isla y lograr alejarse de la zons fe promoción de descenso.
En el Juventus Stadium se dieron cita dos conjuntos, que no están realizando una temporada acorde a lo que se esperaba de ellos. La Juventus se encuentra a diez puntos del actual líder, el Inter de Milan, que se ve obligada a ganar para seguir con algunas opciones de optar al Scuddetto. El equipo de Simone Inzaghi llegaba a Turín fuera de posiciones europeas con un rendimiento que va a mejor, pagando muy caro un inicio bastante irregular, pero que va mejorando sus prestaciones en este 2021.
Alineaciones
El equipo de Andrea Pirlo llegaba al encuentro sin poder contar con jugadores importantes como son Bonucci, Bentancur, Dybala, Chiellini o De Ligt. Además, el entrenador italiano decidía dejar en el banquillo a Cristiano Ronaldo. En el once bianconero hubo hasta cuatro cambios respecto al encuentro que disputaron ante lo Spezia, con la mirada de Pirlo puesta en su enfrentamiento de octavos contra el Oporto. En la portería Wojcech Szczesny; en el lateral diestro regresaba Juan Cuadrado, en el zurdo se colocaba Bernardeschi y como pareja de centrales jugaron Alex Sandro y Demiral; en el doble pivote jugó Danilo con Rabiot; en banda derecha se situó Kulusevski, en la otra banda Federico Chiesa y como mediapunta Aaron Ramsey; y en la punta de ataque jugó Álvaro Morata.
El conjunto laziale llegaba al encuentro después de estar dos semanas sin jugar, debido a que en la jornada anterior se aplazó el encuentro que le enfrentaba al Torino FC. Respecto al último encuentro, que fue una derrota en casa del Bologna, Simone Inzaghi introdujo dos cambios: entró Mohamed Fares por Manuel Lazzari, que causó baja por lesión, y Senad Lulic, que dejaba al español Patric Gabarrón en el banquillo. En la portería jugó Pepe Reina; los tres centrales fueron Acerbi, Hoedt y Marusic; como carrileros se situaron Lulic y Fares dejando el centro del campo para Lucas Leiva, Milinkovic Savic y Luis Alberto; y como dupla de atacantes jugaron Joaquin Correa y Ciro Immobile.
El encuentro
Trascendental encuentro el que tuvo lugar en el Juventus Stadium con dos equipos que buscan seguir en la carrera para lograr sus objetivos, los bianconeros por el titulo y los laziales por engancharse a Europa. La Juventus llegaba al encuentro tras encadenar tres partidos consecutivos sin perder, mientras que la Lazio buscaba asaltar Turín para dormir en posiciones europeas.
Davide Massa daba inicio al encuentro con el pitido inicial y la Juventus realizando el primer saque de centro. Tras estos primeros minutos, la posesión del balón estuvo repartida entre ambos equipos, siendo el conjunto de Simone Inzaghi el que causaría más peligro en la portería de su rival con una llegada de Mohamed Fares en el minuto tres, que se fue fuera por bastante poco. La Lazio poco a poco fue llegando al área de Szczesny aprovechando los espacios que dejaba la zaga juventina a sus espaldas. En los primeros minutos la Lazio seguía atosigando con una presión alta a la Juventus, provocando errores en su rival llegando a lograr en el minuto nueve una peligrosa falta, que lanzó Milinkovic Savic cerca del palo que cubría el meta bianconero. También hubo un par de llegadas importantes por parte de Luis Alberto y Milinkovic Savic que no acabaron en gol.
En el minuto 14, Dejan Kulusevski realizó un pase hacia atrás que aprovechó Joaquín Correa para poner por delante a la Lazio, premiando de esta manera el gran esfuerzo en el ejercicio defensivo del equipo de Simone Inzaghi, que provocó que los jugadores de la Juventus no se sintieran cómodos en el terreno de juego durante los primeros minutos. Tras el gol, la Lazio empezó a dejar de querer el balón y decidieron protegerse con un bloque bajo esperando el fallo del rival para salir a la contra. La Juventus gracias a este paso atrás del conjunto laziale fue dominando cada vez más la posesión de la pelota, aunque sin lograr generar algún peligro para el guardameta español Pepe Reina.
Joaquín Correa anotó el 0-1 tras aprovechar el error de Kulusevski.
No fue hasta el minuto 39, que tras una posesión larga llegó el balón a Morata y cedió el balón a Rabiot que desde una posición escorada lanzó un fuerte disparo a la portería de Pepe Reina, que fue sorprendido al entrar el balón por su palo. De esta manera el encuentro volvía a las tablas, que pudo volver a desequilibrarse con un lanzamiento lejano de Fares que no llegó a ir a puerta. Con este resultado se iban ambos conjuntos al descanso.
