Crónica| West Ham 3-2 Leicester City: Lingard tiene el billete hacia Europa

Se citaban en Londres dos equipos que buscan hacerse un lugar entre los grandes de Inglaterra y poner en duda al denominado Big six. El equipo de David Moyes llegaba al encuentro en una privilegiada posición, ocupando zona Champions y luchando contra transatlánticos como Chelsea o Liverpool por la cuarta plaza. En frente estaba el Leicester, que buscaba no volver a caer como la temporada pasada y volver esta temporada a la máxima competición europea.

Alineaciones

David Moyes no sorprendía a nadie y solo hubo novedades en el once para cubrir las bajas de Rice y Michail Antonio, ambos lesionados. En la portería jugó Lukasz Fabianski; en los laterales jugaron Coufal y Cresswell; como centrales estuvieron Issa Diop y Craig Dawson; el mítico Mark Noble acompañó al inesperado goleador checo Tomas Soucek; Pablo Fornals, Arthur Masuaku y el renacido Jesse Lingard ocupaban la zona de la media punta; y Jarrod Bowen jugó como nueve, pero sin llegar a ser una referencia.

Los foxes presentaban un once sin James Maddison y Ayoze Pérez, que se quedaban fuera de la convocatoria. El danés Kasper Schmeichel se situó bajo los tres palos; Fofana, Evans y Amartey formaban la defensa de tres; en los carriles jugaban Timothy Castagne y Ricardo Pereira, que entraba por Marc Albrighton; el nigeriano Ndidi daba equilibrio al equipo escudando a Youri Tielemans y Dennis Praet; y en la punta de ataque estaba la leyenda del Leicester Jamie Vardy junto a Kelechi Iheanacho

El partido

Leicester City y West Ham han presentado su particular candidatura de cara a molestar a los grandes conjuntos de la Premier League, no obstante, ambos conjuntos tienen mucho trabajo por delante para lograr sus objetivos de entrar en Champions League la próxima temporada. El conjunto londinense acumulaba cuatro partidos consecutivos sin perder en casa, mientras que su rival llegaba siendo el segundo mejor equipo como visitante y con diez encuentros sin conocer la derrota fuera del King Power Stadium.

Mike Dean fue el encargado de arbitrar el encuentro y con el pitido inicial el Leicester realizó el saque de centro con una declaración de intenciones bastante clara del West Ham, sometiendo a los foxes a una presión bastante intensa durante los primeros compases de partido. Durante los primeros minutos tanto Leicester como West Ham llegaban al área rival, pero sin llegar a concretar ninguna jugada de peligro más allá de un disparo tímido de Iheanacho que Fabianski logró parar sin problemas.

Se guardó un minuto de silencio en homenaje al Duque de Edimburgo.

El trabajo defensivo del Leicester se centraba en tapar la incidencia ofensiva del renacido Jesse Lingard, que desde su llegada al West Ham ha visto como su nivel futbolístico ha ido in crescendo gracias a la confianza de David Moyes en él. Sin embargo, el inglés está imparable y llegando al minuto 30 lograría adelantar a los londinenses al enganchar de volea desde la frontal un centro de Coufal. Máxima efectividad del West Ham, que lograba meter dentro de la porteria de Schmeichel su primer tiro a portería. Lingard había empezado la fiesta en el London Stadium y dos minutos después de meter el primer gol casi logra sacar ventaja de una cesión a Schmeichel procedente de Amartey, que dio un pase hacia su portero muy comprometido.

El Leicester no quería complicar su futuro en Premier y se puso manos a la obra para intentar girar el marcador con una nueva ocasión de Iheanacho, que tiró sin demasiado acierto a portería, ya que su remate fue rechazado por la defensa. Como respuesta a esta jugada, Vladimir Coufal llegaba solo al área del Leicester, pero cuanto más se acercaba menos idea iba teniendo de que hacer con la pelota y finalmente cedió de forma errónea el balón hacia atrás, dando tiempo a la defensa de Rodgers a llegar para cortar la jugada.

Como antes he comentado, la fiesta de Jesse Lingard no había hecho más que empezar. El equipo se contagia de su momento, y la incidencia que tiene en el equipo es máxima. A punto de llegar al minuto 45, Jarrod Bowen aprovecha un balón a la espalda de la defensa del Leicester para ceder en bandeja el gol al jugador cedido del Manchester United, que anotaría de esta manera su octavo gol en nueve partidos con la elástica del club de Londres. El dos a cero daba aire al West Ham y llegaba a los vestuarios con mucha más confianza que su rival, que fue incapaz de inquietar a Fabianski en la primera mitad.

Jarrod Bowen se sumó a la fiesta de Jesse Lingard.

Después del descanso, Brendan Rodgers dio entrada a Luke Thomas por el ghanés Daniel Amartey, que había estado bastante impreciso durante la primera mitad. El entrenador del Leicester no quería poner en problemas su posición clasificatoria y decidió salir al ataque cambiando el esquema de tres centrales a un 1-4-2-3-1 para conseguir la remontada. Pero el efecto fue contraproducente, ya que a los dos minutos de la reanudación el Leicester City perdía una pelota en una salida desde atrás, provocada por la presión de los jugadores de David Moyes. Kelechi Iheanacho perdía la pelota en beneficio de Arthur Masuaku, que daba el balón a Jesse Lingard para que cediera el balón en la frontal a Tomas Soucek y el checo asistió a Bowen para poner mucha más distancia en el marcador del London Stadium.

Entre tantas alegrías, goles y buenas sensaciones hubo una noticia que seguro preocupa a la afición hammer, que es la lesión muscular de Aaron Cresswell tras una disputa en un balón aéreo. Un contratiempo importante de cara a este final de temporada. No obstante, el West Ham seguía con la sexta marcha puesta y llegaron a anotar el cuarto gol, pero Issa Diop se encontraba en posición de fuera de juego en el momento que remató el centro de Lingard.

Con el paso de los minutos, el West Ham bajaba las revoluciones del encuentro y cedió la posesión del balón al conjunto de Brendan Rodgers para proteger el resultado defendiendo en bloque en su propio campo. Esta bajada de intensidad se vio reflejada en una jugada en la que Fabianski no acabó de atrapar la pelota y Albrighton, atento, remató a puerta aprovechándose del error, pero el paraguayo Fabian Balbuena bloqueó la trayectoria de un balón que se colaba en la porteria del guardameta polaco.

El premio a la insistencia de los foxes llegaría en una recuperación de Ricardo Pereira, que aprovechó la relajación de Masuaku para robar una pelota que caería a los pies de Kelechi Iheanacho y anotar desde la frontal el tres a uno con un fuerte chut. Este gol provocó que el Leicester pusiese una marcha más en el partido logrando inquietar en varias ocasiones a la zaga de David Moyes, sin embargo, no lograban anotar otro tanto que acercase el empate en el marcador. En una de esas jugadas peligrosas tuvo lugar una nueva lesión para el West Ham, ya que Mark Noble se lesionó en el brazo tras un mal apoyo y Ben Johnson tuvo que entrar al terreno de juego para sustituir al capitán de los londinenses.

Kelechi Iheanacho con un doblete dio esperanzas al conjunto de Brendan Rodgers.

Marc Albrighton fue el jugador que cambió el guión del encuentro, provocó mucho desorden en la defensa hammer y en una de sus llegadas por banda llegó el tanto que daba esperanzas al Leicester City con un centro que logró rematar a puerta el jugador más inspirado de los foxes, Kelechi Iheanacho, que anotaba su undécimo tanto en los últimos once encuentros. El gol llegó en el 90 y los últimos minutos fueron un tremendo asedio sobre la portería de Fabianski, con la defensa hammer intentando enviar lejos cada balón centrado por parte del equipo de Brendan Rodgers.

Mike Dean pitó el final del encuentro después de que Wesley Fofana no lograra rematar entre los tres palos un buen centro de Castagne, que veían como sus esfuerzos finales no lograban el premio del empate. Victoria final del West Ham, que se acerca cada vez más al sueño de entrar en Champions League y pone en peligro la situación del Leicester City, situado ya a tan solo dos puntos de Europa League.

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