Tras el descanso, el encuentro empezó con los dos equipos disputándose la posesión del balón siendo el equipo de Simone Inzaghi el que golpearía primero, con un remate de cabeza al larguero por parte de Sergej Milinkovic Savic tras un gran pase de Luis Alberto. Simone Inzaghi no tardó en introducir los primeros cambios dando entrada a Gonzalo Escalante y Patric Gabarron por Senad Lulic y Lucas Leiva.
Llegando al cuarto de hora de la segunda parte, la Juventus aprovechó un mal contraataque por parte de la Lazio para lanzar otro contraataque, que tuvo más éxito ya que Chiesa con una rápida conducción dio velocidad a una jugada de ataque, que acabó con Morata anotando el segundo gol de su equipo en el 57. Este momento de frenesí bianconero no acabó aquí, ya que dos minutos después, un acelerado Milinkovic Savic cometió penalti sobre Aaron Ramsey, que de nuevo Álvaro Morata se encargaría de dirigir el balón hacia la red de Pepe Reina en el minuto 60.
En estos minutos frenéticos cabe destacar al agitador de este equipo, Federico Chiesa, que revolucionó a su equipo a partir de su entrega, sacrificio y esfuerzo. Después de estos instantes de locura, el encuentro bajó su ritmo con una Juve durmiendo el encuentro y resolviendo las jugadas con solvencia las jugadas peligrosas que sucedían cerca de su área. En el 70, Andrea Pirlo con el encuentro ya medio sentenciado decidió mover su banquillo con el objetivo de dar descanso a sus jugadores dando entrada a Cristiano Ronaldo, Arthur y McKennie por Morata, Ramsey y Juan Cuadrado. Tras los cambios el encuentro no cambió su rumbo, la Juventus siguió dominando el partido a costa de una Lazio que apenas tuvo una llegada de Joaquín Correa con un disparo que se fue lejos de la portería de Szczesny.
La Lazio no supo matar el encuentro durante los primeros minutos de partido, que fue capaz de encerrar a una Juventus inoperante en ese tramo de partido. Con el paso de los minutos, el conjunto de Andrea Pirlo se fue recuperando del noqueo inicial y fue haciéndose con el control del partido consiguiendo dar la vuelta al marcador con un gran Morata, que dio una asistencia y anotó un doblete para asegurar los tres puntos para su equipo.
A nadie se le escapa que el conjunto rossonero está realizando una grandísima temporada de la mano de Stefano Pioli, que ha trasladado al equipo un carácter competitivo y capaz de llevar el mando de los encuentros transmitiendo unas sensaciones nada parecidas a las demostradas en temporadas anteriores.
La temporada pasada el Milan ya empezaba a dar señales de que el equipo empezaba un proceso de reconstrucción de la mano del entrenador parmesano, que había creado una base muy sólida a partir de jugadores como Ibrahimovic, Bennacer, Çalhanoglu o Theo Hernández. Estos brotes verdes empezaron a florecer con el inicio de la temporada 2020/2021, sorprendiendo a todos con un inicio de campeonato espectacular, llegando a ocupar el liderato desde la jornada cuatro hasta la jornada 20 y con 15 jornadas consecutivas sin perder.
Desde la llegada del 2021, el conjunto de Pioli no ha logrado volver a ser el equipo que había sorprendido a muchos ya que han acumulado cuatro derrotas en estos dos meses de competición en este nuevo año. Esta situación se debe a varios factores como que su sistema de juego ya no es tan efectivo, pero eso viene dado porque las piezas que deben conformarlo han pasado más tiempo en la enfermería que en el terreno de juego, llegando a estar lesionados hasta diez jugadores en estos dos primeros meses de 2021.
La victoria de este último fin de semana en el Olímpico de Roma se pagó a un precio muy alto por parte del equipo rossonero, que vio como se sumaban Ibrahimovic, Çalhanoglu y Rebic a la lista de lesionados ocupada ya por Mandzukic y Bennacer, que se lesionaron con anterioridad. El delantero sueco ha sido el que ha salido peor parado con una lesión en el abductor izquierdo que le mantendrá en el dique seco entre 2 y 3 semanas, perdiéndose la ida de los octavos de la Europa League ante su ex equipo, el Manchester United. Hakan Çalhanoglu, mínimo se perderá estas dos próximas jornadas debido a una lesión en los flexores de la cadera, que volverá a ser evaluada tras estas dos citas ligueras. En cambio, la lesión de Ante Rebic quedó en un susto y podrá formar parte de la plantilla en la próxima jornada.
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